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Ventajas y diferencias entre car sharing y ride sharing

Ventajas y diferencias entre nuevos términos como ‘car sharing' y ‘ride sharing'
NOTICIA de Javi Navarro
18.04.2012 - 18:16h    Actualizado 31.01.2023 - 10:42h

Según datos del Instituto Nacional de Estadística en su Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), tras la vivienda, los gastos del coche consumen la mayor parte de la renta disponible, en concreto un 18 % del presupuesto de un hogar medio. “Tener coche propio nos cuesta entre 5.000 y 7.000 euros al año entre gasolina, aparcamiento, mantenimiento, seguro, depreciación, limpieza e impuestos de circulación”, asegura Ian Paterson, socio fundador de Respiro. “De media un coche permanece aparcado el 97 % de su vida útil, por lo que el vehículo privado supone una fuente constante de gastos”. El car sharing supone un ahorro de hasta 5.000 euros al año aparte de la reducción de emisiones de CO2. El ride sharing permite compartir gastos entre conductor y pasajeros. Las alternativas al coche privado pueden permitir ahorrar.

En ese sentido, para aquellos que conducen menos de 1.000 kilómetros al mes, “el uso del vehículo privado es irracional o un capricho caro”. Por ello plantea otras alternativas que “aparte de ahorrar dinero son más sostenibles”.

Car sharing: el coche compartido en tu barrio
El car sharing o coche multiusuario ofrece a los socios usuarios acceso a un vehículo de bajas emisiones en su barrio mediante una tarjeta inteligente con pago sólo por las horas que usan el coche. Este tipo de servicio está orientado a todos los conductores que no llegan a los citados 1.000 kilómetros al mes de uso de su automóvil.

En palabras del responsable de Respiro, “el objetivo es mantener el acceso inmediato a un coche muy cerca de ti y eliminar todos los inconvenientes como son el gran importe inicial de la compra más los costes y pérdidas de tiempo que conllevan garaje, gasolina, seguro, mantenimiento, limpieza, impuestos etc”. A ese respecto, “el ahorro para nuestros socios se encuentra entre 3.000 € y 5.000 € al año”. Por eso “ya son más de 500 empresas y más de 3000 particulares en Madrid que han cambiado al car sharing”.

En comparación con el coche de alquiler tradicional también hay tres ventajas básicas. Primero, “la proximidad, el coche compartido está ya en tu barrio y accedes directamente con tu tarjeta inteligente”, reconoce Paterson. Segundo, la facilidad de uso ya que las reservas, por horas o por días, y la facturación son online e inmediatas. Por último, el ahorro y transparencia de precios. En contraste con el coche de alquiler tradicional que es muy difícil saber realmente lo que vas a pagar, “el sistema Respiro es todo incluido sin costes adicionales imprevistos”, señala.

También en el plano medioambiental estudios demuestran que el uso más racional que conlleva car sharing quita de la circulación más de 15 vehículos privados y supone “una reducción de emisiones del 76 %”, argumenta.

Gastos compartidos en el ride sharing
Hay otras variedades como el ride sharing, que consiste en que varias personas -conductores y pasajeros- se ponen de acuerdo para compartir ruta y gastos del viaje. Esta modalidad permite a los conductores un ahorro de hasta el 75 % de los gastos de desplazamiento, mientras que los pasajeros pueden acceder a ofertas de viaje muy competitivas para todo tipo de trayectos: diariamente al trabajo o la universidad o en puentes y fines de semana. “Viajar en coche compartido permite ahorrar en gastos más de 2.000 euros al año para un trayecto diario de 20 kilómetros entre el lugar donde se vive y el trabajo”, precisa Vincent Rosso, country manager de BlaBlaCar en España y Portugal, red social para compartir coche.

Compartir coche también es una medida muy beneficiosa para el medio ambiente, puesto que el aumento en la ocupación de los vehículos permite “optimizar el uso del coche y viajar de un modo más ecoresponsable”, añade Rosso. Algunos organismos institucionales fomentan esta opción a través de los carriles exclusivos para vehículos de alta ocupación o carril Bus-vAO, permitiendo reducir los tiempos de transporte y las emisiones de gases de efecto invernadero. Tal es el caso de BlaBlaCar, con más de 500.000 toneladas de CO2 ahorradas hasta el momento en 10 millones de viajes.

En ambos casos la filosofía es que “los gastos de los vehículos sean compartidos”, recuerda Paterson. Incluso se puede combinar las opciones, por ejemplo cuando alguien reserva un coche respiro y luego anuncia la posibilidad de compartir el viaje previsto a través de BlaBlaCar.es.

Coche de renting: una opción con gastos mensuales fijos
Por último, el coche de renting queda como una opción de alquiler a largo plazo. A cambio de una cuota mensual, esta alternativa da derecho al uso y disfrute de un coche durante el plazo establecido, e incluye una serie de servicios, como por ejemplo seguro, reparaciones, pago de impuestos y vehículos de sustitución. La ventaja principal es la posibilidad de disfrute del vehículo sin tener que realizar un desembolso importante al principio. De esta manera, el renting proporciona mayor liquidez.

Al realizar una operación de renting se puede acceder a descuentos que en la compra del vehículo a nivel personal no se conseguirían. Los costes de mantenimiento y averías, seguro, etc. no supondrán “sustos” en la economía familiar o en los presupuestos de las empresas, y la cantidad mensual a abonar por dichos conceptos es fija durante el plazo contratado.



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