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Lo que comen los futbolistas y deportistas de élite

Lo que comen los futbolistas y deportistas de élite
NOTICIA de Javi Navarro
01.07.2014 - 19:26h    Actualizado 06.11.2023 - 11:10h

¿Qué comen los futbolistas? La alimentación juega un papel fundamental en el rendimiento de un futbolista y deportista de élite. De hecho, la diferencia puede ser de hasta un 40 % en los depósitos de energía muscular. Descubre la dieta de un futbolista de élite.

La dieta deportista de élite

  1. Seguir una dieta sana, variada y equilibrada (reduciendo la ingesta de grasas saturadas y azúcares), la cual además ayuda a mantener el peso adecuado.
  2. Cuidar la hidratación y beber agua de forma previa, durante y tras los entrenamientos además de aportar suficientes hidratos de carbono al cuerpo.
  3. De igual manera, no es aconsejable seguir dietas de adelgazamiento, sobre todo en épocas de máximo esfuerzo y competición.
  4. Y antes de disputar un partido, conviene ingerir, al menos entre 4 y 5 horas antes, un menú a base de pasta, patatas o arroz, carne blanca o pescada, frutas y verduras en ensalada.

La dieta en el fútbol

El fútbol está considerado como uno de los deportes de mayor exigencia física y metabólica (entre partido y partido deben pasar un mínimo de 72 horas), y que además requiere un entrenamiento diario para aguantar sin problemas los 90 minutos que dura un partido. En otras palabras, el futbolista está obligado a cuidarse todos los días. Y es aquí donde, precisamente, la alimentación cobra una especial importancia, tal y como subraya el especialista Antonio Escribano, en calidad de responsable de la Unidad de Nutrición, Metabolismo y Composición Corporal de la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) y miembro de la Comisión de Nutrición y Hábitos Saludables del Comité Olímpico. El doctor Escribano subraya la importancia de que tanto el futbolista como el deportista profesional sigan una alimentación adecuada, la cual debe ser previamente diseñada y planificada para mejorar su rendimiento físico.

Un deportista mal alimentado, o con una dieta poco equilibrada en los nutrientes esenciales, rendirá mucho menos, reduciendo hasta en un 40 % los depósitos de combustible nuclear. El gasto energético durante un partido es muy elevado, especialmente por el trabajo muscular. En términos médicos se estima que la duración del esfuerzo ronda los 55-60 minutos reales de juego, con una intensidad variable (en torno al 75-80 % del VO2max). Un futbolista puede recorrer durante un partido una distancia media de entre 10 y 14 kilómetros, en función de su posición en el terreno de juego. A esto hay que sumarle los saltos o carreras, de mayor o menor intensidad y longitud, pero que obligan a un continuo esfuerzo físico. Tanto los músculos como el cerebro deben responder a la demanda energética del organismo, y para ello deben disponer del combustible necesario.

¿De dónde procede ese combustible?

De los hidratos de carbono y, en menor medida, de las grasas y proteínas. Las células del tejido muscular se encargan de transformar en energía mecánica la energía química de los alimentos. Por este motivo, la dieta de un deportista de élite debe ser, sobre todo, rica en hidratos de carbono complejos (presentes en la pasta, arroz, patatas, frutas y verduras, pescado, carne). Dieta en la que se debe de prescindir del consumo de bebidas alcohólicas, grasas saturadas, embutidos y alimentos dulces o bollería, los cuales no reportan beneficios nutricionales para un mejor rendimiento deportivo.

Otro de los aspectos fundamentales, tal y como señalamos antes, es la hidratación. El futbolista de élite debe cuidar que los niveles hídricos de su cuerpo se mantengan. Durante el entrenamiento es aconsejable beber agua de manera frecuente, al menos cada 20 minutos (entre 20-30 centilitros). No hay que esperar a tener sed para beber y, al terminar el entrenamiento o el partido, conviene beber para reponer rápidamente el líquido que se ha perdido por el esfuerzo físico realizado.

Entrenamiento biológico

Al igual que en nuestra vida diaria cada vez nos preocupamos más por lo que comemos, en el terreno deportivo sucede lo mismo. Deporte y alimentación van de la mano, y de hecho la formación nutricional forma parte del aprendizaje de los deportistas. Aprender a comer desde las categorías inferiores permite entrenar biológicamente el cuerpo para el momento en el que se le exija un mayor rendimiento deportivo. La dieta de cada deportista debe estar adaptada a sus condiciones físicas. No se trata solo de mantener el peso, sino de mejorar el rendimiento y prevenir lesiones.

La alimentación, de hecho, forma parte de la estrategia de preparación y de puesta a punto del equipo. La dieta debe cuidarse no solo durante la competición, sino también en la pretemporada. En el caso de los futbolistas, son muchos los aspectos que intervienen, como los entrenamientos, los partidos, los horarios, los viajes, los descansos e, incluso, la forma de preparación de los alimentos.

Y en esta otra información puedes consultar el motivo por el que los futbolistas hacen agujeros en las medias antes de saltar al campo.