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Las 6 preguntas del test de estrés pandémico para saber si tienes ansiedad

¿Tienes ansiedad? Cómo saberlo
NOTICIA de Javi Navarro
04.12.2020 - 13:17h    Actualizado 13.03.2023 - 11:33h

¿Cómo puedo saber si tengo secuelas psicológicas por la COVID-19? Los psicólogos advierten de que los largos meses ya acumulados y de confinamiento que parecen no llegar a su fin hasta que llegue la esperanzadora vacuna en 2021 están pasando factura a muchas personas. Y tampoco ayuda el no poder abrazar a nuestros seres queridos debido a que con las Navidades de por medio deberemos cumplir las medidas restrictivas de celebraciones, reuniones familiares limitadas y cierres perimetrales entre comunidades. Por no decir que pequeños cambios en nuestro estado de ánimo derivados de problemas laborales o sentimentales pueden ser el detonante. ¿Quieres saber con este test de 6 preguntas si te está afectando toda esta situación?

Test de estrés pandémico

La psicóloga Pilar Conde explica que “es posible que un decaimiento del estado de ánimo se haya ido produciendo poco a poco y agravándose con el paso de los meses de alarma sanitaria, como por ejemplo durante el confinamiento con el poco contacto con el aire libre o los índices económicos negativos. Todo influye y muchas veces no somos conscientes de ello”.

Para evitar un estado depresivo no anunciado y con el objetivo de mejorar la estabilidad emocional, la psicóloga de la Clínica Origen, pide que nos hagamos estas preguntas:

1.- ¿He tenido un estado de ánimo decaído en el último mes?

“Si ese estado ánimo va acompañado de apatía, dificultad a la hora de disfrutar de las actividades que antes te gustaban. Si tienes problemas de apetito de sueño, que se vienen produciendo de manera recurrente en el último mes ocasiones podrías estar presentando síntomas depresivos”, explica la psicóloga.

2.- Cuando piensas sobre la situación pandémica y sus implicaciones, ¿sientes ansiedad, miedo o angustia?

“Sentir angustia ante la enfermedad es normal, no obstante, la psicóloga advierte que es una señal que indica que hay algo que no estamos gestionando de la mejor manera, por lo que para evitar que vaya a más, lo mejor es prestarle atención, entenderla y gestionarla de manera correcta desde el principio”, indica.

3.- ¿Estoy teniendo problemas de sueño?

“Tardar en conciliar el sueño o despertarse por la noche a menudo es síntoma de inquietud, de preocupaciones. Si se mantiene en el tiempo, es cuando nos tenemos que poner en manos de profesionales, dado que el no descansar de manera adecuada, puede derivar en la activación de otros síntomas”, añade.

4.- Cuando pienso en la posibilidad de contagiarme de la COVID-19, ¿me preocupo?

“La preocupación por el contagio la tenemos todos, la diferencia es cuanto malestar y limitación nos está suponiendo. Si mi preocupación me deriva en ansiedad o miedo moderado o intenso, y siento temor a salir a la calle o a quedar, aún con la medidas de seguridad, hablaríamos de preocupación alta y limitante”, señala Conde.

5.-Cuando pienso si puedo contagiar a algún ser querido, ¿siento miedo y culpa?

Es una de las mayores preocupaciones que están llevando a las personas a protegerse a sí mismos y a los suyos. ¿Es tu caso?

6.- ¿Me muestro optimista cuando pienso en el futuro?

“En este aparto influirá tu personalidad y tu manera de enfrentarte a las novedades, pero también cómo te esté impactando la situación que estamos viviendo; si has estado expuesto a varios factores estresantes durante este período, o si, en cambio, no ha habido prácticamente cambios en tu rutina”, analiza la experta.

El resultado a este test puedes valorarlo directamente con estas indicaciones: Si en las tres primeras preguntas tu respuesta ha sido afirmativa y podrías decir, que sí, que te afecta mucho, deberías consultar a un profesional de la salud mental. Si, además, te muestras preocupado por un posible contagio y ante el futuro inmediato, no esperes a que la situación se resuelva para encontrarte mejor. Conde concluye que “debes preguntar a un psicólogo, en primera instancia, si precisas de apoyo terapéutico”.

‘Coronavidad’

La coronavidad está empezando a producir ansiedad ante la posibilidad de separación entre familiares. Ante esta incertidumbre e inquietud “es normal —tranquiliza la experta—, que experimentemos cierta angustia ante la pérdida de la sensación de control. Estas dudas sobre lo qué sucederá pueden llevarnos incluso a experimentar cierta frustración personal”, indica la psicóloga.

