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Los artistas abandonan la SGAE

Los artistas abandonan la SGAE
NOTICIA de Javi Navarro
28.03.2011 - 18:11h    Actualizado 23.03.2023 - 16:46h

El catálogo musical de la plataforma Jamendo, la primera plataforma de música libre en el mundo, acaba de superar los 300.000 temas musicales. Un buen dato para ellos y un mal número para la SGAE que está viendo como estas nuevas tecnologías alejan a los músicos de sus esquemas establecidos.

Hoy ya se pueden descargar 300.057 temas musicales se pueden escuchar en línea y descargar de forma gratuita, legal y sin límites. Y es que cada día crece el número de artistas que deciden colgar sus obras en la plataforma Jamendo en busca de obtener mayor visibilidad. Esos artistas son los que abandonan la SGAE y los internautas pueden descubrir la música de calidad por artistas que provienen de cualquier parte del mundo y que ofrecen cualquier estilo musical.

Los internautas no solo pueden escuchar y descargar la música, sino que también pueden redactar críticas musicales, recomendar sus álbumes preferidos en un blog con un widget o incluso compartirlos en las redes sociales Facebook y Twitter. Aun pueden escucharlos en sus móviles gracias a las aplicaciones iPhone y Android de Jamendo.

La licencia Jamendo PRO

En unos clics, es posible adquirir por un precio competitivo una licencia comercial por un uso profesional de una selección de más de 90.000 piezas.

La mayor ventaja del cliente que elija una licencia Jamendo PRO es que no tendrá ninguna cuota que pagar a una entidad de gestión de derechos en el mundo.

Estas entidades, que recaudan los derechos en nombre de los artistas que figuran en su catálogo, no tendrán nada que pedir por el uso comercial de una piez a Jamendo PRO.

¿Por qué los artistas registran sus piezas en Jamendo?

Poner su música en línea vía Jamendo garantiza al artista que se referencia su música en Internet de forma eficaz, lo que aumenta su visibilidad.

Gracias a la comunidad de miembros y fans, Jamendo permite a cada artista que tenga un intercambio sobre su música vía las críticas. En cualquier momento, puede controlar su popularidad con estadísticas precisas y también tiene la posibilidad de afiliarse a programas comerciales con el fin de ser remunerado y aun más difundido.

Detenida a la cúpula de la SGAE, incluido Teddy Bautista, por desviar fondos

La Guardia Civil, en el transcurso de la operación SAGA llevada a cabo en Madrid bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción num. 5 de la Audiencia Nacional y con la intervención y coordinación de la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, ha procedido a la detención de nueve personas como presuntos autores de delitos societarios y de apropiación indebida entre los que se encuentran miembros de la SGAE, familiares y empresarios ajenos a la organización. Su presidente, Teddy Bautista, es uno de los 4 detenidos de la SGAE.

En la operación, en la que participan más de 50 agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, así como personal de la Agencia Tributaria y de la Intervención General del Estado adscritos a la Fiscalía Especial Anticorrupción, se está procediendo al registro de sedes de varias empresas y domicilios particulares, así como del Palacio de Longoria, sede central de la Sociedad General de Autores y Editores.

La investigación iniciada en el año 2008 está siendo llevada a cabo por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que desde esas fechas ha venido recopilando información e indicios relativos a la creación de una estructura societaria en torno a la Sociedad General de Autores y Editores, que, presuntamente, se habría estado lucrando de una beneficiosa relación económica con las entidades del denominado grupo SGAE.

En el marco de la investigación igualmente están incursas algunas de las entidades dependientes de la Entidad de Gestión de Derechos de Autor así como algunos de los componentes de su cuadro directivo.

El titular del Juzgando Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional ha decretado el secreto de las actuaciones.

La SGAE dice que no irá penalmente contra particulares… tras perder sucesivamente sus demandas

“Una auténtica tomadura de pelo”. Así considera FACUA-Consumidores en Acción el anuncio de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de que a partir de ahora no actuará contra particulares por la vía penal. “Esa es una guerra que tiene perdida”, recuerda el portavoz de FACUA, Rubén Sánchez, puesto que “cuando la SGAE o las multinacionales de la industria cultural actúan contra particulares, pierden, porque aunque tenga al Gobierno de su parte, los jueces son independientes y lo que es legal, es legal.

“Nos gustaría que también anunciase que va a dejar de insultar a millones de ciudadanos, llamándolos piratas, por el mero hecho de que compartan obras culturales sin ningún ánimo lucrativo”, señala el portavoz de FACUA.

“Ya que va a crear un libro de buenas prácticas, podría incluir entre ellas la eliminación de una de sus principales malas prácticas: el cobro de un canon injusto y arbitrario con el que se apodera de cantidades multimillonarias que no le corresponden, puesto que buena parte de los ingresos del canon no tienen nada que ver con la copia de obras protegidas”, advierte Sánchez.

El canon, señala FACUA, debería cargarse sólo en las obras protegidas y no en los soportes de almacenamiento, puesto que no puede presuponerse que siempre, su fin va a ser la copia de aquéllas.

FACUA defiende la protección de la propiedad intelectual, pero dentro de unos límites razonables, por lo que lamenta que entidades de gestión como la SGAE estén cerradas al diálogo con las organizaciones que representan los intereses de los usuarios.

Diálogo que tampoco acepta el Gobierno, que únicamente convoca a la industria cultural a las reuniones sobre la modificación del canon digital, manteniendo a las asociaciones de consumidores al margen de la negociación.

FACUA también apuesta la asociación por la defensa de los intereses de los autores, de los creadores, frente ataques contra sus intereses que no sólo provienen de empresas que incurren en la auténtica piratería, sino también de los abusos y la explotación que muchas veces sufren por parte de las grandes multinacionales editoras.