>
Compartir
WhatsApp

Las sillas para niños de coche se dividirán según la altura y no por el peso

Un niño en la silla del coche perfectamente instalada.
NOTICIA de Javi Navarro
24.10.2013 - 17:58h    Actualizado 29.12.2022 - 13:26h

La nueva norma de homologación i- Size para las sillitas para niños de coche establece la altura de los pequeños como factor determinante en vez de los anteriores grupos por peso del niño, como se hacía hasta ahora. Así, a partir de ahora, el sistema de retención infantil no deberá seleccionarse en función del peso del niño, como anteriormente, sino en función de su estatura. En este contexto, el fabricante podrá determinar a qué rango de estatura se dirige su SRI (Sistema de Retención Infantil), por ejemplo, de 40 cm a 100 cm de altura, suprimiéndose la división de las sillas en categorías.

>> ¿Cuándo pueden ir los niños en el asiento delantero del coche?

Sillas para niños de coche

Esta novedad la recoge el informe del RACE que compara las mejores sillas de coche para bebés y niños a la venta. Los estudios demuestran como un sistema de retención infantil ayuda a minimizar las lesiones infantiles en el interior del vehículo, y como la calidad del producto y su correcta colocación permite reducir hasta en un 75 % las lesiones en caso de accidente o impacto. Los últimos datos revelan que las sillitas contrarias al sentido de la marcha protegen más a los niños.

Los niños en sentido inverso, nueva norma de homologación i-Size

Desde julio de 2013 está en vigor la nueva norma de homologación i-Size. Los cambios más significativos, con respecto a la ECE-R 44, son:

• Los productos deben superar una nueva prueba de impacto lateral.

• Los productos ya no se dividen en categorías de peso. El fabricante de SRI puede decidir para qué tamaños resulta adecuado su sistema de retención infantil, por ej. para un niño que mida entre 40 y 100 cm.

• Todos los niños deben viajar hasta los 15 meses en sentido inverso a la marcha (esto solo resulta de aplicación para los SRI que se homologuen a partir de la entrada en vigor de la nueva normativa, no para los productos que dispongan de una homologación ECE-R 44).

Sentados en dirección contraria a la marcha

Utilizar sistemas de retención infantil es clave para prevenir lesiones graves en caso de accidente de circulación, pero no es la única medida que hay que tomar. También es esencial que los niños vayan sentados en dirección contraria a la marcha todo el tiempo que sea posible, preferentemente en los asientos traseros y lo más alejados posible de los airbags frontales y laterales.

Esta es la principal conclusión a la que ha llegado Fundación Mapfre tras analizar las recomendaciones de seguridad vial de numerosas entidades de referencia internacional y consultar más de 4.000 documentos científicos sobre el tema.

Según esta investigación, los niños que viajan en su silla mirando hacia atrás están mucho más protegidos que los que circulan en asientos orientados hacia delante. Esta posición previene hasta el 95 % de las lesiones graves que sufre un menor, especialmente en la cabeza, el cuello y la espalda.

En caso de una fuerte deceleración, un frenazo o un golpe frontal, el daño causado por la inercia podría ser letal para ellos, pero al colocarse en sentido contrario de la marcha, este movimiento de reacción se ve contrarrestado por el propio respaldo de la sillita. Sentarse de esta manera es muy poco frecuente en España, pero muy habitual en países del norte de Europa en niños hasta los 4 años. También conviene recordar que los asientos infantiles orientados hacia atrás nunca deben instalarse en una plaza que disponga de airbag frontal, excepto si este ha sido debidamente desactivado.

Cuando el niño viaja mirando hacia delante, el asiento más seguro es el trasero, principalmente el central. Hay que tener en cuenta que si el niño se inclina hacia delante y está excesivamente cerca de un airbag en el momento de producirse un accidente, el riesgo de lesión es muy alto.

Para incrementar la seguridad infantil también es imprescindible que los niños viajen siempre en sistemas de retención infantil correctamente colocados, incluso en las distancias cortas, y que estos correspondan a su altura y peso.

Según Julio Laria, director general del Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre, “casi cuatro de cada diez accidentes infantiles mortales en 2010 ocurrieron cerca del domicilio del menor, en concreto a menos de 50 kilómetros del mismo, un hecho que resulta muy relevante si se tiene en cuenta que una de las excusas más utilizadas por los padres para no usar sillas infantiles es, precisamente, “la sensación de ausencia de peligro en las distancias cortas”. Hay que recordar que los niños hasta los 1,35 metros de altura deben viajar siempre con el sistema de retención infantil más conveniente.

