>
Compartir
WhatsApp

Cómo dejar la cocaína

Cómo dejar la cocaína
NOTICIA de Javi Navarro
07.09.2016 - 17:37h    Actualizado 09.07.2023 - 16:36h

¿Es posible dejar la coca? El consumo de drogas está a la orden del día. Y también dejar las drogas, porque es un problema que puede afectar a personas de todas las edades y que cada vez se hace más y más común. Los motivos por los que las personas quieran saber cómo dejar la cocaína se deben a que caen en todo tipo de adicciones, entre las que se encuentra la adicción a la cocaína, por motivos muy diversos, como son dejarse llevar para olvidar los problemas del día a día, adquirir valor y arrestos para afrontar situaciones que no nos creeríamos capaces de afrontar sin esas sustancias… La complicación surge cuando las sustancias, en este caso, la cocaína, ya se convierte en una necesidad diaria y no se es capaz de comenzar con los quehaceres diarios sin ese ‘chute’ diario. Momento para decidirse y seguir nuestra guía sobre cómo dejar la coca solo. Te dejamos algunos consejos para dejar la cocaína.

Dejar la cocaína

La adicción a la cocaína supone un problema doble. Por un lado, el coste económico es altísimo y puede llegar a arruinar al adicto. Y eso por no hablar de los problemas derivados sobre cómo dejar la cocaína; en segundo lugar, de salud que puede originar. Algunos de los síntomas de la adicción a la que te van a indicar los perjuicios que la cocaína está produciendo en tu organismo, son los siguientes:

Adicción cocaína síntomas

La cocaína tiende a acelerar todo tu cuerpo. Hablas más rápido, piensas más rápido, hay tendencia a la hiperactividad… Esto conlleva una alteración en el comportamiento, alternando episodios de irritabilidad con momentos más “normales”.

Las alteraciones del sueño son frecuentes en personas adictas a la cocaína, tanto por exceso como por defecto. Es habitual también la existencia de pesadillas.

Los efectos de la cocaína son brutales en tu organismo. Por ejemplo, el consumo de cocaína esnifada puede llegar a destruir el tabique nasal, provocando hemorragias profusas y continuadas. También pueden producir anosmia o pérdida del olfato. De igual modo, la rinorrea o moquita acuosa es frecuente en la adicción a la cocaína por vía nasal.

El hiperestímulo psicológico es muy habitual y frecuente, pero su umbral va siendo cada vez más bajo. Es decir, que cada vez se va a necesitar más dosis para conseguir el mismo efecto de euforia y energía.

A nivel cardíaco, la cocaína provoca un aceleramiento de su funcionamiento e incrementa el riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Esto puede causar trombos que, de alojarse en el cerebro, pueden provocar infartos cerebrales.

La sensación de euforia que provoca el consumo de cocaína puede provocar una disminución del apetito, con lo que el peso corporal se reduce, dando al adicto un aspecto demacrado y enfermizo.

Una tendencia que vuelve a aumentar con drogas como el tusi, la cocaína rosa de moda más cara que es una mezcla entre LSD y éxtasis. Lo que provoca efectos alucinógenos y sensación de euforia.

Cocaína por vena

En el caso de que el consumo de cocaína sea inyectado, aparte de las inevitables marcas de pinchazos en los brazos, se corre el riesgo de contraer enfermedades como el VIH o la Hepatitis. Eso supone un problema añadido, puesto que son enfermedades fácilmente contagiables a la pareja o parejas sexuales del adicto.

Ya sabemos que los problemas con la cocaína son sobre todo físicos. Y los problemas psicológicos tampoco son menores, puesto que el adicto se suele sentir culpable por el consumo de esta sustancia, lo que ocasiona depresión, ansiedad y otros problemas psicológicos.

Desintoxicación de la cocaína: tratamiento para dejar la cocaína

Entonces llegamos al punto más importante que es el del tratamiento para dejar la cocaína. Para conseguir desengancharse de las adicciones de cualquier tipo, lo primero es querer y saber cómo dejar la coca. Si no se tiene la voluntad de abandonar el consumo, cualquier intento de tratamiento de desintoxicación cocaína va a fracasar. El adicto debe darse cuenta de que el consumo de cocaína está produciéndole un problema y, por ende, debe querer abandonar ese hábito nocivo.

Una vez que el adicto ha reconocido que lo es y que quiere saber cómo dejar la cocaína, debe ponerse en manos de profesionales que le asesorarán acerca del tratamiento más adecuado. El proceso de desintoxicación de la cocaína es un compendio de varias esferas. No va a servir de nada abordar el problema psicológico sin tratar el físico y el social. Un dicho que ilustra a la perfección la primera parte del tratamiento es “quien evita la ocasión, evita el peligro”.

