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La falta de espacio en las viviendas, resuelto con habitaciones satélite

viviendas pequeñas con poco espacio en las habitaciones
NOTICIA de Javi Navarro
05.05.2010 - 13:53h    Actualizado 06.03.2023 - 14:49h

Un equipo de la Universidad Politécnica de Cataluña plantea rehabilitar edificios de los años 60, 70 y 80 para dotarlos de espacios independientes que amplíen los usos de las viviendas. Para ello, lleva su propuesta a la Arquería de Nuevos Ministerios, que acoge la muestra desde este viernes hasta el 13 de junio. La exposición ‘ReHabitar (2)’ propone rehabilitar edificios de viviendas para dotar a los hogares de una ‘habitación satélite’ que les permita crecer temporalmente de acuerdo a las necesidades de sus habitantes. Se resuelve así el problema de falta de espacio que surge, por ejemplo, ante la visita de un familiar o la necesidad de un lugar de trabajo o estudio sin interrupciones.

ReHabitar (2) es el segundo de los nueve capítulos de ReHabitar en nueve episodios, una exposición organizada por el Ministerio de Vivienda y resultado del trabajo del grupo de investigación Habitar de la Universidad Politécnica de Cataluña, que dirije Xavier Monteys y que invita a utilizar el parque de viviendas existente de una manera distinta para sacarle el máximo provecho. Para ello ofrece ideas y estrategias de acción que ayuden a mejorar su habitabilidad.

Habitacion satélite, exposiciónCon ReHabitar (2), el grupo dirigido por Monteys formula en la sala de exposiciones del Ministerio de Vivienda las siguientes preguntas: ¿Qué ocurre cuando se presenta la abuela a pasar unos días o a quedarse definitivamente porque ya no puede vivir sola? ¿Y si el que viene es el novio de una hija a estudiar a la ciudad? ¿Y cuando se necesita trabajar en casa sin que molestias ni ruidos? ¿Y si es la madre de familia la que no consigue espacio en su propia casa?

Partiendo de la base de que éstas y otras situaciones similares no tienen una solución fácil dentro de la mayoría de los hogares, ReHabitar (2) halla la respuesta en la rehabilitación del bloque de viviendas para incorporar en él las llamadas ‘habitaciones satélite’, estancias independientes del espacio doméstico pero situadas en el mismo edificio, unos pisos más arriba o más abajo.

La ‘habitación satélite’ no reúne las condiciones e instalaciones suficientes para conseguir por si sola los estándares de habitabilidad de un vivienda, es decir, para considerarse un hogar pero sí permite a la casa crecer temporalmente y ampliar sus usos para adaptarse a las necesidades de sus habitantes con el paso del tiempo.

Ejemplo de habitación satéliteSegún explica el grupo Habitar, “lo que se propone es que una vivienda tenga una habitación fuera de su perímetro, lo cual supone, en cierto modo, que la casa es discontinua. De hecho, nuestras viviendas ya son parcialmente discontinuas cuando tienen un trastero en la cubierta o una plaza de parking en la planta baja o en el sótano. Ahora sólo falta admitir que una pieza habitable también pueda ser independiente”.

Un cortometraje con historias ficticias
Para poner al visitante en situación, la exposición escenifica cuatro historias domésticas en un cortometraje que se descubre al inicio de la muestra. Estas historias ficticias se suman a otras verídicas similares que aparecen en noticias de prensa recientes. Todo ello se plasma en un lienzo continuo 1,5 m de altura suspendido del techo sobre el que también se proyecta el cortometraje.

La iluminación se resuelve mediante unos focos que proyectan luz desde la parte posterior del lienzo, de manera que el desarrollo expositivo se convierte en una gran lámpara que arroja nueva luz sobre las posibilidades del bloque de viviendas para rehabitar la casa.

Rehabilitación de edificios para ampliar sus usos
Habitaciones con un cierto grado de autonomía conectadas directamente con la vivienda o situadas de manera discontinua en otra planta del inmueble han existido siempre. Los autores de ReHabitar (2) rescatan algunos ejemplos que, aunque lejanos en el tiempo o en el contexto y sin intención de que sean interpretados como un modelo a seguir, consideran un buen punto de partida para buscar soluciones actuales. Es el caso de las habitaciones con entrada propia desde el rellano, algunas equipadas con aseo y cocina, en viviendas de distintas épocas, como las del barrio de la Baixa de Lisboa, las de la Siedlung Dammerstock en Karlsruhe o las de Charlottenburg Nord en Berlín.

Otros ejemplos son, según los autores de la muestra, los apartamentos para jóvenes en los áticos, como los de las viviendas obreras en Pforzheim; los ateliers o estudios anexos a las viviendas o esparcidos por distintos puntos del inmueble; o el hotel de la Unité d’Habitation de Marsella, que ocupa toda una planta del bloque.

“Para conseguir dotar a un edificio de habitaciones satélite es necesario reparar el bloque de viviendas”, explica el grupo Habitar. Por eso, en la exposición proponen la reforma de algunos bloques representativos construidos en España entre los años 1960 y 1980, sustituyendo alguna de sus plantas por habitaciones independientes. Con ello, sostienen, no sólo se inyectan nuevos usos a las viviendas y al bloque sino que se revitaliza el barrio pues “al ofrecer un mayor abanico de prestaciones, evita que con los cambios de necesidades o de coyuntura, sus habitantes deban abandonarlo a la búsqueda de aquello que éste ya no puede ofrecerles”.

Mover los muebles, instalar un ascensor o aprovechar la cubierta
En los siete episodios restantes de ReHabitar en nueve episodios que se irán exponiendo en La Arquería a lo largo del año, se plantean posibilidades concretas de intervención en las viviendas, desde conceder una segunda oportunidad a los muebles, abrir alguna puerta más entre las piezas de una misma vivienda o una segunda entrada por la instalación de un ascensor; hasta poner una mesa en la cocina para incitar cambios en su uso, disolver la hegemonía de la sala de estar, reanimar las plantas bajas y dar uso a la calle, o aprovechar las cubiertas y los balcones como estancias exteriores.

La Arquería (Paseo de la Castellana, 67) permanece abierta de martes a sábado (de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 horas) y los domingos y festivos (de 10.00 a 14.00 horas). La entrada es gratuita.

Más información en:
– la web del Ministerio de Vivienda – en el blog de la exposición los ciudadanos pueden expresar sus opiniones sobre la muestra.



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