Las diez claves para aguantar a un jefe exigente en el trabajo

Un jefe exigente con sus trabajadores.
NOTICIA de Cristian Pinto
22.05.2024 - 12:40h    Actualizado 22.05.2024 - 12:40h

¿Tu jefe te exprime para que rindas al máximo en el trabajo? Esta situación puede llegar a resultar estresante. De hecho, según los datos de Ringover, la empresa de comunicación omnicanal para empresas, casi la mitad de los españoles reconoce que sufre estrés relacionado con su trabajo diario y casi siete de cada diez lo sufren al menos una vez a la semana. Trabajar con un jefe exigente puede ser muy estresante, pero también puede convertirse en una oportunidad de crecimiento.

En esta información te detallamos cómo identificar a un jefe que te exige demasiado y los trucos para saber manejar este tipo de relación entre superior y empleado. Y, si no quieres que te menosprecien en el trabajo, también es importante saber cómo poner firmes a los jefes y compañeros de trabajo.

Cómo identificar a un jefe exigente

Según los expertos de Ringover, estas son algunas de las características que definen a un jefe con una alta demanda profesional.

  • Altos estándares de rendimiento. Un jefe que exige el máximo a sus trabajadores tiene expectativas muy altas en cuanto a la calidad y la cantidad de trabajo. La actitud que lo define se orienta a la excelencia y espera que todo el equipo de trabajo mantenga esos estándares.
  • Atención al detalle. Cada aspecto del trabajo es revisado minuciosamente y espera que los empleados sean igual de meticulosos y aspiren a la perfección.
  • Ambiciosos. Los jefes altamente exigentes establecen metas que pueden parecer inalcanzables en un primer momento y que sacan a los empleados de su zona de confort, lo que contribuye a impulsar el desarrollo de sus habilidades y su crecimiento profesional.
  • Retroalimentación constante. La retroalimentación es una constante en el entorno de trabajo con un jefe que busca una mejora continua. Los comentarios que realiza suelen ser directos y pueden parecer duros o poco empáticos, pero están destinados a corregir errores y mejorar el desempeño del equipo.
  • Presión constante. Trabajar bajo la supervisión de un jefe muy exigente a menudo implica una alta carga de trabajo y unos tiempos muy ajustados para resolver las situaciones laborales. La presión para cumplir con los plazos y mantener la calidad del trabajo puede ser intensa, lo que requiere una gestión efectiva del tiempo y habilidades de organización.
  • Expectativas de proactividad. Los jefes más exigentes esperan que sus empleados sean proactivos y anticipen problemas y necesidades en sus tareas y proyectos. En este sentido, no tener iniciativa puede ser visto como una falta de compromiso o capacidad.
  • Foco en el rendimiento global. Además de centrarse en los resultados individuales, un jefe exigente también estará muy atento al rendimiento general del equipo, esperando que cada miembro contribuya de manera significativa al éxito colectivo.
  • Revisión y evaluación regular. Las revisiones del desempeño son frecuentes y rigurosas. Este tipo de jefes utiliza las evaluaciones para monitorear el progreso de sus empleados y ajustar las estrategias según sea necesario, asegurando que los objetivos se cumplan de manera eficiente.

Consejos para manejar a un jefe exigente

Una vez que has identificado que tu jefe cumple con las anteriores premisas, es importante que sepas cómo actuar ante un jefe muy demandante y meticuloso. No es tarea fácil, pero desde Ringover apuntan una serie de 10 consejos para tener una relación laboral fluida con tu jefe. Y es que cuanto antes se defina el tipo de relación que hay entre empleado y jefe, mejores expectativas de éxito habrá.

Comunicación clara y frecuente

Es necesario que el empleado mantenga una comunicación abierta y regular con su jefe, informando sobre su progreso, los obstáculos que ha encontrado en la tarea encomendada y los resultados obtenidos. La comunicación fluida denota compromiso y reduce la posibilidad de malentendidos.

Aceptar la crítica constructiva

Para ganarse el respeto y la confianza del jefe hay que tomarse sus comentarios críticos como oportunidades para mejorar. Además, conviene preguntar abiertamente qué puedes hacer para mejorar tu trabajo.

Priorizar y gestionar el tiempo eficientemente

También es importante priorizar las tareas y gestionar el tiempo de forma efectiva. Usa herramientas de organización como agendas y calendarios.

Mostrar proactividad

Anticípate a tu jefe y sé tú quien tome la iniciativa en proyectos y tareas. Esto demostrará que tienes la capacidad suficiente para trabajar de forma independiente.

Mantener una actitud positiva

Es muy importante no ceder ante la presión y tener buena actitud. Si hay algún problema, busca soluciones. Esto no solo mejora el ánimo del empleado, sino que también puede influir positivamente en la percepción que el jefe tiene de ti.

Buscar feedback regularmente

No esperes la retroalimentación de tu jefe, es mejor que solicites la opinión de un superior de forma regular.

Desarrollar resiliencia

Trabajar bajo presión constante puede ser estresante. Por ello, desarrollar habilidades de resiliencia ayuda a manejar el estrés y a mantenerse enfocado en los objetivos a largo plazo.

Aprender de los éxitos y fracasos

Reflexiona sobre tu experiencia laboral y aprende de los éxitos como de sus fracasos, lo que te permitirá mejorar y adaptarte a las expectativas de tu jefe.

Buscar apoyo en colegas

Establece una red de apoyo entre compañeros y amigos. Compartir las experiencias y consejos puede ser de gran valor para lidiar con las situaciones más difíciles y mantener un buen estado de ánimo.

Mantener límites saludables

Al igual que es importante cumplir con las expectativas de tu jefe, también es clave que el trabajador mantenga un equilibrio entre su vida laboral y personal. Conviene establecer límites claros para evitar el agotamiento y asegurar un rendimiento sostenible a largo plazo.



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