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13 formas de evitar accidentes de electricidad en casa

13 formas de evitar accidentes de electricidad en casa
NOTICIA de Javi Navarro
09.12.2013 - 13:21h    Actualizado 19.01.2023 - 08:52h

A continuación vamos a ver las medidas de prevención que pueden evitar accidentes de electricidad en el hogar, que representan uno de cada 10 accidentes domésticos. Si seguimos una serie de pautas básicas y no somos descuidados, evitaremos imprevistos como calentamientos de la red o funcionamientos incorrectos de electrodomésticos. Te explicamos estos sencillos trucos para que sepas cómo evitar electrocutarse en casa.

Accidentes de electricidad

¿Cómo prevenir accidentes con la electricidad? La principal causa de los accidentes eléctricos en el hogar es el mal estado de las instalaciones de los hogares y edificios, por lo que una leve subida y bajada de tensión o cualquier tipo de manipulación no profesional sobre los cuadros eléctricos o cableados puede resultar altamente peligroso.

Cómo usar los aparatos eléctricos de forma correcta

Te dejamos una serie de recomendaciones para evitar accidentes con la electricidad.

  1. Recuerda desenchufar todos los aparatos eléctricos como secadores, maquinillas de afeitar o rizadores de pelo después de usarlos.
  2. Mantén los calefactores eléctricos alejados de las cortinas y muebles, y nunca los uses para secar la ropa.
  3. Nunca coloques cables bajo alfombras o tapetes, puesto que se pueden deteriorar.
  4. Elimina el polvo de la secadora cada vez que la uses, y procura no cubrir ni el ventilador ni ninguna otra entrada de aire. Asegúrate de que el tubo de ventilación está libre de obstáculos y de que no está oprimido por ningún sitio.
  5. Nunca introduzcas materiales que hayan sido usados para limpiar líquido inflamable en la secadora.
  6. Ante fenómenos meteorológicos adversos (tormentas, grandes nevadas, rachas de viento fuerte…), intentar desconectar todo tipo de dispositivos más sensibles a los fallos eléctricos.
  7. Asegura que tu instalación cumple los requisitos mínimos para una correcta conexión: Al menos la cocina y el baño deben contar con una toma de tierra. En general, y en estas zonas en particular, los enchufes deben situarse a más de un metro de los grifos y las tomas de agua de lavadoras o lavavajillas, así como de la ducha o la bañera.
  8. En caso de necesitar electricidad en estas zonas, instale tomas de corriente de seguridad y protegidas por diferenciales, que permitirán aislar la instalación y protegerla en caso de incidentes en estos tramos.
  9. Evita colocar tomas múltiples de corriente para conectar aparatos eléctricos en el mismo punto, puesto que puede sobrecargar el circuito y producir calentamientos que deriven en una avería.
  10. No manipule la red eléctrica con el suelo mojado.
  11. Para controlar subidas y bajadas de entrada de energía eléctrica utiliza un diferencial.
  12. No instale cables sin clavijas de conexión homologadas. Ante la más mínima duda sobre cómo poner en funcionamiento un aparato, consulte y solicite los servicios de un profesional cualificado.
  13. Comprueba la edad de tu sistema de cableado y chequea las instalaciones al menos cada diez años, y siempre que te traslades a otra vivienda.

La empresa HomeServe señala que “un elevado número de hogares carece de las protecciones mínimas de seguridad en la instalación eléctrica y, aun contando con ellas, las protecciones de un 13,5 % de los hogares sufren calentamientos y un 10 % dispone de elementos de protección con un funcionamiento incorrecto. Sin embargo, en muchas ocasiones, los incidentes se originan por descuidos propios de los usuarios”.