Además, se añade, ajeno a la situación de pandemia, los nervios y disputas entre familiares, o con la propia pareja, cuando llegan estas fechas y hay que preparar y decidir dónde reunirse en cada festividad.

Por eso, ante la cena de Nochebuena y Nochevieja o la comida de Año Nuevo, Pilar Conde hace las siguientes recomendaciones para paliar la ansiedad previa a estas fiestas este año.

Consejos para una Navidad con la COVID-19

En primer lugar, consensuar entre todos los miembros de la familia las decisiones que afectan a la familia, hacerlo en conjunto, para que todas partes se sientan implicadas.

De no poder reunirse, es importante mantener los rituales familiares de cada Navidad, adaptándolos a la situación actual. Por ejemplo, si se suele comer un plato típico preparado por un familiar, que este año se conecten todos y sea el autor de la receta quien explique los pasos al resto.

Otra acción muy útil es pensar en las diferentes maneras en las que la familia se siente unida. Y si los diferentes miembros no pueden reunirse, organizar algo ya sea de manera presencial en otras fechas u online el mismo día de las celebraciones. Por ejemplo, cantar villancicos juntos al teléfono o por videoconferencia es una alternativa que expresa afecto y alegría.

Y no te olvides decorar la casa como es habitual, ni de arreglarte para sentarte a la mesa en las fechas señaladas. Sería un error pasar las celebraciones en pijama, por lo que no cometas el error de pensar en el “total para qué”. Recuerda que siempre podemos compartir nuestras fotos en los grupos de WhatsApp y en nuestras redes sociales.

Ante una pérdida de un ser querido o familiar

La Navidad incorpora un inconveniente más para sortear la ansiedad. Cada año por estas fechas muchas personas se sienten tristes porque añoran a los que ya no están y, en esta ocasión, los sentimientos están a flor de piel ante el gran número de pérdidas humanas ocasionadas por la COVID-19. “Hay que preguntarles directamente cómo desean pasar la Navidad y apoyarles, tanto si se quieren aislar como si animan a compartir algunos momentos de celebración”, comenta Conde.

La psicóloga considera de forma especial estar más pendientes de los mayores en estas fechas: “Los ancianos han sufrido un periodo largo de separación de sus seres queridos y de privación social, hay que tratar de que pasen unas buenas Navidades en la medida de lo posible”.

Fatiga pandémica

Las claves para sortear la llamada fatiga pandémica pasan por adoptar un punto de vista positivo, basado en el aprendizaje y adaptación a la nueva situación. En palabras de la psicóloga Pilar Conde “es el bastón en el que apoyarnos para hacer frente a la ansiedad que sigue produciendo la pandemia”. Pero, sobre todo, “sabemos que la situación es temporal, que tendría un final y que volveremos a la normalidad”, añade.

La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado como ‘fatiga pandémica‘ al estado de cansancio mental, de abulia, de apatía y de cierta tristeza al ver que el virus continúa entre nosotros y que sigue siendo una amenaza que, por lo tanto, condiciona nuestras vidas, tal y como se recoge en este documento.

Conde explica que el impacto que tendrá todo esto se podrá medir una vez finalice el peligro asociado al virus durante los próximos años. “Nos afectan, sobre todo, dos aspectos: el miedo al contagio propio y al de nuestros seres queridos, y la inseguridad e incertidumbre derivadas de los cambios constantes de normativa”, indica Conde.

La posibilidad de perder el trabajo o de ver mermadas las condiciones laborales es también otro de los desencadenantes de esta fatiga pandémica, tal y como señala la OMS.

Pilar Conde recomienda estar bien informado y dedicar el tiempo necesario a las noticias y, señala, “centrarnos en el día a día, en la situación presente y en poner el foco en lo que podemos controlar. De esta manera, y organizando nuestras rutinas, no sólo nos ayudaremos a nosotros mismos, sino a las personas de nuestro entorno cercano”.

Por último, y en relación a las personas que no cumplen las medidas de seguridad, como por ejemplo personas que asisten a fiestas o quienes no llevan mascarilla, Conde remite a las medidas oficiales de supervisión y obligado cumplimiento para evitar que algunos ciudadanos caigan en la minimización del riesgo. “Acostumbrarse a la pandemia es otro motivo para relajarse en el cumplimiento de las normas que nos salvaguardan a todos y puede ser otro indicio de fatiga pandémica, por lo que hay que continuar trabajando la conciencia sobre la responsabilidad de grupo en las distintas instituciones y medios de comunicación”, concluye la psicóloga.



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