El verano es la época del año en la que más niños menores de 14 años fallecen en accidente de tráfico. Muchos de ellos perdieron la vida el año pasado tras sufrir graves lesiones en la cabeza y el 40 % lo hizo por no llevar ningún sistema de retención. La mayoría de los accidentes mortales se produjeron en día festivo, a plena luz del día, mientras los niños viajaban con sus padres por motivos de ocio y por una carretera convencional con poco tráfico.

La seguridad vial infantil tiene que constituir una prioridad, principalmente porque la accidentalidad relacionada con el tráfico constituye la primera causa de muerte violenta en la infancia y porque los responsables de la seguridad de los niños son exclusivamente los adultos, sobre todo conductores y educadores.

Las mejores sillas de niños para el coche: Peg Perego Primo Viaggio con ISOFIX y la Kiddy Phoenix Pro

Protegen más a los niños

Una silla infantil colocada en los asientos traseros en el sentido contrario a la marcha.Viajar en una silla infantil en sentido contrario a la marcha reduce en un 75 % el riesgo de sufrir lesiones. El 19 % de los conductores ha sufrido una situación de riesgo al volante con niños a bordo, y un 50 % cree erróneamente que llevar al niño en sentido de la marcha es la forma más segura de orientar la silla.

El RACE ha realizado una prueba de impacto realizada dentro de la campaña “La seguridad responsable” que demuestra que el riesgo de daño en el cuello y la cabeza se multiplica cuando el niño viaja en sentido de la marcha. El RACE y CYBEX recomiendan llevar al menor en el sentido contrario a la marcha como mínimo hasta los dos años o hasta lo indicado por el fabricante de la sillita infantil.

Para mejorar la seguridad infantil, RACE y CYBEX, con la colaboración de la DGT, han estudiado la eficacia de llevar a los niños en sentido inverso a la marcha. Para ello, han estudiado los hábitos de más de 1.000 usuarios y se ha realizado una prueba de impacto que demuestra cómo una silla del grupo I en sentido inverso reduce los riesgos de lesiones en un 75 % respecto a una silla en sentido de la marcha. Para concienciar sobre su uso, se distribuirán medio millón de folletos informativos, y se potenciará la formación en los puntos de venta. Según los datos de la DGT, en España se produjeron un total de 5.126 víctimas, lo que supone una media diaria de 14 niños implicados en un accidente de tráfico. Mientras que el número de fallecidos se reduce, el número de víctimas aumenta.

Si tenemos en cuenta el uso de sistemas de retención infantil entre las víctimas que se produjeron en 2011, y analizando los datos publicados por la DGT, durante el pasado año aumentaron los niños heridos graves que no llevaban un sistema de retención en el momento en el que circulaban en un turismo o furgoneta, tanto en autovía, como en vías convencionales y por zona urbana.

El dato referido al número de víctimas por accidente de tráfico entre los 0 y los 14 años en el último decenio (2001 – 2010) alcanza la cifra de 1.150 niños muertos, produciéndose casi 60.000 víctimas de tráfico. Este dato supone, en un ejercicio comparativo, el total de niños de entre 0 y 14 años censados en 2011 en las provincias de Salamanca (41.000 niños) y Palencia (19.000 niños) juntos.

Por otro lado, y según distintos estudios, más del 90 % de los niños viaja en su sistema de retención infantil, sobre todo en vías interurbanas. ¿Por qué se produce entonces este alto número de víctimas? En muchos casos, una mejora en la colocación del sistema podría reducir el riesgo de lesiones. Para conocer más sobre la opinión de los responsables de la seguridad de los niños a bordo, RACE y CYBEX han realizado un estudio entre 1.000 conductores sobre los hábitos y costumbres a la hora de llevar a los pequeños en el vehículo.

Estudio sobre el uso de los sistemas de retención en un vehículo

Según se desprende del estudio, el 95 % de los encuestados reconoce llevar a los niños en su SRI, de los cuales un 52 % dispone de un sistema ISOFIX. Por relación de parentesco con los niños transportados, y como dato anecdótico, se ha detectado un incremento en el número de “abuelos” que llevan a los niños en el vehículo (sobre todo trayectos escolares), pasando de un 10 % en 2011, a un 19 % en 2012.

