>
Compartir
WhatsApp

El crecimiento del consumo interno en China impulsará las inversiones de empresas occidentales

El crecimiento del consumo interno en China impulsará las inversiones de empresas occidentales
NOTICIA de Javi Navarro
14.04.2013 - 10:32h    Actualizado 05.11.2023 - 11:58h

China es hoy una gran oportunidad de negocio para las empresas occidentales según el informe ‘Doing business in China’ (‘Haciendo negocios en China’), elaborado por PwC. De hecho, el consumo interno en China impulsará las inversiones de empresas occidentales en los próximos años. ¿Ejemplos? El 40 % de los habitantes en China tendrá más de 50 años en 2020, por lo que empresas de sectores como el asegurador, el farmacéutico o el sanitario tendrán grandes oportunidades de crecimiento. Un análisis previo del mercado, una buena gestión de riesgos y de la tesorería, el capital humano y estudiar con detalle los posibles acuerdos con socios locales, los principales pasos a seguir para las compañías que desembarcan en China.


China se ha convertido en un referente para las inversiones de las compañías occidentales. Solamente en 2011, la inversión extranjera en el país alcanzó los 116.000 millones de dólares. Y las previsiones de crecimiento de su economía –alrededor de un 8 % anual en los próximos años- hacen pensar que seguirá siendo uno de los mercados más atractivos para las empresas occidentales.

En este sentido, el informe Doing business in China, elaborado por PwC, señala que el consumo interno en China será una de las principales palancas de su crecimiento en los próximos años. De hecho, las autoridades de la región se han propuesto doblar la renta per cápita de sus habitantes, tanto los de las zonas rurales como urbanas. Actualmente, las ventas al por menor en China ya aportan el 55 % del PIB nacional, por lo que existen grandes oportunidades de expansión para las marcas y productos extranjeros.

También los cambios demográficos que vivirá la región abrirán nuevos retos para el crecimiento de empresas occidentales. El 40 % de los habitantes chinos tendrá más de 50 años en 2020, por lo que empresas de sectores como el asegurador, el farmacéutico o el sanitario pueden aprovecharlo para abordar procesos de crecimiento en la región, en la medida en que las restricciones actuales en estos sectores se vayan reduciendo.

Para hacer negocios en China hay que usar Baidu en vez de Google, Weibo en vez de Twitter y Ren Ren en lugar de Facebook
Sin embargo, China no es país homogéneo. Por esta razón, los inversores deberán tener muy claro las zonas más adecuadas para sus inversiones en función de sus necesidades. El informe divide el territorio chino en cuatro grandes áreas. Las diferencias en número de habitantes y en renta per cápita de cada una de ellas son notables.

En el primer grupo se encuentran cuatro de las principales ciudades del país –Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen-. Se trata de la zona con una mayor población, puesto que todas las ciudades superan los 7 millones de habitantes. Este primer grupo concentra la mayor capacidad económica del país y su renta per cápita supera los 7.970,6 euros. El segundo grupo lo integran 29 ciudades que tienen una población de entre 4 y 7 millones de habitantes. En este caso, el nivel de desarrollo económico de estas urbes es entre medio y alto, con una renta per cápita que va desde los 4.291,9 hasta los 7.970,6 euros. Estas ciudades se encuentran en la zona central y oriental del gigante asiático.

Claves de Inditex e Ikea para afrontar con éxito la internacionalización y la innovación
Tras estos dos grupos, se sitúan el resto de ciudades, un total de 254. Su nivel de desarrollo económico es medio/bajo, con poblaciones que alcanzan los 4 millones de habitantes como máximo y unas rentas inferiores a 4.291,9 euros.

Cómo invertir en China

El documento plantea una serie de aspectos que todas las empresas españolas interesadas en invertir en China deberían plantearse antes de desembarcar en la región. El primer paso es efectuar un análisis previo del mercado, desde el punto de vista del producto o servicio que pretende comercializar o producir la compañía y de sus intenciones de inversión.

Me voy a China a emprender y 10 consejos que hay que tener en cuenta
Otro aspecto crítico es la gestión de riesgos. Las compañías deben adaptarse al mercado y, lo que es más importante, a su cultura pero sin olvidar el control de los riesgos. No solamente los legales, regulatorios o fiscales, sino también los culturales, tanto desde un punto de vista relacional como empresarial.

Por otro lado, tampoco son baladíes todos aquellos temas relacionados con los recursos humanos y del talento. En China, por un lado, es posible encontrar profesionales con un alto grado de preparación (con los salarios acordes con los estándares occidentales o incluso mayores). Pero, al mismo tiempo, existe otro perfil de profesionales, sin formación en el exterior, y que tienden a tener una forma de trabajar un tanto inflexible, sin capacidad de adaptación, con falta de iniciativa, de manera muy jerarquizada y con poco sentido de trabajo en equipo. Además, en relación con la mano de obra para fábricas, los salarios se han incrementado mucho en comparación con hace unos años, y ya no resulta tan atractivo producir en China para determinadas industrias.

