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Amígdala del cerebro, origen del miedo

Amígdala del cerebro, origen del miedo
NOTICIA de Javi Navarro
17.12.2010 - 17:44h    Actualizado 22.03.2023 - 14:41h

La amígdala humana es la zona del cerebro que genera el miedo. Estudios realizados durante los últimos 50 años han revelado que la amígdala desempeña una función crucial en la generación de reacciones de miedo en distintos animales, desde las ratas hasta los monos. Basándose en el estudio detallado del caso de una mujer sin amígdala, una nueva investigación, publicada en la revista Current Biology, afirma lo mismo de los humanos.

“La naturaleza del miedo es la supervivencia, y la amígdala nos ayuda a seguir vivos al evitar situaciones, personas u objetos que ponen en peligro nuestra vida”, explica Justin Feinstein, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad de Iowa (EE. UU.). “Como la paciente estudiada, identificada únicamente como SM, carece de amígdala, tampoco posee la capacidad de detectar y evitar el peligro. Es bastante llamativo que siga con vida”.

La investigación, publicada en el último número de la revista Current Biology, ofrece una perspectiva novedosa de la vida de una persona que carece de amígdala, una estructura cerebral con forma de almendra. Los hallazgos ofrecen información sobre la conexión entre el cerebro y el comportamiento, concretamente en el contexto de las situaciones que normalmente inspirarían miedo.

Representación del miedo“La amígdala revisa constantemente toda la información que llega al cerebro a través de los distintos sentidos con el fin de detectar rápidamente cualquier cosa que pueda influir en nuestra supervivencia”, explica Feinstein. “Una vez que detecta el peligro, la amígdala orquesta una respuesta rápida de todo el cuerpo que nos empuja a alejarnos de la amenaza, lo cual aumenta nuestras posibilidades de supervivencia”.

Para analizar esta función de la amígdala, Feinstein y su equipo registraron las respuestas de SM ante diversas situaciones que harían que la mayoría de la gente sintiese miedo. La expusieron a serpientes y arañas, la llevaron a una casa embrujada e hicieron que viese películas de terror y que rellenase cuestionarios sobre distintos aspectos del miedo, desde el miedo a la muerte hasta el miedo a hablar en público.

Además, SM registró fielmente sus emociones en distintos momentos del día llevando consigo una agenda electrónica durante un periodo de tres meses. En todos los cuestionarios, mediciones y situaciones, SM fue incapaz de sentir miedo.

“En su vida cotidiana, SM se ha enfrentado a numerosos acontecimientos traumáticos que han puesto en peligro su propia existencia y, según afirma, no le han hecho sentir miedo. Sin embargo, es capaz de sentir otras emociones como la felicidad y la tristeza”, subraya el investigador. “Estos hallazgos indican que la amígdala humana es una zona fundamental del cerebro a la hora de generar miedo”.

Una arma contra el miedo

Los nuevos hallazgos indican que los métodos para desactivar la amígdala de forma segura y no invasiva podrían dar esperanzas a quienes padecen trastorno por estrés postraumático (TEPT).

“Comprendiendo el modo en que el cerebro procesa el miedo gracias a casos como el de SM, puede que algún día seamos capaces de crear tratamientos dirigidos específicamente a las regiones cerebrales que permiten que el miedo se apodere de nuestras vidas”, concluye Feinstein.

La guía con 99 lugares que visitar y pasar miedo, 9 de ellos en España

Portada de la guía de viaje '99 lugares donde pasar miedo'La guía de la que damos cuenta continuación es imprescindible para los viajeros más intrépidos. 99 lugares donde pasar miedo (Libros Cúpula, 17,95 euros) es una ruta por destinos únicos, lugares tomados por las sombras y por la leyenda alrededor del mundo. En ella se explican ¿por qué a un humilde pescador mexicano vistió su casa de horribles muñecas, en la creencia de que éstas le habrían de proteger de algo a lo que temía con ansiedad? O por qué el bosque japonés de Aokigahara se revela como un talismán demoníaco que atrae a cientos de suicidas cada año, incluso qué oculta el Stanley Hotel, que tanto inspiró al genio del terror Stephen King a la hora de escribir su célebre obra El resplandor. 99 lugares por todo el mundo que no invitan mucho al tradicional viajero, 9 de ellos en España, pero que sí atraerán sin embargo a los más intrépidos.

Estos, y otros muchos lugares tomados por las sombras y por la leyenda, componen una inquietante ruta por todo el mundo, al margen de lo que te ofrecen los itinerarios convencionales, que no te dejará indiferente. 99 rincones explorados por el propio autor, que ha narrado la experiencia de cada uno de ellos en una completísima guía del miedo.