Evitar antiguas amistades

Para lograr desengancharte de las drogas, en este caso, de la cocaína, debes alejarte del entorno social en el que conseguías la sustancia. Los ambientes nocturnos, amigos o personas que te proporcionaban la droga deben desaparecer de tu vida. Este punto no admite discusión de ningún tipo.

La abstinencia de la sustancia va a provocar efectos en tu organismo que pueden ser difíciles de controlar. En este punto debes pedir ayuda a tu médico que te prescribirá fármacos para controlar tu ansiedad y los posibles arranques de ira que puedes tener provocados por la falta de la cocaína. Tal vez se haga necesario el uso de un estabilizador del ánimo, que te ayudará a sobrellevar los altibajos emocionales a los que posiblemente tengas que enfrentarte.

La alimentación, primordial

Un consumo de frutas y verduras de forma regular te ayudarán a sentirte mejor y verte mejor. Debe ser una rutina diaria; la realización de cinco comidas diarias te va a ayudar a fortalecer tu sistema inmunitario y afrontarás el tratamiento con más optimismo.

El consumo de alcohol, frecuentemente ligado al consumo de cocaína, debe ser evitado para eliminar esa asociación nociva de nuestra vida. Bebe agua, zumos, bebidas energéticas. Te aportarán vitalidad y fortaleza.

Mantente ocupado

Emplea tu tiempo en hacer cosas que siempre te han gustado. Hobbies, acciones de voluntariado, lectura. El deporte es altamente recomendable para quemar adrenalina y llenarte de energía positiva. Tus amigos van a ser un pilar de apoyo fundamental en tu tratamiento de desintoxicación de la cocaína.

El tratamiento psicológico también es fundamental. La intervención de un profesional es imprescindible para el desahogo del adicto y su buena salud mental. Es importantísimo que entienda que su vida va a ser más plena, más sana y más completa sin las drogas.

También existen organismos como Narcóticos Anónimos que se pueden encontrar en diferentes puntos de España y en los que los afectados se reúnen para dialogar y contarse sus problemas, muy parecido a la organización Alcohólicos Anónimos. Estas organizaciones no tienen ánimo de lucro, por lo que no te costará dinero acercarte a sus reuniones. Dispones de centros donde se hacen reuniones de Narcóticos Anónimos en Madrid, Sevilla, Barcelona, Ibiza, Cádiz, Málaga, Canarias, Huelva, Vizcaya, Jaén…

Y también existen centros de desintoxicación privados, estos sí que tienen coste, que te ayudan ante la titánica tarea de saber cómo dejar la cocaína solo.

Luz contra la adicción a la cocaína

Gracias a la estimulación lumínica, investigadores han analizado los cambios neuronales que se producen durante el consumo de drogas y ha demostrado la eficacia de un tratamiento contra la adicción en ratones. En el experimento, las conexiones neuronales de los ratones cambiaron por efecto de la cocaína y les provocaron los comportamientos compulsivos típicos de la adicción, pero después las conexiones se pudieron restaurar.

“Primero suministramos cocaína a los ratones para potenciar determinadas conexiones neuronales y cambiar su conducta. Después, estimulándoles con luz, conseguimos normalizar sus sinapsis de nuevo y debilitar la comunicación neuronal hasta los niveles iniciales, antes de que el animal hubiese consumido droga”, explican los investigadores.

El equipo de Christian Lüscher, investigador de la Universidad de Ginebra (Suiza), ha demostrado que si las drogas dejan huella en el cerebro y provocan cambios en la conducta, también que a partir de la exposición a la luz también se consiguen activar células nerviosas de ratones sin fármacos, solamente por manipulación optogenética. “La precisión del tratamiento nos hace pensar que los efectos secundarios deben ser menores, pero aún no podemos asegurarlo”, explica Lüscher.

“Los efectos secundarios son un punto importante, sobre todo en tratamientos a largo plazo. Por ejemplo, el calor de la luz y los daños en el material genético pueden ser dos consecuencias potenciales”, continúa Deisseroth.

El científico ha participado en la sesión sobre recompensa, toma de decisiones y redes motoras del FENS 2012, en Barcelona. Todas las ponencias llevaban el sello de Karl Deisseroth, investigador de la Universidad de Stanford (EE. UU.) y uno de los padres de la técnica del año 2010, según la revista Nature Methods. “La optogenética no es la única metodología, pero comenzamos a aprovechar todo su potencial”, dice Robert C. Malenka, investigador de la Universidad de Stanford (EE. UU.).

