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El 70 % de los inmigrantes tiene dificultades para llegar a fin de mes

El 70% de los inmigrantes tiene dificultades para llegar a fin de mes
NOTICIA de Javi Navarro
29.05.2013 - 14:27h    Actualizado 22.02.2023 - 15:32h

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) destacan que la tasa de desempleo de la población inmigrante es del 39,21 %, 14,1 puntos superior a la de las personas de nacionalidad española (25,11 %). Para estudiar sus condiciones de trabajo, el estudio ‘Proyecto ITSAL-inmigración, Trabajo y Salud’ describe que las trabajadoras inmigrantes están expuestas a más riesgos laborales que las españolas, efectúan trabajos sobre todo manuales, que la percepción del riesgo para los varones extranjeros es diferente a la que tienen los autóctonos y que el 70,6 % de los extranjeros que vive en España tiene dificultades para llegar a fin de mes.

Distintos riesgos laborales

El trabajo, en el que ha participado la Universidad de Huelva junto a otros tres centros españoles, subraya que las empleadas extranjeras son más propensas a trabajar más horas y a sufrir una mayor exposición a temperaturas extremas que las nacionales. Para ello, los investigadores entrevistaron para su elaboración a 1.841 inmigrantes y 509 españoles.

El texto señala además que los hombres nacidos en el extranjero y cuya actividad se centra en sectores como el de la construcción, agrícola o industrial perciben la exposición a los riesgos laborales de forma distinta a los españoles. Trabajan muchas más horas de pie, en actividades más físicas y están sometidos a temperaturas extremas, según aseguran en las entrevistas.

Asimismo, la formación, titulación y tipología del contrato son también puntos de desencuentro entre hombres y mujeres extranjeros y sus pares nacionales. Por ejemplo, la proporción de varones con titulación superior es mayor en los trabajadores nacionales, mientras que esta misma circunstancia es mayoritaria entre las extranjeras. Es decir, las contratadas extranjeras están más cualificadas que las españolas.

Las variaciones entre sectores de actividad económica se observan en trabajadores extranjeros varones, que se concentran en el ámbito de la construcción, agricultura o industria (62,5 %), mientras que la mayoría de los empleados nacionales desarrollaban su actividad el sector de los servicios (55,3 %). Los extranjeros desarrollan trabajos de actividad física (75,4 %), principalmente a través de contratos temporales; mientras que uno de cada tres carecía de contrato.

Las españolas fueron empleadas principalmente en trabajos no manuales (85,8 %), mientras que las extranjeras se dividieron de manera más uniforme entre ocupaciones manuales y no manuales. La prevalencia sobre los riesgos laborales de los nacidos en el extranjero de ambos sexos fue significativamente mayor que los oriundos: trabajan muchas más horas, de pie y con temperaturas extremas.

Percepción del riesgo
En este análisis, “los extranjeros empleados en los sectores del ámbito de la construcción, agrícola o industrial reportaron menos exposición a riesgos que sus pares españoles. Este resultado contrasta con el aumento del riesgo de accidentes de trabajo observadas en los trabajadores migrantes, que se ha atribuido en parte al hecho de que los extranjeros se emplean en los trabajos más peligrosos”, explican los autores. “Nuestro resultados no confirmaron esta hipótesis, pero no podemos descartar la posibilidad de que este colectivo tiene una percepción del riesgo diferente al de los nativos”.

Para el grupo de investigación “el nivel inferior de la formación y el conocimiento de la salud en el trabajo puede significar que extranjeros los trabajadores no pueden reconocer algunos riesgos laborales”, por lo que se hace necesario ampliar la información sobre riesgos laborales en las diferentes actividades.

Los autores señalan que “es necesario limitar la interpretación de estos resultados. Nuestros datos se basan en la experiencia propia de los trabajadores sin que haya mediciones objetivas. Por otro lado, se han recogido testimonios de personas que dominan el español, por lo que grupos de inmigrantes, como el chino o subsaharianos, no han sido incluidos”. De los 5,7 millones de extranjeros que viven en España, 3,3 millones, el 57,4 %, proceden de países de fuera de la Unión Europea (UE) y 2,4 millones, el 42,6 %, de la UE.

Mayor pobreza y desestructuración
La situación social de extranjeros y españoles es dispar, según un estudio de EAE Business School sobre las condiciones de vida de los hogares inmigrantes. Según este análisis, el 70,6 % de los extranjeros que vive en España tiene dificultades para llegar a fin de mes.

El gasto medio por hogar en España fue de 29.482 euros en 2011, —un 7,73 % menos que en 2008—, un descenso que en el caso de los hogares españoles ha sido del 6,8 % y en el de los extranjeros del 15,03 %. El gasto medio de una familia extranjera fue un 23 % inferior al de una española.