Internacionalización y exportaciones para compensar los efectos de la crisis económica
Asimismo, el informe también destaca la importancia de la gestión de la tesorería de las sociedades que se constituyen en China. El control de cambios es muy restringido en la región, y esto puede provocar problemas en las empresas, tanto para introducir dinero en China como para utilizarlo fuera de China si se obtienen beneficios allí. La estrategia de tesorería debería ser dinámica y flexible para tener en cuenta, constantemente, los cambios en los negocios y en las políticas reguladoras. Además, es conveniente evaluar cómo la creciente internacionalización del Renminbi afecta a la empresa desde el punto de vista competitivo, de ingresos, costes, flujo de caja y riesgos. El documento señala que la optimización de efectivo y las prácticas de gestión bancaria es la mejor manera de minimizar las necesidades de financiación.

Por otro lado, para poder crecer en China mediante posibles fusiones y adquisiciones, es muy importante estar bien asesorado desde un punto de vista local, para ser capaz de identificar todas las cuestiones y riesgos que puede haber detrás de la inversión en una compañía china, que cuenta con peculiaridades propias de la cultura empresarial del país… Además, la situación del mercado motiva que los precios de las operaciones sean muy altos, debido al potencial futuro de la economía china.

China, un destino profesional cada vez más interesante
Finalmente, el informe facilita información práctica, a modo de guía, sobre el régimen legal, regulatorio, laboral y fiscal aplicable en China, especialmente enfocado a empresas extranjeras que realizan inversiones en China.

Para Carlos Martínez de Aragón, responsable del Spanish Desk de PwC China en Shanghai, “China ofrece inmensas posibilidades para que una empresa española triunfe y conquiste su mercado. Pero para ello, es fundamental entender el mercado y la cultura de China, preparar una estrategia clara y realista para acceder al consumidor chino, invertir tus mejores recursos, saber ser flexible para adaptarse a los cambios, asesorarse bien por expertos locales y mantener en todo momento el optimismo en el éxito del proyecto”.

Empresarios chinos piden menos burocracia para invertir en España

Apenas días después de la operación policial Emperador por la que se incautaron más de 12 millones de euros en efectivo y se produjeron más de 80 detenciones de ciudadanos chinos, españoles y de otras nacionalidades por presuntos delitos de blanqueo de capitales, entre otros, en un foro de ESADE las empresas chinas han pedido menos burocracia para invertir en España, así como han dicho apostar por ganarse la confianza social del país. El presidente de ESADEgeo, Javier Solana, ha destacado “la importancia de establecer y reforzar lazos estratégicos de confianza entre China y Europa”.

El ESADE China Europe Club Forum ha reunido en Barcelona a más de 150 participantes y 80 organizaciones, entre ellas, 30 empresas chinas líderes en su sector. Los participantes han debatido sobre las prioridades de China para invertir en España y Europa, y las posibilidades que ofrece China a las multinacionales europeas. Durante la jornada, Yang Lei, presidente del ESADE China Europe Club y director general de Cosco Iberia, ha destacado la necesidad de agilizar los procesos y eliminar dificultades en el flujo de inversiones entre China y España para facilitar la cooperación entre los dos países.

En ese sentido, Yang Lei se ha mostrado convencido de que el potencial de cooperación entre España y China será cada vez mayor, así como que España jugará un rol cada vez más crucial en este proceso de desarrollo empresarial. Para Yang Lei, las empresas chinas deben comprometerse con los marcos sociales y legales españoles, apostar de forma valiente por la responsabilidad social de la empresa y colaborar con las empresas locales.

Por otra parte, el director general de Cosco Iberia ha reivindicado que “los gobiernos locales deben simplificar los procedimientos de trabajo para la inversión extranjera y deben trabajar eficazmente para crear un entorno más propicio para la inversión”. Yang Lei ha concluido su charla exponiendo su deseo de que los ciudadanos españoles den la bienvenida de una forma positiva a las inversiones chinas.

Durante la jornada, los empresarios participantes también han destacado la necesidad de que China trabaje su identidad de marca para resultar más atractiva para las sociedades europeas.

Puentes de confianza entre Europa y China
Por su parte, Javier Solana, presidente del Center for Global Economy and Geopolitics (ESADEgeo), ha señalado que “para europeos y españoles, la relación con China es absolutamente fundamental”. En ese sentido, ha destacado la importancia del momento actual de las inversiones entre China y Europa, cuyas transacciones crecen año tras año en un momento en el que “China ya es la segunda potencia económica mundial y con seguridad veremos que será la primera”. Solana ha resaltado la importancia de establecer puentes de confianza entre Europa y China: “China y la Unión Europea necesitan establecer puntos de contacto, y la base está en las relaciones entre personas y entre empresas”. En este ámbito ha reconocido la gran labor de iniciativas como la del ESADE China Europe Club.