La dopamina no sabe de consecuencias

El mecanismo que se activa cuando se adquiere una dependencia cuenta con un neurotransmisor clave. “Hemos demostrado el papel fundamental de la dopamina en la adicción”, dice Lüscher. A la dopamina se la conoce como ‘la hormona del placer’, pero desde hace años los neurocientíficos se refieren a ella como el motor de la motivación porque moviliza el sistema de recompensa.

La dopamina no se libera en grandes cantidades ante las acciones más cotidianas, sino cuando recibe una motivación fuerte. Y, en ese momento, el sujeto todavía desconoce si le reportará un estímulo positivo o negativo. “La neurociencia no ha diferenciado demasiado la liberación de dopamina en situaciones de recompensa y aversión porque muchos no le veían ningún sentido”, conviene Malenka. En cambio, “el dolor y el placer están muy cerca uno de otro y un estímulo con efectos adversos también puede ser la causa de la liberación de dopamina”, explica.

Si consumes cocaína o heroína, olvídate de encontrar trabajo

Si consumes cocaína o heroína, olvídate de encontrar trabajo

¿Te estás planteando dejar la cocaína? Los adictos a la cocaína y la heroína tienen un 60 % menos de probabilidades de encontrar trabajo. Investigadores gallegos han analizado datos proporcionados por el Servicio Gallego de Salud y han demostrado que la probabilidad de que un adicto a drogas ilegales sea contratado es un 58,4 % menor que la de otro aspirante.

Este trabajo, publicado en la revista Applied Economics Letters, analiza el impacto del uso de drogas que crean dependencia en la posibilidad de ser seleccionado por una empresa.

Los investigadores han tenido en cuenta únicamente las “drogas clasificadas como de dependencia”, explica María Berta Rivera, una de las autoras del estudio e investigadora de la Universidad de La Coruña. Los casos se refieren al consumo de heroína, de cocaína, de aquellas sustancias cuya base es la cocaína, y los consumos mixtos de ambos tóxicos.

Los casos utilizados en el ensayo fueron extraídos de los registros clínicos de las Unidades Asistenciales de Drogodependencia (UADs) del Servicio Gallego de Salud, cuyo personal realiza encuestas a los pacientes en el momento en que son ingresados.

Los expertos seleccionaron aquellos usuarios clasificados como “consumidores problemáticos –aclara Rivera–. Hemos utilizado únicamente los casos de empleo patológico de drogas, es decir, con una frecuencia diaria”, añade la científica.

Los autores consideran que desde un punto de vista socioeconómico, los resultados revelan el gran coste individual y colectivo que originan los problemas de salud y sociales asociados al consumo habitual de drogas ilegales.

“Es una productividad perdida, puesto que, en su mayoría, estamos hablando de población joven en edad de trabajar”, recalca la investigadora.

Drogas y encontrar trabajo no van de la mano

“Para estudiar la relación entre variables se utilizan modelos de tipo probabilístico”, explica Rivera. La dificultad de este tipo de análisis radica en determinar la dirección que toma la dependencia entre dos o más factores. En el caso del consumo de drogas y el trabajo, “puede existir una relación bidireccional entre ambas variables —aclara la investigadora—. En este caso, la influencia sería recíproca. ¿Tiene un desempleado mayores incentivos para ser consumidor o es el consumo el que determina la capacidad de empleo?”.

“La metodología que hemos utilizado permite establecer la relación en el sentido de la segunda afirmación, y, por lo tanto, poder obtener las conclusiones expuestas en el artículo”, recalca Rivera. El consumo de drogas es lo que se denomina una variable endógena, es decir, está determinada por otras magnitudes que deben introducirse a su vez en el modelo inicial.

Entre ellas se encuentran la edad a la que comenzó la adicción. “Un inicio temprano en el consumo de drogas tiene efectos importantes en la empleabilidad futura”, aclara Rivera. El nivel de educación “influye de manera positiva en la reducción de la probabilidad de ser un consumidor frecuente de drogas de dependencia” y el estado civil “también determina la probabilidad de consumo de drogas y su intensidad”.

Además, los autores tuvieron en cuenta la salud de los usuarios. “El padecimiento de enfermedades crónicas, como el VIH o la hepatitis, reduce la probabilidad de estar trabajando”, señala.

El modelo probabilístico demostró que todas estas características del adicto reducen la probabilidad de que sea seleccionado para trabajar en una empresa, lo que permite a los expertos afirmar que es el consumo de drogas el que afecta de manera negativa a la probabilidad de encontrar un empleo.

Cannabis y cocaína, las drogas más consumidas en España según el análisis del agua que se va por los desagües

Por increíble que parezca, científicos de centros de investigación y universidades de 11 países europeos han realizado un estudio comparativo sobre el consumo de drogas ilícitas en 19 ciudades del continente ¡a través de las aguas residuales! En España se consume más cannabis y cocaína, aunque menos metanfetaminas y éxtasis, que en otros países europeos. Así lo refleja dicha investigación, que se ha basado en el análisis de aguas residuales a través de biomarcadores urinarios, con los que se puede detectar de forma fiable el consumo real de drogas en una ciudad.