Respecto a la seguridad al volante, el 19 % de los conductores reconoció haber sufrido alguna situación de riesgo al volante con niños a bordo, de los cuales, el 3 % declaró no llevar un SRI en ese momento, poniendo el peligro la vida del menor. Sobre el riesgo de sufrir lesiones, el 50 % de los encuestados considera erróneamente que es más seguro llevar un niño en un SRI en sentido de la marcha; un 25 % de los usuarios no lo sabía, y tan solo un 21 % afirmaba con acierto que lo más seguro es llevar al pequeño en sentido inverso a la marcha. Estos resultados han sido claves para impulsar la segunda campaña RACE – CYBEX.

Pruebas de impacto en sentido de la marcha frente a golpes en sentido contrario

En la actualidad, todos los niños del grupo 0+ (de 0 a 13 kilos) viajan en sentido inverso, pero ¿qué sucede con los niños de entre 9 y 18 kilos? Los estudios internacionales sobre seguridad infantil, como los desarrollados en Estados Unidos o en Suecia, demuestran que los músculos del cuello de un niño soportan un peso muy grande, y que un esfuerzo o tensión elevados puede provocar daños, o incluso la muerte. Por este motivo, y para estudiar estos casos, se ha realizado una prueba de impacto para demostrar la eficacia de viajar en una silla del grupo I en sentido de la marcha frente a una del mismo grupo I en sentido inverso.

Se realizaron dos impactos dinámicos (o Crash Test) a 64 km/h con dos sillas del grupo I (de 9 hasta 18 kilos) homologadas. Las dos pruebas se realizaron por un laboratorio independiente bajo los mismos criterios, utilizando para ello un “dummy” de un niño de 18 meses situado en la plaza trasera, detrás del puesto del copiloto. En el impacto con un sistema de retención infantil en sentido de la marcha, la cabeza del niño se desplaza hacia delante tirando del cuello, sometiendo a este a una gran tensión al intentar mantener la cabeza en posición. Este hecho puede estirar la médula espinal y el cráneo puede quedar desvinculado, pudiendo ocasionar la parálisis o muerte del niño. Esto se suele denominar “decapitación interna”.

Las vértebras cervicales de los niños pequeños son inmaduras, están todavía en partes (unidas solo por cartílago), y pueden no ser suficientemente fuertes para proteger la médula espinal en un accidente de este tipo con el sistema de retención infantil en sentido de la marcha cuando la cabeza literalmente tira hacia delante del resto del cuerpo, el cual se encuentra sujeto por el arnés de la propia silla. De esta forma, la cabeza del niño, no retenida por nada, avanza violentamente hacia delante, traduciéndose esto en un gran incremento de riesgo de daño en cabeza, espina y cuello, lo cual se traduce en mayor riesgo de muerte o de parálisis.

En sentido contrario de la marcha, más protegidos
En un impacto frontal con el dispositivo de retención infantil en sentido contrario de la marcha, las cargas puestas en juego se distribuyen de manera más homogénea en espalda, cabeza y cuello (una gran parte del cuerpo), de forma que el estiramiento del cuello es mucho menor. Hay un gran contraste en cómo un niño está sujeto en un sistema de retención con arneses situado en sentido de la marcha. La posición del niño durante el impacto es más “natural”, puesto que no se produce ese avance característico de la cabeza que sí se produce en los sistemas de retención en sentido de la marcha con arneses.

¿Estás de acuerdo con llevar a los niños en sentido inverso a la marcha hasta los 4 años?

¿Estás de acuerdo con llevar a los niños en sentido inverso a la marcha hasta los 4 años?

El 63,3 % de los conductores está de acuerdo con la DGT de llevar a los niños de hasta 4 años en sentido inverso la marcha. Ahora deben ir en sentido contrario hasta los 15 meses de edad. Estos datos se extraen de una encuesta a más de 1.800 conductores con niños, revela que el 20 % de los conductores ha sufrido una situación de riesgo al volante con pequeños a bordo, y la mitad de los encuestados no conoce los riesgos de llevar a un menor en una silla sin respaldo.

Sin duda, la mejor forma de proteger a un pequeño cuando viaja en un vehículo es llevar siempre una silla de seguridad. Pero no es suficiente. RACE y CYBEX, en colaboración con la DGT, han estudiado como, dentro del uso de las sillas, existen formas de reducir aún más el riesgo de lesiones. Para ello, junto al estudio de más de 1.800 encuestas, se ha realizado una prueba de impacto en la que se demuestra cómo en un impacto lateral el daño en cabeza se multiplica por seis cuando el niño viaja en un alzador frente a un elevador con respaldo.