Cómo prevenir los riesgos en el hogar para las personas mayores

En España hay actualmente alrededor de 8,2 millones de personas mayores. Andalucía, Cataluña y Madrid son las comunidades autónomas con mayor cifra de ancianos. Además, aunque en la mayoría de los casos viven en pareja o con los hijos, casi un 20 % de ellos viven solos. Las caídas, las quemaduras y los accidentes eléctricos son las principales causas de lesiones en este grupo de edad. Y la cocina, el dormitorio y el cuarto de baño, son las zonas que reúnen mayores riesgos. Conoce los principales riesgos y cómo evitar que se produzcan con estos consejos:

Instalaciones al día

Mantener las instalaciones de los hogares en correcto estado, no solo reduce el riesgo de que nuestros mayores sufran algún accidente, sino que se convierte en una inversión segura a largo plazo: no hay que olvidar que todos envejecemos. Estas son las principales zonas de riesgo y trampas del hogar que ponen en peligro a nuestros mayores y elaborado una lista de consejos para evitarlas.

En el cuarto de baño

La bañera es uno de los principales enemigos de las personas mayores, por eso, se aconseja sustituirla por un plato de ducha ya que el acceso es más sencillo y cómodo. Además, lo más recomendable es que esté instalado totalmente a nivel del suelo, para evitar que nuestros mayores tropiecen y para facilitar el acceso con silla de ruedas en los casos en los que sea necesario. Usar alfombrillas antideslizantes evita resbalones, y colocar barras de sujeción en la ducha y en el inodoro prevendrá de posibles caídas. Procura no usar estufas, radios eléctricas o cualquier otro aparato a menos de 1 m o 1,5m de distancia mientras te duchas. Si tenemos en el baño una estufa o calefactor deberemos encenderlo un rato antes de ducharnos y desconectarlo durante el baño. Todos enchufes deben tener toma de tierra para evitar descargas.

En la cocina

Procura apagar los electrodomésticos una vez se dejen de usar. Parece lógico pero, ¿cuántas veces has salido corriendo a apagar la vitrocerámica? Los incendios por descuido son una de las principales causas de daños en el hogar: no dejes nunca cerca de la cocina papeles, paños o servilletas. Los objetos deben estar accesibles para que nuestros mayores no tengan que hacer sobreesfuerzo a la hora de alcanzar los materiales que más se usen, como pueden ser los vasos, platos, ollas y sartenes. Asimismo, al igual que en el baño, todos los enchufes deberán contar con toma de tierra.

Dormitorio

Procura colocar los materiales y utensilios que más se utilicen, tales como la ropa, las sábanas, el kit de costura o la caja de medicamentos lo más a mano posible. Evita utilizar escaleras o sillas para localizar objetos en los altillos, puesto que los vértigos pueden jugar malas pasadas. La elección de la cama es otro de los puntos importantes ya que, frente a las camas de gran altura tradicionales y las diseñadas a nivel de suelo, las de nuestros mayores deben ajustarse a una altura que les permita no hacer un esfuerzo extra para sus articulaciones, pudiendo subir y bajar de ella con comodidad. Revisa periódicamente la fijación de cabeceros, espejos y estanterías.

En el salón

Aunque muchas veces es la marca de la casa, no es recomendable usar braseros eléctricos debajo de las mesas camillas. Las estanterías deben estar fijas a la pared, incluso las de pie. Y como el salón no solo es el área de reuniones, sino que también suele convertirse en zona de recreo de las personas mayores, es indispensable una buena iluminación. Esto no solo evitará muchos tropiezos, sino que reducirá el esfuerzo ocular a la hora de ver la televisión, leer, jugar con los nietos o hacer sus labores.

Pasillos

Las escaleras deben tener interruptores tanto al inicio del tramo como al final, para que puedan iluminarse tanto a la subida como a la bajada. Asimismo, deben contar con pasamanos. Para evitar cableado innecesario, es preferible contar con enchufes distribuidos por las diferentes zonas y no utilizar alargaderas. En el caso de que haya que usarlas, es preferible fijarlas a la pared, para no tropezar.