Los resultados, que se publican esta semana en la revista Science of the Total Environment, revelan que el consumo de cocaína y cannabis en España es superior al de otras drogas como metanfetaminas y éxtasis, respecto a otras ciudades europeas. En concreto, se han analizado las aguas de Barcelona, Castellón de la Plana, Santiago de Compostela y Valencia.

Las instituciones españolas que han participado en el estudio son el Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas de la Universitat Jaume I de Castellón (investigador Félix Hernández), el Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Valencia (Yolanda Picó), el Departamento de Química Analítica de la Universidad de Santiago de Compostela (Benito Quintana) y el Departamento de Química Ambiental del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del CSIC en Barcelona (Miren López de Alda).

Para realizar esta investigación, promovida por el Instituto Noruego para la Investigación sobre el Agua (NIVA) y el Instituto Mario Negri de Investigación Farmacológica de Milán, los participantes recogieron muestras de aguas residuales urbanas a lo largo de una semana en marzo de 2011. En estas muestras se analizaron biomarcadores urinarios de cocaína, anfetamina, éxtasis, metanfetamina y cannabis.

Resultados
Con los datos se ha estimado el consumo de estas drogas por la población de cada una de las 19 ciudades y los resultados se normalizaron de acuerdo al tamaño de la ciudad estudiada. Esto significa que grandes ciudades, como Londres o Barcelona, pueden compararse directamente con ciudades más pequeñas como Castellón o Santiago de Compostela.

Según el trabajo, el mayor consumo de cocaína —expresado en miligramos consumidos al día por cada 1.000 habitantes— corresponde a Amberes, seguido de Ámsterdam, Valencia, Eindhoven y Barcelona. En cuanto a Castellón, el consumo es semejante al de ciudades como Utrecht o Londres, y ligeramente superior al de Santiago, el cual se encuentra al nivel de París, Milán o Bruselas.

El mayor consumo de cocaína corresponde a Amberes, Ámsterdam y Valencia
Los datos también revelan el consumo de cocaína en los países nórdicos puede considerarse bajo. Se estima que en Europa se consumen unos 356 kilogramos por día, lo que representa aproximadamente entre el 10 y el 15 % del total de cocaína consumida en todo el mundo, según las estimaciones de la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Crimen Organizado.

En contraste con la cocaína, el consumo de metanfetamina es mayor en el norte y noroeste de Europa, principalmente Escandinavia y República Checa. En general, dentro del grupo de drogas relacionadas con la anfetamina, son la metanfetamina y la propia anfetamina las que predominan en las aguas residuales europeas. En Castellón, ninguna de estas dos drogas se detectó en las aguas, mientras que Barcelona, Valencia y Santiago presentaron niveles semejantes correspondientes a consumos intermedios/bajos, inferiores a los observados en ciudades del norte de Europa.

Éxtasis y cannabis en los Países Bajos
Por lo que respecta al consumo de MDMA, conocido como éxtasis, en Castellón también parece ser muy bajo, puesto que no se llegó a detectar en las aguas residuales. En Valencia y Santiago el consumo de éxtasis es aproximadamente la mitad del de Barcelona, pero en cualquier caso queda lejos del observado en países como Holanda y Bélgica.

Por su parte, el consumo más alto de cannabis corresponde a Holanda, registrándose el máximo en la ciudad de Amsterdam, seguido de Francia y España. Los investigadores consideran que en el caso de España, por su posición estratégica en el tráfico de marihuana, supone un mercado importante de esta sustancia. Además, de Barcelona, ciudades más pequeñas como Castellón y Santiago muestran niveles relativamente altos de consumo de cannabis, ligeramente superiores en consumo per cápita al de Valencia.

Los promotores de la investigación recuerdan que los programas de vigilancia del consumo de drogas son de gran utilidad para el desarrollo de políticas policiales eficientes y para evaluar la efectividad de las políticas actuales en cuanto a la lucha contra la drogadicción.

Metodología innovadora
Hasta la fecha, el método más habitual para medir el consumo de drogas está basado en la realización de encuestas. Estos estudios se realizan a diferentes sectores de la sociedad, incluyendo consumidores de drogas con distintos grados de adicción, así como a la población en general. También se obtiene información adicional de los datos policiales sobre decomisos de drogas, junto con información de los hospitales sobre ingresos y otros datos médicos.

Sin embargo, hay una notable incertidumbre en cuanto a estos datos debido a la menor fiabilidad de los estudios basados en encuestas, más cuando se trata de drogas de abuso que son ilegales. Además, los resultados obtenidos se circunscriben a períodos de tiempo largos (anuales) y zonas geográficas grandes (por lo general Estados).

