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Más de la mitad de deportistas olímpicos mantiene encendida la llama durante las competiciones

Más de la mitad de deportistas olímpicos mantiene 'encendida' la llama durante las competiciones
NOTICIA de Javi Navarro
07.08.2012 - 17:29h    Actualizado 03.11.2021 - 14:40h

No existe prueba alguna de que tener relaciones influya negativamente en el rendimiento deportivo. De hecho, más de la mitad de los deportistas olímpicos tiene relaciones, porque aunque la cuestión de si tener o no sexo antes de competir en deporte de élite siempre ha estado presente, no existe explicación científica que constate su negatividad. Cuando se inauguraron las Olimpiadas de Londres, la organización repartió más de 150.000 preservativos entre los 10.500 deportistas, “lo que revela que las relaciones sexuales no están tan exentas del deporte olímpico como se piensa”, explica Marta Abril, relaciones externas de la franquicia española SexPlace.

“Son muchos los entrenadores que creen que el hecho de no permitir tener sexo a los deportistas motiva y los hace más competitivos logrando mejores resultados”, destaca Abril. Pero la mayor parte de los deportistas restan importancia a la opinión de algunos expertos que recomiendan ‘aparcar’ el sexo durante la competición.

Según los datos que maneja SexPlace, lo importante es mantener los hábitos de cada deportista. El sexo no tiene por qué influir negativamente en los resultados deportivos siempre y cuando los deportistas estén habituados a ello.

Beneficios antes de la competición
“Son muchos los deportistas olímpicos que se han pronunciado en los últimos días sobre este tema. El último el medallista olímpico americano Ryan Lochte. Que afirma que entre el 70 al 75 % tiene relaciones sexuales”, añaden desde SexPLace.

Mantener relaciones sexuales antes de hacer deporte no afecta a la fuerza ni a la resistencia y ayuda al deportista a estar más relajados. Además, con la excitación el cuerpo libera testosterona, hormona determinante en el rendimiento deportivo ya que puede aumentar la masa muscular, el impulso competitivo y la fuerza del deportista.