A los problemas físicos y psíquicos de los mayores para realizar sus actividades en la vida cotidiana, se añade en muchos casos el peligro derivado de un mal mantenimiento de las viviendas en las que residen, lo que aumenta el riesgo de sufrir caídas, quemaduras y otro tipo de lesiones.

Cuidado con los accidentes domésticos, 4 de cada 100 conllevan hospitalización

Seis de cada 100 españoles y más del 10 % de los hogares españoles sufrieron un accidente doméstico o de ocio. Así lo revela el estudio sobre Detección de Accidentes Domésticos y de Ocio (Informe DADO) que publica cada año el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad, a través del Instituto Nacional de Consumo. Este tipo de accidentes suponen la cuarta causa de mortalidad en la UE. El estudio, del Instituto Nacional de Consumo (INC), se ha obtenido a partir de las 74.514 encuestas realizadas en los hogares españoles, con un total de 206.588 personas, y proporciona una cifra indicativa de 2.576.601 accidentes (5,46 accidentes cada 100 habitantes). El 3,97 % de quienes sufrieron un accidente doméstico o durante actividades de ocio requirieron ingreso hospitalario.

El perfil de los accidentados es el siguiente: El 58,7 % del total de accidentados fueron mujeres y el 41,3 %, varones. En cuanto a edad, el grupo de mayor riesgo es el de 25 a 44 años. Los hombres son más proclives a sufrir accidentes entre los 16 y los 42 años, mientras que las mujeres superan la siniestralidad media a partir de los 45 años. Sólo hasta los 25 años se producen el 36,65 % de los accidentes domésticos.

Lugar y hora del accidente
En 2011, el interior del hogar continuó siendo el lugar donde más se suceden principalmente los accidentes, aglutinando casi el 54,5 % de estos percances. Le siguen el área de transporte y la deportiva con un 13,2 % y un 9,5 % de los accidentes respectivamente.

Los tramos horarios de las 9:00 a 12:00, y de 17:00 a 20:00, son los de mayor número de siniestros, aglutinando prácticamente 1 de cada 3 accidentes respectivamente.

Accidentes según actividad
La actividad desarrollada en el momento del accidente está condicionada por las variables de género y edad. La actividad doméstica incide más entre las mujeres y sobre todo entre aquellas que tienen de 45 años en adelante. El desarrollo de juegos y el tiempo libre originan un número más elevado de siniestros entre los hombres y de 15 a 24 años.

Tipo de lesiones
Las caídas generan la mayoría de los siniestros (51,1 %). Les siguen los golpes y choques, así como los cortes y aplastamientos, con un 16,6 % y un 14,2 % del total, respectivamente. Los efectos de productos térmicos se sitúan en tercer lugar con un 9,2 % del total de accidentes.

Las contusiones y magulladuras son el tipo de lesión más frecuente en menores de 1 año y en personas mayores, incidiendo en mayor medida en mujeres.

Entre los jóvenes de 5 a 24 años, las lesiones más comunes son las distorsiones, torceduras o esguinces, las heridas abiertas y las contusiones y magulladuras. Las distorsiones, torceduras y esguinces son lesiones menos comunes a medida que aumenta la edad, mientras que las fracturas tienen una tendencia creciente.

Productos causantes
Los niños se lastiman en accidentes donde están implicados juguetes, ropa, mobiliario, otras personas y la comida/bebida. Entre 5 y 24 años son en mayor medida el propio ser humano y el balón, además de la bicicleta. Entre 25 y 44 se observan cambios en los productos implicados siendo los más relevantes los aparatos de uso doméstico 17,2 % y principalmente el cuchillo de cocina.

Para los de 45 a 65 años, los mayores enemigos son las escaleras y el agua, como elemento natural. Por último, para las personas de mayor edad, aparte de todos los demás causantes anteriores aparecen implicados los equipos exteriores y las superficies trasformadas, puesto que el 45,6 % de los mayores de 65 años sufren lesiones a causa del suelo.