La aproximación utilizada en esta investigación, analizando las aguas residuales obtenidas en las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR), ha permitido a los centros obtener datos muy fiables en tiempo real sobre el consumo total de las drogas investigadas, indican los responsables del estudio.

Investigando el agua residual se puede detectar una retirada masiva de drogas por los desagües
Kevin Thomas, investigador del NIVA que ha coordinado este proyecto cooperativo, opina que los análisis de aguas residuales aportan información relevante a los métodos de estimación que existen en la actualidad. “A través de la investigación del agua residual podemos tener una estimación sobre el consumo de drogas en una ciudad. Además, podemos medir de forma rápida cambios en los hábitos de consumo en un corto periodo de tiempo”.

“Por ejemplo, se puede determinar si ha habido una retirada masiva de drogas a través de los desagües de los sanitarios cuando se producen redadas policiales o decomisos”, destaca el investigador.

La metodología usada en este proyecto se ha aplicado a un segundo estudio realizado en varias ciudades europeas en 2012. Esta estrategia es aplicable en cualquier otra ciudad o país. “Con el apoyo económico necesario, tenemos el potencial para poder comprender mejor, y por primera vez, cuál es el consumo real de drogas ilícitas a nivel mundial, las tendencias, o la introducción de nuevas drogas en el mercado a través del estudio de biomarcadores adecuados en aguas residuales”, indican los científicos.

Cae el consumo de cocaína y cannabis

Cae el consumo de cocaína y cannabis

Expertos del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) han estudiado la evolución de la incidencia del consumo de cannabis y cocaína en España durante los últimos 38 años. Aunque hasta el año 2008 las personas que se iniciaron en el consumo fue la más elevada desde los años 70, en los últimos años la tendencia se estabiliza, sobre todo en el consumo de cocaína. “Es la primera vez que se analizan los datos sobre las tasas de nuevos consumidores de cannabis y cocaína en el país, datos que han sido ponderadas teniendo en cuenta los cambios poblacionales, lo que ofrece una visión mucho más precisa, real y útil de lo que está sucediendo a la población”, explica Antonia Domingo, coordinadora del grupo de investigación en epidemiología de las drogas de abuso del IMIM y responsable del estudio.

Una mujer esnifa una raya de cocaína.

Consumo de cocaína y cannabis

“Los resultados muestran que la incidencia de consumo de cannabis en edades inferiores a 15 años aumentó en los años 90 y hasta 2004 continuaba siendo destacable, lo que pone en evidencia la necesidad de aumentar los esfuerzos en la prevención del consumo de cannabis en la población mucho antes de esa edad”, añade Domingo.

El último informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) revela que el cannabis y la cocaína son las drogas ilegales más comúnmente usadas en la Unión Europea. En España, estas dos sustancias tienen una de las prevalencias (o magnitud del consumo en un momento determinado) más altas de Europa, registrándose un aumento del consumo de cannabis del 14,5 % al 32,1 % entre el 1995 y 2009, y del 3,4 % al 10,2 % del consumo de cocaína durante el mismo periodo.

Las diferencias en el consumidor español

El estudio se ha llevado a cabo mediante el análisis de las encuestas bienales que realiza el Plan Nacional sobre Drogas, que entre los años 1995 y 2009 tenían entre 9.000 y 28.000 encuestados en sus muestras. Incluyen personas de entre 15 y 64 años que reportan, entre otros, datos de su consumo de cannabis y cocaína.

La incidencia, o fecha de inicio del consumo, es un dato importante porque muestra la propagación del consumo entre la población, aportando información más interesante de cara a las políticas de salud pública que los datos de prevalencia, que estudian la magnitud del consumo en un momento determinado.

Si se comparan las tendencias de nuevos consumidores españoles con otros estudios de Grecia, Ámsterdam, Inglaterra y Gales, se observa que la incidencia en España del consumo de cannabis aumentó de manera más pronunciada durante estos años. Con la cocaína, en cambio, había tasas de incidencia ligeramente más bajas que en Ámsterdam.

Comparativamente, en EE. UU. la incidencia del consumo de cannabis y cocaína empezó a aumentar 10 años antes que en España, y decreció suavemente a partir de los años 90, en contraste con el aumento continuado de la incidencia del consumo en el mismo periodo en el país mediterráneo.

“Disponer de datos de las tasas de nuevos consumidores es fundamental para poder planificar las políticas de prevención adecuadas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los resultados pueden estar infraestimados porque este tipo de encuestas tienen una no respuesta del 50 % y porque consideran solo a la población que vive en hogares censados”, concluye Albert Sánchez-niubó, investigador del IMIM y primer firmante del artículo.

