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El comercio ilegal de marfil causa la muerte de 30.000 elefantes cada año

El comercio ilegal de marfil causa la muerte de 30.000 elefantes cada año
NOTICIA de Javi Navarro
23.02.2013 - 17:39h    Actualizado 10.01.2023 - 13:41h

Un cazador furtivo quita los colmillos a un elefante muerto.Más de 30.000 elefantes mueren cada año para extraer sus colmillos. WWF ha identificado que Tailandia, Nigeria y República Democrática del Congo son los países que alimentan este comercio ilegal de marfil tras intentos vanos de hacer frente a las ventas ilegales y a pesar de las normas de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres ) que prohíben la venta no regulada de marfil. Bajo las reglas de los tratados, los 177 estados miembros de CITES pueden recomendar que las partes detengan el comercio con esos países para las 35.000 especies amparadas por la Convención, desde madera hasta pieles de cocodrilo.

WWF y TRAFFIC han preparado un manifiesto para los 177 gobiernos que se reunirán en Bangkok (Tailandia) a principios de marzo en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) para que se inicie un procedimiento formal que daría lugar a restricciones comerciales estrictas contra los peores infractores en el tráfico ilegal de marfil. El organismo internacional debería iniciar los procedimientos para imponer sanciones a Tailandia, Nigeria y la República Democrática del Congo. El tráfico de colmillos causa la muerte de 30.000 elefantes africanos cada año.

Aumenta la caza furtiva
Steven Broad, Director Ejecutivo de TRAFFIC, explica: “Estos países han sido identificados en todos los análisis del comercio de marfil en la última década como los más implicados en esta actividad ilegal”, dijo. “Ahora que la demanda de marfil está disparando los niveles de caza furtiva, los países miembros de CITES deben exigir el cumplimiento de la ley internacional”.

En Tailandia, el país anfitrión de la conferencia de CITES y uno de los mayores mercados de marfil no regulados del mundo, los criminales aprovechan las leyes tailandesas que permiten la venta de marfil de elefantes domésticos para blanquear grandes cantidades de marfil ilegal africano. Gran parte de este marfil es comprado por los turistas extranjeros.

Prohibida la venta de marfil
“Tailandia puede solucionar esta situación mediante la prohibición de todas las ventas de marfil en el país, y con ello se eliminaría la necesidad de imponer sanciones comerciales”, dijo Carlos Drews, director del Programa Global de Especies de WWF. “WWF está pidiendo a la primera ministra tailandesa que prohíba inmediatamente el comercio de marfil. Casi medio millón de personas en todo el mundo se han sumado ya a esta llamada”.

WWF lanzaba una petición a escala global instando a la primera ministra tailandesa, Shinawatra Yingluck, A que prohíba completamente el comercio de marfil en Tailandia con el fin de frenar la matanza ilegal de elefantes africanos.

África, principal emisor
La República Democrática del Congo y Nigeria fueron identificados como los dos países más problemáticos en África como emisores de marfil ilegal, tanto por servir de puente para otros países, como por albergar dos de los mercados domésticos más importantes del continente.

La República Democrática del Congo es una fuente importante de marfil que se exporta, en gran parte, a otros países africanos cercanos como Uganda, Kenia y Tanzania. Además, continúa teniendo un gran mercado doméstico de marfil que se vende abiertamente en las calles del país.

Con una población de elefantes muy pequeña en su propio país, Nigeria raramente suministra marfil de sus poblaciones locales, pero con frecuencia funcionan como almacén y punto de salida del marfil hacia otros lugares, en especial para la exportación ilícita hacia Asia.

China, principal comprador
WWF y TRAFFIC instan también a China a rectificar sus graves carencias en la aplicación de la ley en sus mercados nacionales de marfil legal. CITES debería requerir que estas mejoras se lleven a cabo y debería considerar la imposición de restricciones comerciales el próximo año si no se observa un progreso significativo.

Las organizaciones recomiendan también una serie de medidas como el establecimiento de un mecanismo para el seguimiento de las existencias mundiales de marfil, el registro obligatorio de todos los decomisos de marfil a gran escala y la colaboración en la investigación entre fuerzas policiales de diferentes países.

