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La correcta presión de las ruedas, clave para ahorrar combustible

La correcta presión de las ruedas, clave para ahorrar combustible
NOTICIA de Javi Navarro
07.01.2020 - 13:21h    Actualizado 26.12.2022 - 19:24h

Por ejemplo, un coche medio (un turismo) en uso por ciudad y con una presión de inflado de 0,4 bares menor que la recomendada por el fabricante puede dar lugar a un aumento del consumo del orden de 30 litros al año y una reducción de la vida útil del neumático de hasta ocho meses. El Ministerio de Industria, a través del IDAE, ha puesto en marcha una campaña para que los conductores mantengan correctamente la presión de los neumáticos. ¿Y tú cuándo fue la última vez que comprobaste la presión de las ruedas de tu coche?


La presión de las ruedas es uno de los factores claves para la eficiencia energética del vehículo. Es recomendable verificar su estado una vez al mes. De hecho, una presión menor de la recomendada aumenta el consumo de combustible e implica un mayor desgaste de los neumáticos, además de una pérdida de seguridad.

Neumáticos ahorro combustible: Desde el punto de vista de ahorro de combustible y de la duración y seguridad de los neumáticos, mantener una correcta presión de inflado de los neumáticos es clave.

Ahorrar combustible, reducir desgaste y ganar seguridad

La presión de inflado de los neumáticos es uno de los factores clave para la eficiencia energética de los vehículos. Hay que tener en cuenta, en este sentido, que un neumático con baja presión aumenta la resistencia al rodar y, por lo tanto, el consumo de combustible e implica un mayor desgaste de los neumáticos, además de una pérdida de seguridad. La media de vehículos en la Unión Europea circulan con una presión de inflado de entre 0,2 y 0,4 bares menor que la recomendada por el fabricante, lo que supone un aumento del consumo de carburante de hasta un 3 % , además de un mayor desgaste del neumático y una pérdida de seguridad al incrementarse la inestabilidad y los riesgos de reventón en condiciones atmosféricas adversas.

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Consejos para el correcto inflado de los neumáticos

1.- Verificar una vez al mes la presión de inflado, incluida la rueda de repuesto.

2.- Hacerlo siempre con el neumático en frío y, en el caso de que esté caliente, añadir 0,3 bares a la presión ruedas coche recomendada por el fabricante.

3.- Ante cualquier duda, consultar las recomendaciones del fabricante indicada en el manual del usuario y en el interior de la trampilla del depósito de carburante.

4.- A la hora de cambiar los neumáticos hacerlo por aquello que sean más eficientes desde el punto de vista energético.

La importancia de una presión correcta en los neumáticos

Comprobar presión neumáticosDesde el punto de vista del usuario, tanto el cuidado como la presión de las ruedas constituyen dos elementos fundamentales a la hora de contar con la máxima seguridad. La presión de inflado de un neumático influye notablemente y de manera decisoria en el comportamiento del vehículo en situaciones como la frenada de emergencia, en la adherencia del vehículo y, sobre todo, en la precisión del vehículo y en su seguridad. En la actualidad, muchos conductores subestiman la importancia que adquiere el control de la presión de los neumáticos, lo que supone la asunción de un gran riesgo para el propio conductor y ocupantes de vehículos.

El RACE y el fabricante de neumáticos Goodyear han realizado una auditoría sobre el estado de los manómetros en las estaciones de servicio para ajustar la presión de los neumáticos. Después de auditar los sistemas de medición de presión de aire de 161 estaciones de servicio, en las seis autovías nacionales de gran capacidad y cinturón metropolitano de Madrid destacan las siguientes conclusiones:

9 consejos sobre cómo comprobar la presión de los neumáticos

1. En el 62 % de las ocasiones en las que un usuario pare en una estación de servicio para comprobar la presión de sus neumáticos, se encontrará que bien no pueda realizar la medición por estar averiado o presentar fugas de aire, o bien no tiene garantías de que ha introducido la presión correcta al no disponer el manómetro de plaza de inspección vigente que garantice su correcto funcionamiento.