Si quieres saber lo que puedes hacer para dejar cocaína, no dejes de leer estas recomendaciones.

El tabaco, el cannabis y la cocaína cada vez se consumen menos, pero el alcohol y emborracharse es algo normal para tres de cada 10 estudiantes

La proporción de estudiantes de 14 a 18 años que consumió drogas en 2010 ha disminuido con respecto a años anteriores. Esta reducción, que se observa en la mayoría de las sustancias, es más acusada en el caso del tabaco, del cannabis y de la cocaína. El consumo de esta última sustancia sigue descendiendo y se sitúa en cifras inferiores a las de 1998. En cambio, aunque la evolución del consumo de alcohol muestra una tendencia relativamente estable, 3 de cada 10 escolares reconocen haberse emborrachado en los últimos 30 días.

Los datos los recoge la Encuesta Escolar sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) 2010, que hoy ha publicado la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.

ESTUDIO: Drogas y fracaso escolar La encuesta incluye una muestra cercana a los 32.000 estudiantes de entre 14 a 18 años, de centros de enseñanzas secundarias de toda España. La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas realiza cada dos años este estudio desde 1994, que revela las tendencias del consumo de drogas legales e ilegales entre los escolares españoles. En esta edición, se ha introducido por primera vez un módulo específico sobre el consumo de drogas emergentes. Los principales resultados de este estudio son los siguientes:

· El alcohol, el tabaco y el cannabis siguen siendo en 2010 las drogas más consumidas por los estudiantes españoles. Le siguen, por este orden, hipnosedantes, cocaína, alucinógenos, éxtasis, anfetaminas y heroína, que se sitúa en último lugar.

· El 73,6 % de los estudiantes dicen haber consumido alcohol en el último año, el 32,4 % tabaco, el 26,4 % cannabis, el 2,6 % cocaína, el 2,1 % alucinógenos, el 1,7 % éxtasis, el 1,6 % anfetaminas y el 0.6 % heroína.

· Cuando se compara con la encuesta anterior, en 2010 se observa una reducción del consumo de la mayoría de las sustancias. Esta disminución es más acusada en el caso del tabaco, del cannabis y de la cocaína.

· Aunque la evolución del consumo de alcohol muestra una tendencia relativamente estable, 3 de cada 10 escolares reconocen haberse emborrachado en los últimos 30 días.

· Por género, el consumo de drogas legales como el tabaco, el alcohol o los hipnosedantes está más extendido entre las mujeres que entre los hombres. En cambio, los hombres consumen drogas ilegales en mayor proporción que las mujeres.

· En cuanto a la edad en que se empieza a tomar contacto con este tipo de sustancias, las drogas de inicio más temprano (entre los 13 y los 14 años) son el alcohol, el tabaco y los inhalables volátiles. Los datos también demuestran que el consumo de drogas se incrementa con la edad.

· El policonsumo es un patrón cada vez más frecuente entre los escolares, tanto en España como en el resto de países de la Unión Europea, en el que el alcohol juega un papel protagonista. De cada 3 estudiantes de entre 14 y 18 años, uno no consume, otro consume una sola sustancia y el último consume dos o más sustancias.

· El alcohol es la sustancia que se percibe menos peligrosa: menos de la mitad de los encuestados considera que tomar 5 ó 6 copas en fin de semana puede producir problemas. El tabaco se considera más peligroso que el cannabis.

Datos más significativos por sustancias

Alcohol

– Los datos de la encuesta revelan que la tendencia en el consumo de alcohol entre los escolares se mantiene estable, aunque aumentan las borracheras. En 2010, 3 de cada 10 estudiantes de entre 14 y 18 años reconocen haberse emborrachado alguna vez en el último mes.

En este sentido, 7 de cada 10 estudiantes consumieron alcohol en el último año y 6 de cada 10 en los últimos 30 días. Existe una mayor proporción de consumidores entre las chicas en comparación con los chicos y también hay un mayor porcentaje de chicas que de chicos que se emborrachan. No obstante, los chicos consumen alcohol con mayor frecuencia.

Tabaco

– Continúa descendiendo el consumo de tabaco diario entre los escolares. Las mujeres siguen fumando en mayor proporción que los hombres.

De hecho, en 2010 el 12,3 % dice fumar a diario, frente al 14,8 % registrado en 2008 y el 21,5 % de 2004. Esto supone que en los últimos 6 años la proporción de estudiantes que fuman tabaco a diario se ha reducido en casi un 50 %.

La reducción del consumo coincide con el incremento de la percepción del riesgo. Así, 9 de cada 10 escolares consideran que fumar a diario es peligroso para la salud.