Estudio sobre el uso de los sistemas de retención en un vehículo
En esta tercera edición se ha realizado una encuesta a más de 1.800 conductores españoles que han llevado niños en el último año, incidiendo en los modos de transporte de los más mayores.

Entre los hábitos de desplazamiento, el 40 % recorre menos de 1.320 km al año (menos de 6 km diarios en jornada escolar), frente a un 15 % que hace más de 4.400 km al año (100 kilómetros semanales), de los cuales, un 4 % hace más de 8.800 km al año (200 kilómetros semanales).

Según se desprende del estudio, el 95 % de los encuestados reconoce llevar a los niños en su SRI, y un 58 % dispone de sistema de anclaje ISOFIX. Por relación de parentesco con los niños transportados, el número de “abuelos” que llevan a los niños en el vehículo se mantiene con respecto al 2012, con un 19 % de los casos. Respecto a la seguridad al volante, dos de cada 10 conductores reconoció haber sufrido alguna situación de riesgo al volante con niños a bordo, de los cuales, el 4 % declaró no llevar un SRI en ese momento, poniendo el peligro la vida del menor.

Sobre el riesgo de sufrir lesiones, los datos revelan que un 20 % cree que es más seguro un alzador sin respaldo a partir de los 25 kilos (lo que correspondería a un grupo 3), un 23 % no lo sabe, y un 6 % incluso considera que daría igual llevar un sistema con respaldo frente a uno alzador sin respaldo. El 51 % de los usuarios restantes si considera más seguro el respaldo.

En general, el 35 % de los usuarios considera que no dispone de suficiente información a la hora de comprar una silla. Pero ¿realmente tiene importancia llevar un respaldo en el caso de un accidente? Para conocer mejor sus consecuencias, y con la referencia de otros estudios internacionales, se realizaron unas pruebas de impacto simulando un choque lateral con los dos sistemas, un elevador con respaldo y un alzador.

Pruebas de impacto lateral de un elevador con respaldo frente a un alzador

Distintas investigaciones (Arbogast, Orzechowski, Newgard…) han demostrado que un impacto lateral es más peligroso que un impacto frontal, sobre todo para los niños. La mayoría de las lesiones analizadas como consecuencia de este tipo de accidentes se producen en la zona de la cabeza de los niños, provocadas por el golpe del menor contra la estructura interior del coche debido a su proximidad. Además, la posible protección que ofrece el airbag lateral se ve reducida por la altura del menor, que impacta contra la puerta fuera de la zona de influencia de un airbag pensado para adultos.

Para estudiar mejor las consecuencias, se realizaron dos impactos laterales dinámicos (o Crash Test) a 50 km/h con dos sillas, una de los grupos II – III (de 15 hasta 36 kilos) y un alzador del grupo III (de 25 a 36 kilos) homologadas bajo la norma R44/04.

Las dos pruebas se realizaron por un laboratorio independiente bajo los mismos criterios, utilizando para ello un dummy de un niño de 6 años situado en la plaza trasera, detrás del puesto del copiloto. En ningún caso se trataba de analizar la calidad de un producto, sino las diferencias en el uso de dos sistemas que están permitidos y homologados.

Un sistema de retención infantil sin respaldo (Gr. III – alzador) incrementa la altura del niño respecto al asiento original del vehículo y permite una mejor adaptación del cinturón de seguridad a la geometría correcta. No obstante, la ausencia de partes que protejan el tórax y la cabeza, frente a un choque lateral, hace que el niño se vea desplazado hacia la puerta y retenido únicamente en la zona de la pelvis. El cinturón se desliza sobre el hombro produciéndose un contacto de la cinta con el cuello del niño, golpeando la cabeza y el tórax del niño con la puerta. El criterio de daño en cabeza se multiplica por seis con respecto al mismo impacto del maniquí ubicado en un elevador con respaldo.

El elevador con respaldo (Gr. II – III) incorpora una protección frente a impactos laterales que mitiga el daño que se pudiera originar. La silla con respaldo incorpora unas guías que posicionan el cinto sobre el hombro del niño, adaptándose a su altura, y que en caso de un impacto lateral, permanece sobre el hombro del niño. Los apoyos del lateral del asiento, situados en todo el contorno del cuerpo (cabeza, tórax y pelvis) uniformizan las fuerzas de contacto y evitan la exposición del cuerpo a contactos directos con el lateral del vehículo. El niño permanece dentro de la silla en todo momento.