El pasado diciembre el informe Impactos de la crisis sobre la población inmigrante elaborado, a partir de fuentes oficiales, por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), ya ponía de manifiesto que la crisis ha golpeado con más dureza a la población inmigrante que a la española aumentando las diferencias sociales entre ambas, al contar con menos prestaciones, una tasa de paro que duplica la de los autóctonos y un mayor número de hogares pobres.

Otra consecuencia de la coyuntura económica es que la tasa de pobreza de los hogares inmigrantes es del 31 %, cifra que supera en doce puntos la de la población española menor de 65 años, que se sitúa en el 19 %.

Ocho de cada diez inmigrantes en España casi no llega a fin de mes

El 82 % de los extranjeros no comunitarios tiene dificultades para llegar a fin de mes, según la ultima investigación de EAE. En España, el 11 % de las familias son de origen extranjero, tres puntos porcentuales más que en 2006. El 66 % de la población inmigrante reside en Madrid, C. Valenciana y Andalucía, por el contrario, en Cantabria y Asturias solo hay un 2 % de población inmigrante. Analizando el tamaño del hogar, las familias de inmigrantes están configuradas por 2,85 miembros de media y una familia nacional por 2,63. En ambos caso, el tamaño medio ha descendido en un 4 % entre 2006 y 2010.

El 9 % del gasto de las familias en España lo realizan extranjeros, un 1,20 % menos que en 2009. Los españoles gastan de media 1,41 veces más que los extranjeros. La renta media por persona española es de 10.297 €, la cifra desciende hasta los 8.099 euros cuando su origen es de un país perteneciente a la UE y a los 6.647 € cuando se trata de personas de nacionalidad no europea ni española. Por tanto, la renta media de un español es 1,27 mayor que la de un europeo residente en España y 1,54 veces mayor a la una persona no europea en España
¿En qué gastan las familias extranjeras?

El 30,56 % del presupuesto de las familias extranjeras se destina a la vivienda, agua, electricidad y gas. La siguiente partida más relevante, con 14,64 % del gasto, es la de alimentos y bebidas no alcohólicas. Le siguen con un 13 % los transportes. Otro dato interesante es que el 2,71 % de su presupuesto se destina a bebidas alcohólicas, tabaco y narcóticos, el 2,36 % a la salud, un 4,08 % en comunicaciones y un 5,67 % a ocio y espectáculos.

En el último año ha ganado en relevancia el gasto en alimentos, salud y enseñanza y se ha reducido en equipamientos, transporte, ocio, espectáculos, hoteles, cafés y restaurantes. (Ver Tabla 10. Página 18 del informe).

Un aspecto importante del informe es el análisis de las carencias de las familias. El 42 % de las familias europeas afirma tener alguna carencia relacionada con gastos imprevistos, automóvil, pc, retraso en los pagos de vivienda, posibilidad de ir de vacaciones o alimentos básicos.

Un dato alarmante es que el 82 % de las familias no europeas tiene dificultades para llegar a final de mes, el porcentaje es del 62,10 % si se trata de familias de origen comunitario. Aproximadamente, solo el 18 % de las familias extranjeras no comunitarias llegan a final de mes y el 37 % si se trata de familias europeas.

En España, el 25,20 % de la población tiene riesgo de exclusión social o pobreza, este porcentaje s del 28 % en habitantes europeos y del 47,10 % para habitantes no europeos.

Condiciones de vivienda
El estudio hace especial hincapié en las condiciones de vida de las familias que proceden de fuera de España con especial énfasis en las condiciones de vivienda. Así, mientras que un 84,8 % de las familias españolas tiene una vivienda en propiedad, el porcentaje desciende al 49,7 % si se trata de familias de la UE y al 26,8 % de familias del resto del mundo, un porcentaje que ha descendido en casi dos puntos porcentuales respecto a 2008.

Los principales problemas en el hogar de las familias extranjeras están relacionados con los ruidos, la escasez de luz natural, la delincuencia y la contaminación. No obstante, más del 60 % de las familias afirma no tener ningún problema en su vivienda, un porcentaje que ha crecido en ocho puntos porcentuales en los dos últimos años. Por su parte, las familias españolas tienen más problemas de vandalismo y delincuencia que las extranjeras.

En cuanto al equipamiento del hogar, el teléfono, la televisión y la lavadora está presente en prácticamente todos los hogares, las diferencias son sustanciales en el coche y en el ordenador personal. Así, el 54,9 % de las familias no europeas tienen coche.