Hipnosedantes

– El consumo de hipnosedantes es más elevado en las mujeres (6,7 % en el último año) que en los hombres (4,4 % en el último año).

Cannabis

– El cannabis es la droga ilegal consumida por un mayor porcentaje de jóvenes. Los datos del 2010 confirman la tendencia descendente iniciada en los últimos años.

De hecho, con respecto a la encuesta anterior, se reduce 4 puntos la proporción de escolares que han consumido alguna vez en el último año y 3 puntos en el caso de aquellos que lo han hecho en el último mes.

En la actualidad, el 33 % de los estudiantes lo han probado alguna vez en su vida, el 26,4 % alguna vez en el último año y el 17,2 % lo ha probado en el último mes.

Estas cifras sitúan el consumo de cannabis por debajo de las que se registraron en el año 2000.

Cocaína

En el caso de esta droga, también se confirma, para todas las frecuencias de consumo, la tendencia descendente que se inició en 2004.

En 2010 el 3,9 % había consumido cocaína alguna vez en su vida, el 2,6 % lo hizo en el último año y el 1,5 % durante el mes anterior a ser encuestado.

Con estos datos, el consumo de cocaína entre los escolares en nuestro país se sitúa en cifras inferiores a las de 1998.

Anfetaminas, alucinógenos y éxtasis

– Se consolida la tendencia descendente iniciada en 2000 para el consumo de estas sustancias. Son las cifras más bajas desde el comienzo de las encuestas en 1994.

Heroína

– La heroína es la droga menos consumida por los estudiantes de 14 a 18 años. En el 2010, el 1 % la había probado alguna vez, el 0,6 % la había consumido en el último año y el 0,5 % en el último mes previo a la encuesta.

Drogas Emergentes

– En 2010, se ha introducido un módulo específico sobre el consumo de drogas emergentes: un estudio sobre estas drogas y de esta envergadura resulta novedoso tanto en España como en Europa.

Su estudio en esta población interesa debido a que la popularidad y accesibilidad de estas drogas han aumentado en los últimos años, sobre todo a través de Internet, tanto en España como en Europa y en el resto del mundo, pues se trata de un fenómeno global. En España, las sustancias de este tipo más consumidas son las setas mágicas, el spice y la ketamina.

Mayor fracaso escolar por el consumo de cannabis, cocaína y alcohol

Mayor fracaso escolar por el consumo de cannabis, cocaína y alcohol

El fracaso escolar más elevado en España que en otros países de la Unión Europea puede relacionarse con el alto consumo de cannabis, cocaína y alcohol entre los adolescentes y la presencia de patología dual. Esta patología dual, una adicción y otro trastorno mental, presenta características diferenciadas entre sexos, que se acentúan en la adolescencia. El consumo de sustancias como alcohol, tabaco y de cannabis ha aumentado entre las adolescentes en los últimos años y está provocando un incremento de los casos de patología dual entre las mujeres, según han puesto de manifiesto los expertos reunidos con motivo de las VII Jornadas de Género “Mujer, adolescencia y patología dual” que se celebran en Valencia, organizadas por la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) con la colaboración del Plan Nacional sobre Drogas.

Porro de cannabis.

Si quieres saber cómo es posible quitarse de la adicción a la cocaína, no dejes de leer estas recomendaciones.

“Durante la adolescencia se produce el inicio experimental de las sustancias, aumentan las tasas de uso y consumo y comienzan un amplio número de trastornos mentales. Dado que el cerebro adolescente aún no ha alcanzado su completo desarrollo y a que existe una compleja interacción de factores biológicos y ambientales, el joven presentará una mayor vulnerabilidad o predisposición para el inicio en el consumo de tabaco, alcohol, cannabis y otras sustancias de abuso”, afirma el doctor Néstor Szerman, presidente de la SEPD. Estas circunstancias provocan que la adolescencia no solo sea la etapa de la vida en la que la persona comienza a experimentar con las diferentes sustancias adictivas, sino que también es la época con mayor prevalencia de abuso de sustancias.

Vulnerabilidad femenina adolescente
Entre los factores que inciden en la vulnerabilidad de pasar del uso de sustancias a desarrollar un trastorno por abuso de sustancias durante la adolescencia se encuentran la presencia de antecedentes familiares de enfermedades psíquicas o adicciones (presente en más de la mitad de los casos), la edad del primer consumo, la presencia previa trastornos de la conducta, determinados rasgos de la personalidad y la influencia del grupo.

No obstante, los expertos coinciden en señalar que en el caso de chicas adolescentes el riesgo aumenta debido a la interacción de factores biológicos y psicosociales y tal y como señala el doctor Szerman “las chicas adolescentes se encuentran en particular riesgo de desarrollar patología dual”. Las diferencias funcionales y neuroendocrinas entre sexos influyen en la prevalencia de los diferentes trastornos psiquiátricos y también en sintomatología, la evolución, el pronóstico y la respuesta al tratamiento.