Durante el choque lateral, los ocupantes del vehículo se golpean contra las partes interiores. La corta distancia existente entre el pasajero y la estructura de la puerta, unido al hecho de que el cinturón hace un escaso trabajo de retención del tórax frente a movimientos laterales, aumenta el riesgo de daño.

Sillitas de coche ISOFIX, las más seguras y caras

Sillitas de coche ISOFIX, las más seguras y caras

Todas las sillas se pueden instalar en el coche con ayuda del cinturón de seguridad de los adultos, pero algunas tienen, además, un sistema de fijación especial, llamado ISOFIX, que va imponiéndose por las ventajas que entraña: mayor seguridad, instalación más sencilla… Su mayor pega es que solo puede usarse en coches preparados para recibirlo; ni siquiera todas las sillas ISOFIX sirven para todos los coches con sistema ISOFIX:

Tipos de sillas ISOFIX

* Las “semiuniversales” se instalan en el asiento gracias a dos anclas especiales y suelen llevar una pata antivuelco apoyada en el suelo del coche.

* Las “universales” añaden un tercer punto de anclaje: un cinturón llamado Top Tether, que se engancha en la parte trasera del vehículo. A partir de febrero del 2011, todos los coches que salgan de fábrica tendrán que llevar dos plazas preparadas para acoger este tipo particular de sillas ISOFIX.

Si usted tiene un coche con sistema ISOFIX y opta por una silla de este tipo, cerciórese de que puede efectivamente usarla en su coche, consultando la lista que debe mostrarle el vendedor o la página web de la marca. No obstante, no existe la silla infantil perfecta.

Tipos de grupos de sillas de coche

Existen varios grupos de sillas de coche (0, 0+, 1, 2 y 3) y cada uno corresponde a niños de cierto peso; por ejemplo, el grupo 0+ es el de los niños de hasta 13 kilos de peso. Además, hay sillas mixtas que tratan de servir a los niños a medida que crecen (grupo 0/1, grupo 1/2/3…).

Pues bien, los análisis demuestran que las sillas que tratan de dar servicio a niños de pesos muy distintos salen peor paradas tanto en lo que se refiere a la seguridad como a la facilidad de empleo (es difícil acomodar igualmente a un bebé y a un niño de 12 años).

Actualmente, pueden encontrarse en el mercado 5 tipos diferentes de sillas que se clasifican en función del peso y la talla del niño. Así hablamos de asientos del Grupo 0, del Grupo 0+, Grupo I, Grupo II y Grupo III.

– De 0 a 10 kg (asientos del Grupo 0): Están recomendados desde el nacimiento hasta los nueve meses de vida aproximadamente. Se colocan en los asientos traseros de forma transversal.

– Hasta los 13 kg (asientos del Grupo 0+): Su uso se recomienda desde el nacimiento y hasta, aproximadamente, los 18 meses de vida. Se pueden colocar tanto en los asientos traseros, como delanteros (siempre que estos últimos no tengan airbag) y en sentido contrario al de la marcha del vehículo.

– De los 9 a los 18 kg (asientos del Grupo I): Están recomendados desde los nueve meses y hasta los cuatro años aproximadamente. Se colocan en los asientos traseros en el sentido de la marcha del vehículo o en la parte delantera siempre que no haya airbag o que esté desactivado.

– De los 15 a 25 los kg (asientos del Grupo II): Se recomienda su uso desde los 3 a los 12 años. Se pueden colocar tanto en el asiento trasero como delantero y siempre en el sentido de la marcha del vehículo.

– De los 22 a los 36 kg (asientos del Grupo III): Estos están recomendados desde los 6 a los 12 años aproximadamente. Se colocan en el asiento trasero o delantero y en el mismo sentido de la marcha.

En la actualidad, se pueden encontrar en el mercado sillas combinadas que se adaptan a varios grupos a la vez.

También hay sillas que se van desmontando hasta convertirse en meros “elevadores”, es decir, en cojines que alzan a los niños de mayor tamaño para poderles colocar mejor el cinturón de seguridad de los adultos. No aconsejamos esta transformación porque la seguridad de la silla queda muy disminuida en caso de impacto lateral. La existencia de un respaldo con protecciones laterales protege mejor la cabeza y ayuda a que el niño mantenga una posición correcta, no solo en el momento del choque sino también en los instantes anteriores.