“Actualmente, se está perdiendo información vital de los decomisos de marfil a gran escala. ¿Quién está detrás de cada envío? ¿Cómo accedió al medio de transporte? ¿quién se beneficia a su llegada? No se está siguiendo la cadena ni intercambiando información. No es de extrañar que haya una escalada en el tráfico de marfil “, dijo Broad.

También los rinocerontes

Pastillas medicinales de cuerno de rinoceronte en China.
La difícil situación de los rinocerontes de África también es motivo de preocupación para WWF y TRAFFIC. Un récord de 668 rinocerontes en Sudáfrica fueron asesinados por sus cuernos el año pasado. Vietnam ha sido identificado como el principal país consumidor de cuernos de rinoceronte, aún así, ha hecho muy poco para detener a los traficantes.

Tanto Vietnam como Mozambique, por su implicación en el contrabando de cuernos de rinoceronte, deberán demostrar progresos en la próxima reunión de CITES.

Tailandia se compromete a poner fin al comercio de marfil procedente de elefantes

La primera ministra tailandesa Shinawatra Yingluck se ha comprometido hoy a poner fin al comercio de marfil en su país. Se trata de una medida clave para frenar la muerte de miles de elefantes cada año. Su declaración se produce después de que casi 1,5 millones de personas firmaran la petición de WWF y Aavaz. La primera ministra tailandesa declaraba en la inauguración de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que se celebra estos días en Bangkok (Tailandia), que tomaría medidas para acabar con el comercio de marfil en su país. Es la primera vez que el gobierno del país realiza una declaración pública sobre la medida.

Muestras de la venta de marfil en Tailandia de los colmillos de los elefantes.

“El siguiente paso será modificar la legislación nacional, con el objetivo de poner fin al comercio de marfil y estar en consonancia con las normas internacionales”, añadía Yingluck. Y continuaba: “Esto ayudará a proteger a todos los elefantes, salvajes y domésticos, tanto en Tailandia como en África”.

Terminar con el comercio de marfil en Tailandia, actualmente el mayor mercado no regulado del mundo, es fundamental para detener la crisis global de la caza furtiva que está acabando con la vida de alrededor de 30.000 elefantes en África cada año y alimentando el comercio ilegal de marfil. Esta medida es una de las más importantes para recorrer el largo camino que pondrá fin a la escalada de comercio de partes de animales a escala global.

“Estamos encantados de saber que la primera ministra Shinawatra ha aprovechado la oportunidad de encontrarse bajo el foco de la atención mundial para hacer pública su promesa de poner fin al comercio de marfil. Pero la lucha para cerrar los mercados en Tailandia no ha terminado. Shinawatra tiene ahora que proporcionar una hoja de ruta y proponer unas fechas en el calendario para la prohibición, garantizando que se lleva a cabo con carácter de urgencia, porque la masacre de elefantes continúa”, dijo Drews.

Tailandia y China
Tailandia es actualmente el mayor mercado ilegal de marfil detrás de China. Las autoridades confirman 67 vendedores de marfil autorizados. Sin embargo, los estudios de mercado han descubierto más de 250 tiendas. Gran parte de este marfil es comprado por los turistas extranjeros.

La decisión de la primera ministra llega mientras WWF y TRAFFIC continúan pidiendo a los gobiernos de CITES sanciones a los países que alimentan el tráfico ilegal de especies en todo el mundo. La caza furtiva ha escalado alarmantemente en los últimos años, convirtiéndose en una de las mayores amenazas para especies emblemáticas como elefantes, rinocerontes y tigres.

Tailandia, Nigeria y la República Democrática del Congo han fallado repetidamente para poner freno a sus crecientes mercados de marfil ilegal. Bajo las reglas del tratado de CITES los estados miembro pueden recomendar sanciones que prohíban cualquier tipo de comercio con especies para aquellos países que no cumplen los acuerdos internacionales, desde madera hasta pieles de cocodrilo.