“Existen importantes diferencias por género en las prevalencias de los diversos trastornos psiquiátricos. Por ejemplo, el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es más frecuente en niñas y mujeres adolescentes que en varones de su misma edad. El déficit atencional, infradiagnosticado, se acompaña de mayor probabilidad de desarrollar un trastorno por uso de sustancias tanto legal como tabaco y alcohol, como sustancias ilegales entre las cuales el cannabis ocupa el primer lugar” aclara el doctor Szerman.

Un estudio realizado en la Unidad de Conductas Adictivas vinculada al Hospital Arnau de Vilanova en la Comunidad Valenciana evidencia estas diferencias entre sexos en los casos de patología dual en adolescentes. Así, se confirma que el cannabis es el principal desencadenante de los casos de patología dual, seguido por la cocaína, pero tal y como señala la doctora Amparo Sánchez, experta de la citada Unidad, “todas las chicas acudían a consulta por el cannabis, mientras que en los chicos el abuso de esta sustancia se combinaba con el consumo de cocaína esnifada o en crack”.

Según el estudio, iniciado a finales del 2009, en una muestra de, entre los más de 230 adolescentes de entre 13 y 20 años que han pasado por la unidad desde 1998, se confirma que la edad media de acceso a la primera sustancia adictiva, incluido el tabaco, son los 12,8 años y el primer contacto con el cannabis ser produce de media alrededor de los 14 años. “Afortunadamente, la mayoría de los jóvenes que son derivados por sus familiares o educadores a nuestra UCA, acceden a tratamiento a los 17 años y, por lo tanto, el periodo de latencia –periodo entre primer consumo y acceso a tratamiento- se ha ido reduciendo ligeramente en los últimos años”, aclara la doctora Sánchez.

Fracaso escolar y trastornos alimentarios
El consumo de cannabis, cocaína y drogas de diseño entre la población adolescente tiene un peso decisivo en el fracaso escolar y explica que entre el 25 % y 30 % de ellos no terminen sus estudios (en el estudio realizado en la Comunidad Valenciana la cifra de abandono alcanzaba el 43 %), además de favorecer la aparición de enfermedades psiquiátricas en edades cada vez más tempranas. Si comparamos estas cifras con los países nórdicos, que ronda el 14 % en fracaso y el 7 % en abandono, nuestro país presenta el doble de casos y se sitúa a la cabeza.

Los expertos alertan de que la Patología Dual es responsable de casi la mitad de este elevado fracaso en España, debido a la falta de diagnóstico de los casos de TDAH y otras alteraciones de la conducta que influyen en el aprendizaje y propician a medio y largo plazo el consumo de sustancias adictivas. De hecho, tras la aparición de trastornos de la conducta alimentaria subyace en más de la mitad de los casos un cuadro de déficit de atención. Los expertos indican que algunos comportamientos pueden dar pistas desde los 5 o 6 años sobre futuros casos de patología dual: rendimiento académico bajo, alteraciones en la conducta, impulsividad y enfrentamiento a padres y profesores o inatención.

La combinación de una vulnerabilidad cerebral para las patologías mentales acompañada del abuso de tóxicos puede llevar a la patología dual en la edad adulta. En opinión del doctor Nestor Szerman, “el fracaso escolar más elevado en España que en otros países de la UE puede estar relacionado con las altas tasas de prevalencia de uso de cannabis que afecta a la población más vulnerable, que son los sujetos adolescentes predispuestos, con antecedentes familiares y personales de otros trastornos mentales”. En este punto, la doctora Sánchez aclara que “el 90 % de las chicas y el 80 % de los chicos valencianos participantes en el estudio realizado en Paterna presentaban fracaso escolar”.

El abordaje de la patología dual en adolescentes exige una atención específica con el objetivo de frenar el deterioro cerebral y reducir los trastornos psiquiatricos en la etapa adulta. “No es lo mismo tratar a un adulto que a un joven con patología dual. En el joven los factores de vulnerabilidad están afectando a un cerebro en el momento en que éste se encuentra en una remodelación intensa, donde el prefecccionamiento sináptico de las conexiones neuronales y la mielinización de los axones, que permiten que la información se procese de manera correcta, se está formando y desarrollando. Una detección y actuación tempranas pueden evitar que estos factores progresen y que sean capaces en la edad adulta de tomar decisiones sensatas y controlar sus impulsos”, concluye la doctora Sánchez.

Si quieres leer más noticias como Cómo dejar la cocaína, te recomendamos que entres en la categoría de Salud.