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¿Cómo se produce la electricidad que consumimos?

¿Cómo se produce la electricidad que consumimos?
NOTICIA de Javi Navarro
04.08.2013 - 16:08h    Actualizado 08.04.2023 - 09:35h

El Observatorio de WWF de julio que mensualmente detalla de qué fuentes y cómo se produce la electricidad que consumimos destaca que la energía del carbón lidera la generación de electricidad, seguida de la energía nuclear y la energía eólica. Además, la demanda eléctrica disminuye, situándose en niveles de 2005 y las emisiones totales de CO₂ han aumentado respecto a las registradas en julio del año pasado, a causa del aumento de la quema de carbón. Todo esto en el marco de la reciente reforma energética aprobada por el Gobierno, en la que se sigue apostando por los combustibles fósiles y penalizando a las energías renovables y el autoconsumo.


WWF ha analizado la situación del balance energético del mes de julio y subraya que la demanda eléctrica ha sido cubierta en un 23,3 % con carbón, seguida del 22,5 % con energía nuclear, el 12,2 % con energía eólica, el 10 % con energía hidráulica, el 9,5 % con ciclos combinados de gas natural, y el 22,5 % restante con otras fuentes de energía (cogeneración, residuos y otras renovables). En régimen ordinario se ha generado el 65,3 % de la electricidad, mientras que en régimen especial se ha generado el 34,7 % restante.

Cómo se produce la electricidad de las renovables

En relación con la producción de energía de origen renovable, el mes de julio de 2013 ha generado, según datos de REE, un total de 7.763 GWh, aumentando respecto al mismo mes del año pasado (6.625 GWh en julio 2012). La energía eólica se sitúa en el tercer puesto del mix, con una contribución del 12,2 % y una generación de 2.905 GWh. Con energía solar fotovoltaica se han generado 1.047 GWh, con solar térmica 702 GWh, con otras térmicas renovables 442 GWh, y con térmicas no renovables, que incluye la cogeneración, se han generado 2.657 GWh. La principal ventaja de las tecnologías renovables es que se trata de fuentes autóctonas, que no emiten emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que combaten el cambio climático, así como reducen nuestra dependencia energética exterior y evitan la compra de derechos de emisión de CO₂.

Reforma energética

Raquel García Monzón, Técnico de Energía de WWF España, afirma: “Desde WWF denunciamos que la reforma energética presentada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo no favorece la transición del actual modelo energético hacia uno sostenible y limpio, que nos permita llegar al 100 % de producción renovable para 2050”. Y añade: “De este modo, el futuro energético mundial será más sostenible y limpio, y estará basado en el ahorro, la eficiencia y la generación renovable. Además, la revolución que supone la generación distribuida permitirá a los ciudadanos ser el centro del sistema eléctrico y vivir en ciudades con edificios de cero emisiones de CO₂, conectados a redes inteligentes (smartgrids)”.

“El erróneo enfoque de la reforma energética, con una planificación energética cortoplacista, llevará a España a un modelo insostenible y contaminante, basado en la importación de combustibles fósiles cada vez más caros, y aumentando nuestra dependencia energética del exterior. Esta reforma tendrá consecuencias graves al ir a contracorriente de la tendencia internacional de apoyo a las renovables como motor de crecimiento futuro”, concluye García Monzón.

WWF recuerda que no se deben olvidar los objetivos a medio y largo plazo (horizonte 2030 y 2050), ni se puede ir en contra de los principios de las Directivas Europeas en materia energética y climática para alcanzar un modelo energético sostenible y limpio.

Rechazo de los ecologistas a la Reforma energética

Los ecologistas denuncian que la reforma energética atenta contra el medioambiente para proteger los intereses de las grandes compañías eléctricas. Así, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO BirdlLfe y WWF rechazan la reforma energética presentada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y denuncian que no va a solucionar los problemas del sector eléctrico. El extenso paquete normativo, presentado en poco más de una semana, culpa de los males del sistema al desarrollo de las energías renovables y al descenso de la demanda eléctrica. Mientras tanto, nada dice de los enormes beneficios de las eléctricas en un mercado distorsionado, muy poco transparente, y controlado por cinco grandes empresas. Este análisis erróneo llevará a España a seguir importando y quemando combustibles fósiles, en una senda insostenible tanto a nivel ambiental como económico y social, agravando la contribución al cambio climático y destruyendo decenas de miles de empleos.

Las organizaciones ecologistas consideran que la reforma energética propuesta por el Gobierno va a contracorriente de la tendencia internacional de apoyo a las renovables como motor económico de futuro. Además, estas energías limpias fomentan la independencia energética y luchan contra el cambio climático. Sin embargo, el Ministerio de Industria se empeña en negar tales hechos, y desaprovecha las fuentes autóctonas, limpias y renovables. Un claro ejemplo de hasta dónde llega la nueva reforma en su empeño por acabar con cualquier desarrollo futuro de las energías renovables es el Real Decreto sobre autoconsumo. Dicho decreto en lugar de fomentar el autoconsumo lo penaliza con una serie de barreras que imposibilitan que cualquier persona pueda producir su propia energía de forma limpia y más barata que la consumida desde la red. Incluso, el no registrarse como autoconsumidor en el Ministerio conllevará incurrir en una falta muy grave tipificada con una sanción de hasta 60 millones de euros.

Sin energías renovables

El paquete normativo está diseñado para frenar en seco el desarrollo de las energías renovables en favor de las tecnologías sucias (gas, carbón y uranio). De manera retroactiva, cambia normas para inversiones que ya se han producido. Esto llevará a España a reclamaciones nacionales e internacionales, con la probable consecuencia de un coste mayor que el que se pretendía evitar, y con la segura pérdida de credibilidad del país, por lo que supone de total falta de seguridad jurídica.

Además, las organizaciones denuncian la absoluta falta de transparencia mostrada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en la elaboración y tramitación de todo el paquete normativo. Consideran inaceptable disponer de solo diez días para alegar una normativa de esta naturaleza e importancia, especialmente cuando viene acompañada de un paquete de 7 reales decretos, 4 órdenes ministeriales, una resolución y un proyecto de ley, precedidas de un RD Ley.

Se han reducido los plazos para alegar al mínimo legal posible y se ha evitado cualquier posibilidad de participación y discusión por parte de la sociedad civil. Mientras, a juzgar por lo visto en los medios de comunicación y el contenido de los textos normativos, se ha mantenido un diálogo continuo con las grandes empresas del sector eléctrico. Esta ausencia de transparencia conlleva una barrera antidemocrática que hará que la norma nazca falta de la mínima legitimidad necesaria.

Las energías renovables, lejos de ser la causa de los males del sector eléctrico, son la solución para lograr un sistema energético de futuro. Ellas permitirían a nuestro país ser más competitivo, crear empleos y cumplir objetivos de emisiones y ambientales. Así lo han interpretado países como Alemania y Dinamarca que han decidido abastecerse 100 % con fuentes renovables a medio plazo. Sin embargo, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha diseñado una hoja de ruta diametralmente opuesta que solo obedece a intereses económicos de las grandes compañías eléctricas y no al interés general.



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