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No sin mi móvil, tres de cada cuatro no podría vivir sin su smartphone

No sin mi móvil: tres de cada cuatro no podría vivir sin su smartphone
NOTICIA de Javi Navarro
25.02.2013 - 19:47h    Actualizado 07.07.2023 - 12:42h

Un 72 % de los usuarios de smartphone confiesa no poder vivir sin su dispositivo móvil, incluso puede llegar a tratarse como una patologia, la nomofobia. Concretamente, en el caso de olvidar su terminal en casa, un 28 % de los encuestados afirma que iría a recogerlo inmediatamente y un 43 % confiesa que iría a buscarlo, aunque sin prisa. Por el contrario, sólo un 28 % no volvería a casa a recogerlo y prescindiría de él todo el día y más de un 40 % del universo analizado se conecta desde el transporte público o desde bares y restaurantes. ¿Pero, cómo saber si tienes nomofobia? Estos son algunos de los datos que arroja el último estudio sobre hábitos de consumo a través de dispositivos móviles que Privalia ha realizado entre 900 usuarios con smartphone.


Es una realidad que el teléfono inteligente se ha convertido en una herramienta indispensable para los usuarios debido a la flexibilidad y el amplio abanico de posibilidades que ofrece. Según el estudio de Privalia, los usuarios de smartphones afirman usar internet con su movil una media de 2 horas diarias, siendo las mujeres las que más tiempo dedican a ello con 2,2h frente a las 1,8h del consumo masculino.

Conectados desde todas partes

En lo que a ubicación se refiere, además del hogar donde prácticamente todos los usuarios utilizan su smartphone, el estudio arroja datos interesantes sobre los lugares preferidos para conectarse con su móvil inteligente. Bares, restaurantes o transporte público, son lugares donde un destacable 40 % de los encuestados declara conectarse, siendo la mujer la que lo hace en mayor medida. El lugar de trabajo se sitúa también como un importante ámbito de conexión utilizado por uno de cada dos usuarios.

Apps

En lo relativo a las aplicaciones más usadas, las apps de comunicación ocupan el primer puesto del ranking mientras que las redes sociales y las aplicaciones de mapas y navegación completan el podio.

Nomofobia, miedo a ir sin móvil

El 8 % de los universitarios españoles sufre nomofobia, un miedo irracional a no llevar encima el teléfono móvil. Así lo asegura una profesora de la Universidad de Granada, que dice que este trastorno no es una enfermedad en sí, sino sólo un síntoma más de la adicción al móvil. Tener una baja autoestima, problemas con la aceptación del propio cuerpo y déficit en habilidades sociales y en resolución de conflictos favorecen la aparición de este trastorno conocido como nomofobia, abreviatura de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”.

Así lo ha señalado la experta en adicciones y directora del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, Francisca López Torrecillas, quien destaca que, a pesar de que algunos autores señalan a la nomofobia como una de las últimas enfermedades provocadas por las nuevas tecnologías, ésta es sólo un síntoma más de la adicción al móvil.

Como explica López Torrecillas, la adicción al móvil se traduce en una mayor frecuencia en el uso del teléfono móvil en el envío y recepción de e-mail, SMS, y MMS (además de otros programas como Whatsapp); la consulta permanente de noticias y el “mantenimiento” o consulta de su teléfono móvil a la hora de dormir.

Características de personalidad
La investigadora destaca que los adictos al móvil suelen presentar algunas características de personalidad comunes, como una baja autoestima, problemas con la aceptación del propio cuerpo y déficit en habilidades sociales y en resolución de conflictos. La nomofobia se manifiesta en síntomas como ansiedad, malestar general, enfado o inquietud, negación, ocultación y/o minimización del problema, sentimiento de culpa y disminución de la autoestima.

La experta afirma que, en la actualidad, muchos estudiantes universitarios dependen de sus teléfonos móviles “para obtener información o encontrar el apoyo de sus familias, que en ocasiones están lejos de ellos”. Los padres usan el teléfono móvil para supervisar las actividades de los niños a distancia y los adolescentes que viven en el hogar usan el teléfono móvil para obtener su libertad y tener un menor control de los padres. También son muchos los adolescentes (frecuentemente, los más jóvenes) que utilizan el teléfono móvil para evitar la supervisión de los padres.

De este modo, señala Francisca López Torrecillas, “el teléfono móvil se convierte en una especie de cordón umbilical entre los estudiantes universitarios y sus familias, especialmente entre los estudiantes y sus madres”.

La profesora de la UGR destaca que los jóvenes que presentan nomofobia “necesitan estar físicamente junto a su teléfono móvil, y declaran, incluso, que no pueden salir de casa sin el teléfono móvil y que, si lo pierden o se les rompe, se sienten frustrados, enojados y aislados”.

Consejos para usar menos el teléfono móvil

La investigadora destaca que, a la hora de diagnosticar este trastorno, se debe tener en cuenta la historia clínica de los universitarios, puesto que el haber sufrido trastornos afectivos, ansiedad y abuso de sustancias influye en la presencia de la nomofobia. Así pues, “es necesario centrar los esfuerzos en este colectivo, puesto que estos adolescentes y jóvenes contemporáneos son las primeras generaciones nacidas entre estas herramientas”, apostilla.