Este estudio abre un nuevo apartado que contempla el tratamiento médico, duración, gravedad de la lesión y medicamentos que toma el accidentado. En él se observa que el 87,5 de los accidentados recibió algún tipo de tratamiento como consecuencia del siniestro y su duración media fue de 18 días. La mitad de los hospitalizados tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica.

Metodología
El Informe DADO contempla “todo accidente producido en el ámbito doméstico o acaecido durante el desarrollo de las actividades de ocio o deportivas y que haya necesitado de cuidados sanitarios”. Quedan excluidos, por tanto, los accidentes por motivos laborales, de trafico, por elementos naturales, ferroviarios, marítimos o aéreos, además de los vinculados con enfermedades, autolesiones y violencia.

El estudio realizado por el INC tiene como finalidad alcanzar el mayor grado de protección del consumidor, sobre todo desde el punto de vista de la prevención en materia de seguridad de los productos, en el ámbito del hogar en el las zonas de recreo.

Cada día se producen más de 5.000 accidentes domésticos

Caídas, cortes, quemaduras… La incidencia de los accidentes domésticos continúa siendo mayor entre el colectivo de mujeres frente a los hombres. Y no solo eso, sino que su distribución entre el colectivo femenino ha registrado una tendencia alcista en los últimos años, frente a conjunto de hombres, para quienes la incidencia ha disminuido, tal y como recoge la UCE en un informe. Así, en 1993 el 51,4 % de los accidentes domésticos correspondió a mujeres, y esta cifra se elevó al 58,7 % en 2004. Por el contrario, los hombres registraron el 48,6 % de los accidentes en 1993, frente al 41,3 % en 2004.

Son datos del “Informe sobre accidentes en el hogar”, elaborado por la Unión de Consumidores de España-UCE y que ha sido presentado hoy en Albacete en el marco del “Primer Congreso Nacional de Prevención de Riesgos en el hogar”. El informe señala que las mujeres siguen siendo las más propensas a sufrir accidentes en el hogar ya que son las que se encargan mayoritariamente de las tareas domésticas. El rango de edad más sensible se sitúa entre los 25 y los 44 años, con un 38,6 % del total de accidentes domésticos femeninos.

Otros datos
En España se registran 5.120 accidentes domésticos al día, lo que los convierte en una de las principales causas de lesiones. Los grupos más vulnerables son los niños menores de 5 años y los mayores de 65. Además, el estudio de UCE destaca la tendencia alcista de la incidencia de estos accidentes entre el grupo de edad comprendido entre los 25 y los 44 años.

Las causas más habituales de accidentes domésticos son las caídas (45,7 %), los aplastamientos (19,2 %), cortes y desgarros (19,2 %), golpes o choques (14,2 %), quemaduras (10,6 %) y esfuerzos físicos o agotamientos (6,2 %). Los accidentes domésticos son la principal causa de muerte en niños de países desarrollados. 1.500 niños de 0 a 15 años mueren en España por accidentes, de los cuales el 40 % se originan en el hogar, el 22 % en la calle, el 18 % en la escuela y un 7 % en zonas públicas. Las causas más frecuentes de accidentes domésticos en niños son ingestión de productos tóxicos, (entre un 2 y un 4 % de los motivos de consulta urgente), los golpes y caídas, quemaduras, cortes y heridas y ahogamientos.

Las principales secuelas de accidentes domésticos son cicatrices (48,5 %), dolores sin especificar (22,5 %) disminución de la movilidad (10,8 %), dolores intermitentes (9,10 %), inflamación, (6,6 %), disminución de la masa muscular (0,8 %), otros (1,7 %).

La UCE ha editado una guía para la prevención de accidentes en el hogar que será distribuida a través de sus sedes en todas las comunidades autónomas. La campaña, compuesta por 10.000 guías, se completa con 100.000 trípticos informativos editados en castellano, inglés y rumano.



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