Al margen de lo que nos ofrecen las rutas convencionales, hay otras tomadas por las sombras, en las que hombres y mujeres de todos los tiempos han sucumbido víctimas de terrores atávicos. Y sino, atiende a la historia de Winchester Mistery House, una enorme mansión que se dejó de construir cuando falleció su dueña, puesto que ésta estaba firmemente convencida de que la única manera de esquivar el miedo de los espíritus que la acosaban era aumentando día tras día el tamaño de su descomunal vivienda.

La ruta, además, pasa por los cinco continentes y recorre lugares únicos y desconocidos que esconden historias y leyendas ocultas que sorprenderán al lector y al viajero.

Cada lugar corresponde a un espacio en el libro, donde el lector encontrará toda la información de la historia o leyenda relativa a ese lugar, la ubicación geográfica, el mejor momento para ir, el cómo llegar… Todo lo necesario e imprescindible de una guía de viajes que puede acompañarte al viaje más terrorífico y apasionante.

El autor Lorenzo Fernández Bueno es periodista y escritor. Es autor de obras como Las claves del código Da Vinci, Los guardianes del secreto, Gótica: secretos, simbología oculta y leyendas de las catedrales (coord..), Rex Mundi, La guía del terror: lugares de España en los que pasar miedo y otras rutas con misterio, y del libro de cuentos Terrores Nocturnos.

Ha participado en la antología 20 historias inquietantes y en Libros Cúpula ha publicado sus dos últimos ensayos: Desafíos a la Historia y La maldición de los exploradores. Actualmente, es miembro de la famosa tertulia La zona cero, dentro del programa La rosa de los vientos de Onda Cero y director de la revista Enigmas del hombre y del universo. Tras recorrer 99 lugares donde pasar miedo, está concentrado de lleno en su primera novela, en la que la historia y el terror son los protagonistas.

Menos positivismo y más miedo desde 1970

Menos positivismo y más miedo desde 1970

Un equipo de arqueólogos y antropólogos de Universidad de Bristol se ha servido de la base de datos Google Books, que contiene más de cinco millones de títulos, para analizar las tendencias en uso de palabras asociadas a alegría, ira y miedo en los libros escritos entre los años 1900 y 2000. Los autores han encontrado que los más recientes utilizan menos palabras que expresen emociones positivas; en cambio, las asociadas al miedo se han incrementado desde la década de 1970. A los autores les sorprendió ver cómo los estados de ánimo se correspondían con eventos históricos.

Investigadores del departamento de Arqueología y Antropología de la Universidad de Bristol (Reino Unido) han llevado a cabo un estudio sobre las tendencias en el uso de palabras asociadas a emociones como alegría, ira y miedo en los libros escritos entre los años 1900 y 2000. Según ha explicado Alberto Acerbi, uno de los autores, el trabajo ha utilizado la base de datos de Google Books, “que contiene más de cinco millones de títulos, aproximadamente el 4 % de todos las obras publicadas, para realizar un seguimiento del uso de palabras que impliquen emociones en los libros del siglo XX”.

Tendencias culturales
Acerbi es antropólogo, así que señala que su interés no ha sido la literatura sino “la oportunidad de poder rastrear las tendencias socioculturales más generales en una muestra tan enorme”. Los autores han encontrado distintos periodos históricos con estados de ánimo positivos y negativos en libros que se correspondían con la Segunda Guerra Mundial, la Gran Depresión o el baby boom.

Estados de ánimo y eventos históricos
Acerbi señala que les sorprendió mucho ver cómo los estados de ánimo se correspondían con eventos históricos del siglo XX. “Por ejemplo, hay dos picos de estados de ánimo positivos en la décadas de 1910 y 1960 y hay un aumento en las palabras relacionadas con tristeza coincidiendo con el inicio de la Gran Depresión de EE. UU. (1929) que culmina con la Segunda Guerra Mundial”.

El trabajo también aprecia que las palabras asociadas con el sentimiento de miedo disminuyeron a lo largo del siglo XX pero aumentaron notablemente desde la década de 1970. Por otro lado, los autores encontraron que los libros en inglés de EE. UU. son significativamente más emocionales que los libros en inglés británico escritos después de 1960.

Estudios previos han demostrado que las palabras utilizadas en redes sociales pueden reflejar los últimos acontecimientos sociopolíticos, pero este es el primer trabajo que revela que la expresión de estados de ánimo en los libros también pueden reflejar tendencias históricas y culturales a largo plazo.