Por otro lado, Javier Santiso, profesor de ESADE y vicepresidente de ESADEgeo, ha apostado por vencer las barreras que todavía existen en España para el talento que puede llegar de China. Ha propuesto medidas como la concesión de un visado a los graduados en universidades y escuelas de negocios españolas. Por otro lado, ha subrayado el potencial del mercado chino para sectores tan importantes para la economía española como el turismo.

Otras empresas como Lenovo o ICBC han expuesto sus experiencias de éxito en el mercado global y han especificado su apuesta por ahondar en las relaciones económicas y empresariales entre China y Europa. En el marco de la jornada se han llevado a cabo sesiones y reuniones de trabajo orientadas a fomentar la reflexión sobre el papel de China en Europa en el actual contexto geopolítico y, asimismo, ampliar sus lazos empresariales con nuestro continente. Eugenia Bieto, directora general de ESADE, ha sido la encargada de abrir el encuentro junto a Yan Banghua, cónsul de China, y Xavier Trias, alcalde de Barcelona.

China, primera potencia mundial en 2030

China se convertirá en la potencia dominante en el 2030 en detrimento de Estados Unidos y estará presente en 17 de las 25 mayores rutas comerciales del mundo -ahora lo está en siete-. Otros países desarrollados como Japón o el Reino Unido también perderán peso, y en 2030 sólo estarán presentes, respectivamente, en dos y en tres de los 25 mayores intercambios comerciales bilaterales.

El comercio mundial se recuperó en 2010 después del bajón experimentado como consecuencia de la crisis económica. Sin embargo, el mapa de los países protagonistas del comercio internacional cambiará de forma radical en los próximos años, según el informe ‘El Futuro del Comercio Mundial’, elaborado por PwC a partir del análisis de la evolución de las 25 mayores rutas aéreas y marítimas del planeta hasta el 2030.

El informe estima que el mayor intercambio bilateral lo protagonicen en 2030 China y Estados Unidos, que casi multiplicarán por dos el flujo comercial que actualmente mantienen ambos países. Además, en los próximos veinte años veremos un incremento sustancial de las relaciones comerciales entre China y el resto de países emergentes como India, Singapur, Indonesia, Malasia, Nigeria o Brasil, que sustituirán a los países desarrollados como principal destino de las exportaciones del gigante asiático. Destaca el caso excepcional de Alemania, uno de los pocos países europeos que mantendrá su peso el panorama del comercio internacional en las próximas décadas. El estudio calcula que en 2030 el intercambio comercial entre China y Alemania sea el quinto mayor del planeta.

El futuro del comercio internacional nos traerá, además, un cambio en el papel que hasta ahora jugaban los países emergentes y los desarrollados. Si hasta la crisis eran los países emergentes, especialmente China, los que exportaban productos de consumo baratos a los más desarrollados. El impacto de la recesión en las economías más avanzadas junto con el enriquecimiento y el crecimiento de las clases medias en los países emergentes invertirán, en algunos casos, la ecuación. En sectores como el farmacéutico, de ropa de diseño, tecnologías verdes o tecnología sanitaria serán previsiblemente los países desarrollados los que exporten a las nuevas potencias incipientes, convertidas en grandes mercados de consumo.

China, potencia científica

China se sitúa como la segunda potencia científica a nivel mundial. Según un nuevo informe ‘Conocimientos, redes y naciones: colaboración científica global en el siglo XXI’, publicado por la Royal Society (la Academia Nacional de las Ciencias del Reino Unido), un nuevo grupo de naciones, con China a la cabeza seguida de países como Brasil y la India, emergen como potencias científicas de primer orden para disputar por el liderazgo de las “superpotencias científicas” tradicionales: EE. UU., Europa Occidental y Japón. Según los resultados, el aporte de China, en plena expansión y por la cantidad total de artículos publicados, se sitúa ya en segundo lugar por detrás del país líder en investigación científica durante años, EE. UU..

El informe de la Royal Society analizó un amplio espectro de datos, incluida la evolución de las tendencias de cifras de publicaciones científicas que salen a la luz en todos los países. Según los resultados, el aporte de China, en plena expansión y por la cantidad total de artículos publicados, se sitúa ya en segundo lugar por detrás del país líder en investigación científica durante años, EE. UU..

Científicos chinos.Asimismo, el estudio señala a una serie de nuevas potencias científicas que no disponen de una base científica muy fuerte, como son Irán, Túnez y Turquía, pero que están despuntando. “El mundo científico se halla inmerso en una fase de transformación, donde nuevos actores aparecen rápidamente. Además, de la irrupción de China, contemplamos cómo hacen acto de presencia las naciones del Sudeste de Asia, de Oriente Medio, del Norte de África y otras”, declaró Chris Llewellyn Smith, director del Consejo asesor del estudio.