Consejos para un uso seguro

* Los niños de estatura inferior a 135 cm deben viajar obligatoriamente en sillas de coche homologadas: cualquiera es más segura que llevar a los niños atados con el cinturón de seguridad o peor aún, sueltos.

* Consulte las instrucciones antes de usar la silla por vez primera y guárdelas. No ensaye formas alternativas de instalar la silla y cambie sus piezas cuando y como indique el manual.

* Asegúrese de que la silla está bien anclada y ajuste el cinturón al cuerpo del niño; debe quedar liso y las hebillas no deben tocar las partes rígidas de la silla, pues su contacto podría abrirlas accidentalmente.

* Enseñe a su hijo a no manipular los mecanismos de la silla.

* No compre una silla de segunda mano cuyos antecedentes desconozca.

* Nunca ponga una silla en posición contraria a la marcha en un asiento delantero con el airbag activado; si se despliega puede ser mortal.

Sillas infantiles para coche más seguras

Investigadores de la Cátedra Applus+ en Seguridad del Automóvil de la UPC desarrollan un sistema que mejora la seguridad de las sillas para coche infantiles en los impactos frontales. Así, el equipo de investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona (ETSEIB) ha creado un limitador de carga que disminuye la presión en la región pectoral de los niños, puesto que absorbe parte de la energía del impacto frontal. El sistema reduce así la aceleración y, en consecuencia, el retorno del golpe, que produce graves lesiones infantiles en muchos accidentes.

El equipo de investigadores de la Cátedra Applus+ en Seguridad del Automóvil de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), dirigido por David Gallegos y Paco Liesa, ha desarrollado un limitador textil de carga para sistemas de retención infantiles con la empresa ISOFIX, las llamadas popularmente sillitas, que, al absorber parte de la energía que se produce en un accidente frontal, disminuye el riesgo de sufrir lesiones graves por parte de los niños, sobre todo en la región pectoral y del cuello.

El objetivo de la investigación ha sido crear un dispositivo textil que, instalado en los arneses superiores del sistema de retención infantil, reduce en un 50 % el tiempo durante el cual el niño o la niña experimenta aceleraciones elevadas en un impacto frontal. El objetivo es reducir la aceleración igual que hace el limitador de carga instalado en un cinturón de seguridad diseñado para adultos.

El dispositivo textil está formado por un conjunto de costuras que se coloca en la parte superior del arnés, que es la zona por la cual la fuerza se transmite a los anclajes del sistema del vehículo.

La clave en este proceso de innovación en los sistemas de retención infantil ha sido desarrollar un mecanismo que proporcione una distancia extra al arnés sin incrementar la posibilidad de que el niño tenga contacto con los elementos estructurales del vehículo.

La innovación parece, a primera vista, simple, pero esconde un complejo trabajo de investigación y estudios sobre diversos aspectos en forma de ensayos dinámicos y estáticos o análisis de microscopia electrónica. Además, el sistema tiene un coste de implementación muy reducido, no añade ningún componente extra al sistema de retención infantil y no modifica el proceso de colocación de la silla en el vehículo ni el del niño en esta.

A pesar de la existencia de este tipo de sistemas, todavía un 18 % de los niños viaja sin ningún tipo de sistema de retención infantil en la ciudad de Barcelona y su área de influencia, cifra que alcanza un 45 % cuando son tres o más los niños que viajan en el mismo vehículo.

Según el estudio previo al desarrollo de esta innovación de la Cátedra Applus+, los nuevos modelos de vehículos disponen ya en su mayoría del estándar ISOFIX, razón por la cual la búsqueda de nuevos sistemas e innovaciones que mejoren la seguridad debe tener en cuenta este estándar de fijación, que proporciona una unión rígida entre la carrocería y la sillita, lo que facilita además la correcta fijación del sistema de retención infantil.

Casi la mitad de los menores viaja en el coche sin las medidas de seguridad necesarias

Casi la mitad de los menores viaja en el coche sin las medidas de seguridad necesarias

Los accidentes de tráfico constituyen la primera causa de mortalidad infantil en los países de nuestro entorno y, aun así, casi la mitad de los niños viajan sin las medidas de seguridad necesarias para evitarlos. Más de 1.300 niños han perdido la vida en accidentes de tráfico en los últimos 8 años. El uso adecuado de las sillas de seguridad podrían evitar el 75 % de las muertes por esta causa y el 90 % de las lesiones.