La Guardia Civil impide la subasta de 111 piezas talladas en colmillos de elefante y de mamut

La Guardia Civil impide la subasta de 111 piezas talladas en colmillos de elefante y de mamut

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, en el marco de la vigilancia que ejerce ante la posible comisión de infracciones o delitos en el comercio irregular de especies, flora y fauna silvestre, protegidas en el Convenio Internacional CITES (Comercio Internacional de Especies Amenazadas), detectó en Barcelona la posible realización de ciertas operaciones relacionadas con el tráfico de marfil de elefante, que dieron pie al inicio de una investigación que ha culminado con la inspección de dos establecimientos dedicados a la compra y venta de este tipo de género. El elefante africano (Loxodonta africana) es una especie protegida en el Anexo A, del Reglamento CE 338/97 y cada año mueren unos 30.000 ejemplares para extraer sus colmillos y realizar piezas como las intervenidas por los agentes de la Guardia Civil.

Las piezas de marfil intervenidas antes de salir a subasta en Barcelona.

La primera actuación efectuada en una de estas salas de subastas de Barcelona, propició la aprehensión de las primeras 24 piezas, pendientes de la consiguiente puja, careciendo de cualquier documentación CITES que pudiese amparar su situación legal.

El precio de salida a subasta de estas piezas era de 10.500 euros en su conjunto, por lo que la Guardia Civil instruyó diligencias por infracción de Contrabando, al realizar actividades comerciales con partes de especímenes incluidos en el Apéndice I del Convenio CITES y Anexo A del Reglamento CE 338/97, que protege el elefante africano, sus partes y derivados, por considerarlo en riesgo de extinción.

El género aprehendido, así como la diligencia instruida por el SEPRONA han sido entregados en la Aduana de Barcelona, organismo que competente al respecto, al tratarse de una supuesta infracción de contrabando.

Segunda inspección. Delito de contrabando al alcanzar los 206.000 euros
En el marco de esta operación contra el tráfico irregular de marfil, tras practicar otra inspección en otra sala de subastas de la ciudad condal, han sido descubiertas e intervenidas otras 87 piezas de marfil talladas de gran valor, previamente a ser subastadas, alguna de ellas alcanzando un valor de salida de 16.000 euros.

Los agentes del SEPRONA han examinado cada una de las tallas, acreditando en su inspección que ninguna de ellas posee el correspondiente Certificado CITES que autorizase su comercio o legal procedencia, ni documentación que acreditase la fecha de entrada en España.

Estas piezas también carecen de documentación justificativa del pago de aranceles aduaneros, convirtiéndolas en género de contrabando conforme a la Ley Orgánica 12/95.

Por lo anterior, se ha detenido al administrador de esta última sala de subastas, a quién se le imputa la presunta comisión de un delito de contrabando, dado que el valor de salida de este lote alcanzaba un valor global de 206.000 euros.

Método de subasta
El suministro de las tallas de marfil se realizaba como depósitos de particulares y, también, de algunas empresas de otras provincias, ante el subastador, mediante comisiones pagadas a la sala de subastas, tanto por el vendedor como por el adjudicatario.

De hecho, este tipo de actuaciones constituía una transmisión de ‘tallas de marfil indocumentadas’ que continuaban siendo ilegales en manos de los nuevos adquirientes.

Posible procedencia de los colmillos
La procedencia del marfil intervenido por el SEPRONA de la Guardia Civil podría tener su origen en colmillos de elefante obtenidos como trofeos de caza en alguno de los cuatro países africanos en que esta actividad está permitida (Bostwana, Zimbaue, Namibia y Sudáfrica) y, en otras ocasiones, de la caza furtiva, para su venta en “bruto” a ciudadanos orientales que dominan el arte tradicional del tallado.

Una vez elaborados y envejecidos artificialmente para ocultar su origen, en España salen al mercado como antigüedades de importación. Este tipo de actividades fraudulentas también es ilegal.

Talla en un colmillo de marfil de Mamut
Una de las piezas intervenidas en la segunda actuación se trata de una talla religiosa budista realizada en un colmillo de marfil de mamut, género de mamíferos proboscídeos de la familia Elephantidae. La pieza de mamut, que tiene un tamaño excepcional y gran calidad de tallado, se convierte en especial y de excepcional valor en el mercado, al tratarse de un animal extinguido hace varios milenios.