2. En el 8 % de los casos las Estaciones de Servicio no disponen de manómetros operativos, y en un 17 % presentan fugas de aire que impiden realizar la comprobación de la presión de los neumáticos. Por tanto, en el 25 % de las estaciones analizadas los usuarios no podrán comprobar la presión de los neumáticos.

3. En cuanto al estado de los manómetros que están operativos, en un 21 % de los casos el estado de la manguera es deficiente, en un 10 % de los casos el mando del sistema y la esfera también es deficiente, lo cuál dificulta al usuario el uso del manómetro.

4. En tres de cada diez Estaciones de Servicio los manómetros presentan un nivel deficiente en su estado general (grasa, polvo, barro y óxido) .

5. En el 53,% de los casos los sistemas de medición carecían de la inspección técnica correspondiente, y, de los sistemas que sí presentan la mencionada tarjeta de inspección, en el 13 % de las ocasiones la inspección había caducado. Esta situación no garantiza el correcto funcionamiento del manómetro ni la fiabilidad de la medida.

6. A la hora de localizar los sistemas de medición dentro de las Estaciones de Servicio nos encontramos con que en el 64 % de los casos, se ubican en zonas de difícil localización visual, y, alrededor del 9 %, no dispone de carteles indicativos para orientar y guiar al conductor, con la consiguiente distracción del usuario.

7. Atendiendo a la seguridad con la que un conductor puede llevar a cabo la tarea de medición de la presión de aire en los neumáticos de su automóvil, encontramos que un 49 % de las Estaciones de Servicio los manómetros están en una zona de riesgo para el usuario.

8. En el 6 % de los casos, las mangueras de las que disponen los sistemas de medición resultaron ser cortas, obligando en la mayoría de las ocasiones a realizar maniobras del vehículo para poder comprobar la presión de aire.

9. En el 13 % de los casos, las estaciones no disponen de áreas delimitadas que definan el espacio de uso del manómetro para los usuarios. 10. Por último, destacar que la información de la que dispone un usuario a la hora de revisar la presión de los neumáticos resultó ser deficiente. En el 20 % de las Estaciones de Servicio analizadas, no existen carteles informativos de cómo realizar la operación y un 67 % de las mismas no disponen de información sobre presiones de marcas y modelos.

Cuál es la presión correcta

La unidad de presión utilizada en los manómetros de las estaciones de servicio es el bar, equivalente a una atmósfera (1 atm = 1,01325 bares ? 1 bar). Normalmente la escala del medidor vendrá en bar y también en PSI, este último es el sistema Inglés (1 bar = 14,5037738 PSI ? 15 PSI).

Llevar una presión por debajo de la indicada tiene consecuencias negativas tanto para la seguridad como para el rendimiento del neumático:

La seguridad:

– Disminución de la precisión y la respuesta del vehículo ante imprevistos.

– Mayor exposición a roturas en la estructura de su carcasa.

– Riesgo de que el neumático se salga de la llanta o de reventón.

– Aumenta la distancia de frenado
– Reducción de la resistencia a la fatiga
La economía y medio ambiente:

– Aumenta la resistencia a la rodadura haciendo que el motor trabaje más, por lo que disminuye su rendimiento.

– Incremento del consumo.

– Incremento del desgaste, especialmente acelerado en los márgenes laterales.

Por su parte, llevar una presión por encima de la indicada también tiene efectos negativos:

La seguridad:

– Desgaste acelerado en el centro de la banda de rodadura especialmente en el eje motor, puesto que altera el área de contacto del neumático con el suelo.

– Mayor riesgo de producirse cortes e impactos debido al exceso de tensión.

– Mayor patinamiento del neumático, aumentando la distancia de frenado.

– Se pierde la capacidad de absorber las irregularidades del firme, sacrificando confort en la conducción.