Medidas de seguridad en el coche

Según el doctor Jordi Mateu, coordinador de la Comisión de Seguridad y Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría (AEP), “en torno al 40 % de los niños viajan sin los dispositivos de seguridad necesarios o haciendo un mal uso de ellos”. Quizás por ello, los accidentes en general (con los de tráfico a la cabeza) siguen cobrándose la vida en el 53 % de los fallecimientos infantiles de nuestro país.

Prevenirlos pasa, sobre todo, por aplicar una serie de medidas sencillas que evitarían, según los expertos, muchos de estos dramas. Así, se estima que el uso adecuado de las sillas de seguridad podría evitar el 75 % de las muertes por esta causa y el 90 % de las lesiones. Y es que, a pesar de todo y afortunadamente, no siempre tenemos que hablar de mortalidad en estos casos. Eso sí, muchos de los niños que sufren este tipo de accidentes acaban con secuelas. Según el doctor Mateu, “el 25 % de los niños que sufren un accidente de tráfico sufren secuelas de algún tipo que, en la mayoría de los casos son trastornos craneoencefálicos”.

En definitiva, las principales causas de los accidentes de tráfico en los niños se resumen en el incumplimiento de las recomendaciones de seguridad. “Cuando salimos de viaje hay que empezar a prepararlo desde que se sale de casa y hasta que se llega al sitio de destino. Esto pasa, por tanto, por acondicionar el automóvil con todas las medidas de seguridad necesarias para que el niño vaya protegido”, explica, por su parte, el doctor Jorge Parise, también miembro de la Comisión de Seguridad y Prevención de Accidentes de la AEP. En este sentido, el uso de las sillas de seguridad juega un papel muy importante que, además, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. “Hay que elegir el tipo de sillita en función de la edad, el peso y la talla del niño”, señala el experto.

El 11 % de los conductores con niños reconocen no usar Sistemas de Retención Infantil

En España, los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte en los niños de hasta 14 años (48 %), seguido de los accidentes domésticos (45 %), y está comprobado que, con una buena información, concienciación y con la utilización de los sistemas de seguridad infantil, esta cifra podría reducirse considerablemente. De hecho, el 75 % de las muertes y hasta un 90 % de las lesiones se podrían evitar si los padres colocaran correctamente las sillitas de sus hijos.

Fundación Mapfre y Ford han presentado hoy un estudio sobre niños y seguridad, un informe que ha evaluado el uso de los sistemas de retención infantil así como la percepción y el conocimiento de los conductores respecto al uso de estos dispositivos. A raíz de este estudio, Fundación Mapfre y Ford ponen en marcha una campaña para elevar el uso de estos sistemas, gracias a la cual los padres podrán adquirir una silla infantil homologada sin ningún coste.

El estudio que ha elaborado el Instituto de Seguridad Vial de FUNDACIÓN MAPFRE confirma que en un 75 % de los casos, se dispone en los vehículos los sistemas de seguridad infantil. Sin embargo, estos sistemas no se utilizan en todos los casos y un 11 % de los encuestados reconoce abiertamente que no los usa siempre o incluso nunca. Curiosamente, 3 de cada 4 personas que reconoce no utilizar estos sistemas son hombres. Las razones para no utilizarlos se centran en aspectos como que “el trayecto es corto” (38 %) o “por pereza” (20 %).

No obstante, en los casos en que se utilizan estos mecanismos se hace principalmente por seguridad (83 %), frente a la obligatoriedad (10 %).

El informe también muestra el desconocimiento que existe por parte de los padres sobre aspectos relacionados con la seguridad vial. Por ejemplo, el 62 % de los encuestados con niños menores de 12 años reconoce no saber hasta qué altura es obligatorio el uso de Sistemas de Retención Infantil y un 35 % desconoce si sus hijos reciben educación vial en el colegio. Sin embargo, 3 de cada 4 padres sostiene que la seguridad vial es un tema suficientemente importante como para que forme parte de los programas educativos.

Este estudio ha servido para comparar actitudes respecto al que ya realizó FUNDACIÓN MAPFRE hace cuatro años. Esta comparación pone de manifiesto que se ha producido una mejora en la concienciación y la utilización de los sistemas de retención infantil, que se ha elevado desde el 69 al 89 % en cuatro años. También se ha incrementado, desde el 41 al 53 %, el conocimiento y la preocupación que los padres tienen sobre la educación vial que sus hijos reciben en el colegio.