El informe pone énfasis además en la creciente importancia de la cooperación internacional para el desarrollo y los efectos de la ciencia global, así como la capacidad que tiene para resolver retos de alcance global, como son la seguridad energética, el cambio climático y el deterioro de la biodiversidad.

En palabras de Llewellyn Smith: “Es necesario abordar de forma global los problemas globales, como son el cambio climático, las posibles pandemias, la biodiversidad, la alimentación, la seguridad energética y el acceso al agua”.

Según las conclusiones del estudio, la cooperación científica global y sus resultados señalan que más del 35 % de los artículos publicados en revistas internacionales incluyen alguna forma de colaboración internacional, “un gran avance respecto al 25 %, cifra correspondiente a 15 años atrás”.

“El auge de la investigación y la colaboración científica, que puede ayudarnos a encontrar soluciones a los problemas globales a los que hoy nos enfrentamos es una magnífica noticia. Sin embargo, ningún país que haya tenido históricamente una posición dominante debería dormirse en los laureles si lo que pretende es mantener la ventaja económica competitiva que conlleva el liderazgo científico”, afirma Llewellyn Smith.

Cambio de tendencia en la autoría y citas de las publicaciones científicas
El informe se ocupó también de analizar datos sobre citas, es decir, aquellos registros que exponen con qué frecuencia los investigadores citan en sus investigaciones los trabajos de otros colegas.

“A menudo se observan las cifras de las citas para evaluar la calidad de las publicaciones, puesto que el reconocimiento de los trabajos de un autor por sus colegas indica que la comunidad científica valora lo que se ha publicado. En ambos períodos de tiempo los EE. UU. figuran como líderes de la clasificación, con el Reino Unido en segundo lugar. No obstante, ambos han visto reducido el porcentaje del total de citas globales que les corresponde en el período 2004-2008 respecto a los datos de 1999-2003”, explica el estudio.

Los productores emergentes dejan de mirar a occidente. El mejor consumidor, el doméstico

Los directivos de las empresas asiáticas se han dado cuenta de que los cambios en el orden de fuerzas de la economía mundial han cambiado. Occidente comienza a perder peso en sus preferencias y el crecimiento de las clases medias en sus mercados domésticos han dado la señal. En breve, gran parte de las ventas de estas empresas procederá de sus propios mercados.

Para el 2020, dos tercios del volumen total del comercio mundial proceda de las economías de alto crecimiento asiáticas, según una encuesta realizada por la consultora PWC a más de 325 presidentes y consejeros delegados de la región. La respuesta está en el rápido desarrollo de las clases medias en estos mercados.

Por eso, según los resultados de esta encuesta, las economías tradicionales dejarán de ser la fuente principal de ingresos de la compañías asiáticas. Las perspectivas son tan halagüeñas, que casi un 60 % de los encuestados se muestran confiados en el crecimiento de sus compañías en el futuro inmediato. Aproximadamente la mitad afirma que plantea incrementar su plantilla en un 5 % de media anual durante los próximos tres años.

Los sectores que protagonizarán este fuerte crecimiento serán los de gran consumo, textil y financiero.

Para Javier de Paz, socio responsable de Internacionalización de PwC, “las oportunidades de las economías de la APEC en lo que queda de década serán muy diferentes de las del último decenio. En los próximos años, el desarrollo de los mercados nacionales asiáticos sustituirá a las exportaciones de bajo coste hacia las economías maduras como el principal motor del crecimiento económico en la región.”
China será el mercado más atractivo de la zona. Así lo asegura el 44 % de los CEOs encuestados. Según el estudio, el gigante asiático es ya el principal mercado del mundo para la industria de automoción y uno de los principales para los bienes de lujo.

La mayor parte de los empresarios asiáticos que han participado en esta encuesta aseguran que es imprescindible la creación de un área de libre comercio entre las economías emergentes de la zona Asia/ Pacífico (APEC).

Consideran, según la consultora, que es imprescindible el desarrollo de una estrategia para la captación y retención del talento ya que el alto índice de rotación y la escasez de habilidades directivas comienzan a ser un verdadero impedimento. En China, por ejemplo, hay una importante falta de cargos superiores en niveles directivos y ejecutivos. De hecho, según algunos informes al menos dos tercios recibieron una oferta de la competencia en los últimos 18 meses y casi la mitad se cambió de trabajo con un aumento de más del 30 % en su retribución. Una situación diametralmente opuesta a la que se experimenta en las economías occidentales. Los retos principales giran en torno a los sistemas regulatorios y la corrupción y el fuerte proteccionismo de la región.