La economía y medio ambiente:

– Disminución del rendimiento al acortarse la vida del neumático, con un desgaste acelerado en la zona central de la banda de rodadura.

Una presión incorrecta, tanto por exceso como por defecto, acorta la vida del neumático convirtiéndolo en un residuo que es necesario gestionar.

Consejos para el conductor al revisar la presión de los neumáticos

Uno de los factores más importantes dentro del mantenimiento de los neumáticos es controlar regularmente su presión. El Reglamento General de Vehículos especifica que “la presión de inflado de los neumáticos deberá ser revisada regularmente, con manómetros de uso privado o público, debidamente homologados y verificados según la reglamentación vigente que les sea de aplicación”.

Para revisar la presión de los neumáticos debemos tener en cuenta los siguientes consejos:

– Consultar las especificaciones técnicas del vehículo y neumático.

– Verificar la presión con el neumático en frío, lo que significa rodar menos de 3 Km. a poca velocidad.

– Consultar los indicadores de presión, que puede encontrarse por lo general en: o El manual del vehículo. o El marco de la puerta del conductor. o En la puerta de la guantera. o El interior de la tapa de la gasolina.

– Cerciorarse del correcto estado del manómetro de presión.

– Revisar la presión cada 2.000 kilómetros, un mes o ante un viaje largo.

– Colocar siempre el tapón de la válvula, imprescindible para asegurar la hermetidad del neumático.

– Verificar también la presión de la rueda de repuesto, que debe ser igual a la presión mas alta de las recomendadas.

La mitad de los conductores circula con una presión de neumáticos incorrecta y uno de cada cuatro lleva los frenos en condiciones peligrosas

El 54 % de los conductores circula con una presión incorrecta en sus neumáticos. Éste es el dato que se desprende el estudio realizado por la empresa ilicitana Neumáticos Soledad, con la colaboración de Michelin.

Durante dos fines de semana, la firma de Elche realizó pruebas a todos los conductores que se acercaron por el parking del Centro Comercial L’Aljub, donde una carpa hizo las veces de box gratuito para conocer el estado de los elementos de seguridad de los vehículos. En total, se analizaron más de 200 vehículos, a los que se reconocieron los neumáticos (presiones y desgaste), amortiguadores, y pastillas y discos de freno. El informe también destaca que la crisis empuja a llevar los frenos en condiciones peligrosas en uno de cuatro casos.

El dato que llama más poderosamente la atención es el referente a la presión con la que los conductores circulan con sus vehículos. Más de la mitad de ellos descuida de forma común este aspecto, desconociendo además las consecuencias que sobre la durabilidad del neumático tiene.

Un neumático con una baja presión tiende a calentarse y corre un riesgo mayor de poder reventar en cualquier momento. Así mismo, el desgaste de la banda de rodamiento en los costados será mucho mayor y provocará una aumento del consumo de combustible. Al contrario, las consecuencias también son muy negativas para la seguridad al volante. La banda de rodamiento de un neumático que circule con una presión superior a la recomendada por el fabricante se desgastará mucho más rápido en el centro y será más vulnerable si circula sobre una calzada deteriorada o con obstáculos, puesto que la superficie de sujeción a la carretera disminuye.

Frenos que no frenan
El segundo dato más negativo extraído del estudio es el estado de los frenos. Uno de cada cuatro vehículos examinados tenían los frenos desgastados. Esto quiere decir que las pastillas habían dejado de ejercer su función. Las consecuencias sobre la seguridad son obvias, pues se trata de un elemento vital para la seguridad al volante. Pero es más grave por las consecuencias que incluso puede tener sobre el resto de elementos que intervienen en la acción del frenado de un vehículo: ruedas, discos y amortiguadores principalmente.

En primer lugar, circular y frenar con las pastillas desgastadas deforman los discos de freno. Además, aumenta la distancia de frenado, lo que puede ser crucial en una situación de emergencia, y afecta al estado de los amortiguadores y, como consecuencia, de los neumáticos, que sufren más en cada frenada que se efectúe