Asimismo, el estudio pone de relieve que los niños son excelentes consejeros de seguridad vial y que el porcentaje de menores que dan consejos a los mayores, tanto cuando estos conducen como cuando son peatones, se ha elevado considerablemente. Por último, se ha demostrado que el conocimiento sobre hasta cuándo es obligatorio el uso de esos sistemas sigue siendo bajo, aunque ha aumentado desde el 57 % en 2005 hasta el 62 % en 2009.

Un bebé sin protección en un accidente de coche a 64 km/h recibe el mismo impacto que una caída desde un tercer piso

Durante el año 2008, en España fallecieron en accidente de tráfico 84 niños menores de 14 años, de los cuales 54 fueron en carretera y 30 en zona urbana. Por ello, CHICCO y el RACE, con la colaboración de la Asociación Española de Pediatría, lanzan su campaña “La Seguridad es un viaje que se inicia desde niño”, con el objetivo de aumentar la seguridad infantil en lo que hoy en día es la primera causa de muerte en menores de 12 años. Para ello, durante la campaña se distribuirá material divulgativo, se mostrarán vídeos formativos para los padres, y se realizará una acción didáctica en varias Comunidades Autónomas mediante un stand con monitores para explicar el correcto uso de las sillitas y los sistemas de retención infantil.

Como parte de la campaña se ha realizado un informe donde se han analizado los datos de siniestralidad infantil en España y se ha realizado un crash test en el que se ha demostrado la eficacia de los sistemas de retención frente a conductas de riesgo, como llevar a un niño en brazos.

Si se estudian los datos de siniestralidad, el turismo es el principal causante de la mortalidad infantil, sobre todo en los primeros estadios de edad. En el tramo comprendido entre el recién nacido hasta 1 año se produjeron 412 víctimas de accidentes de tráfico, con el resultado de 10 fallecidos totales y de los cuales 9 muertos en este intervalo de edad lo fueron como ocupantes de un turismo.

Con esta campaña de concienciación sobre la necesaria protección de los más pequeños en el vehículo se ha querido conocer a través de una investigación y un impacto dinámico (Crash Test) las consecuencias de un choque frente a otro vehículo en cuyo interior viaja un niño en brazos, una actitud que muchas veces se repite sobre todo en las salidas de los hospitales tras dar a luz.

La prueba, desarrollada por la Fundación CIDAUT (Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía) consistió en un choque a 64 km/h con un niño de 18 meses correctamente atado en su SRI del grupo I y un bebé de 0 meses en brazos de su madre. Para el primero de los casos, se pretendía analizar el resultado de un impacto a más velocidad de la exigida por la homologación y el estado del sistema tras el impacto; en el segundo de los casos, se trató de estudiar las consecuencias del choque y la nula retención del niño.

Los resultados revelaron que resulta imposible retener al bebé, que recibe varios impactos contra el salpicadero, para acabar rompiendo el parabrisas con la espalda. Las consecuencias fueron daños mortales incluso desde los primeros impactos: el golpe que recibe el bebé equivale a una caída desde un tercer piso. Por el contrario, el niño de 18 meses protegido en su sillita no sufre daño alguno. Tras el análisis, no se observan daños estructurales en el sistema de retención, soportando bien las aceleraciones bruscas del impacto.

Análisis europeo de accidentalidad infantil
Dentro de las acciones previstas para la campaña, se quiso conocer la situación sobre la seguridad infantil en otros países de Europa, a través de los datos recopilados por la red europea de Clubes Automovilísticos.

Si consideramos el porcentaje de accidentes con menores implicados con respecto del total de accidentes de tráfico, España se sitúa en la posición novena del total, sin considerar los datos de Italia ni Bélgica por no ajustarse al sistema de comparación. Así, los datos revelan cómo en el 2,6 % de los accidentes mortales de tráfico en España resulta fallecido un menor de 15 años.

Si se tienen en cuenta los valores absolutos de las estadísticas, esto es, la cifra de menores implicados en accidentes mortales, España se sitúa en la undécima posición, tras Hungría.

Francia se posiciona como el país con mayor número de menores fallecidos por accidente de tráfico, con 131 accidentes mortales en 2008, aunque se observa una importante reducción con respecto al año anterior, en los que se produjeron 174 accidentes mortales en menores de 15 años. En sentido contrario, merece la pena destacar el aumento considerable de este tipo de siniestros con menores en el Reino Unido, donde se ha visto incrementado en 33 accidentes mortales, pasando de 91 a 124 los siniestros.