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Partido de infarto

Partido de infarto
NOTICIA de Javi Navarro
27.06.2012 - 12:52h    Actualizado 22.03.2023 - 18:05h

Ser espectador de un partido de fútbol clasificatorio para una final está considerado de alto riesgo cardiovascular. Un encuentro de semifinales, una final, cuando el equipo al que seguimos se lo juega todo en 90 minutos de gloria o fracaso, pone a nuestro estado físico a prueba. La emoción del transcurso del juego y la ansiedad por ganar generan un estrés emocional que no todos soportan y provoca el riesgo de infarto. Conoce los consejos para mantener la calma si eres de los más nerviosos.

Las extremadas situaciones de estrés a las que se pueden llegar viendo un partido de fútbol de rivalidad máxima hacen que nuestro cuerpo eleve de forma excesiva la producción de adrenalina. Esta hormona en una cantidad muy alta provoca unas contracciones al corazón más rápidas, continuas y fuertes, haciendo más fácil el estrechamiento de las arterias y aumentando la presión arterial con posibilidad de coágulos. El ataque cardiaco cuando se unen todas estas pautas es más que probable.

Estudio de la SEC (Sociedad Española de Cardiología)
Un estudio de la Sociedad Española de Cardiología, SEC, detalla que las hormonas más activas son las llamadas catecolaminas que durante los picos de estrés en los partidos tensos se disparan en la sangre. Las catecolaminas, la más potente y habitual es la adrenalina, incrementan sobre todo la presión arterial siendo no solamente el riesgo cardiaco el posible susto, también supone una probabilidad de ictus cerebral.

Potenciada por la adrenalina la elevada presión arterial de la sangre puede formar un coágulo viajando y obstruyendo el torrente circulatorio. Es el momento culminante en que Casillas debe detener un balón para pasar a la final de la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Si ve al espectador de al lado pálido y con la mano en el pecho, es posible que esté sufriendo un infarto.

Partido España-portugal, consejos para “cardiacos”

No es broma, si tiene el colesterol y el azúcar en sangre descontrolado, tiende a ser hipertenso o directamente lo es; incluso, más obvio, si padece alguna enfermedad cardiovascular, haga caso a los consejos que difunde la SEC:

• Levantarse durante el partido y pasear, distraer la tensión con estos paseos, para volver a la emoción del encuentro más relajado. Supone perderse unos minutos, pero se gana en salud.

• Ni minutos antes, ni durante el partido, consumir alcohol y/o fumar, puesto que son también factores que aumentan la tensión arterial. Si es inevitable tomarse una cerveza, que sea una; es decir, no aumentar por los nervios el consumo.

• Directamente no ver las jugadas más emocionantes, como los lanzamientos de penalti. Tanto si ha sido gol como si no lo ha sido, se enterará rápido por su entorno.

• Es preferible verlo en casa con familiares y/o amigos. En el campo de fútbol es más complejo evadirse del ambiente de estrés, emoción y euforia. En casa se puede desconectar de varias maneras, yendo a otra habitación, haciendo otras cosas mientras haya máxima emoción en el encuentro o, simple, apagando el televisor.

En fin, la recomendación más eficaz sería no ver el partido si se han tenido ya síntomas o amagos de infarto, o si se padecen todos los factores de riesgo indicado. Sin embargo, si los “colores” son más fuertes que el miedo a ese riesgo cardiaco, siga los anteriores consejos. Otra opción más atractiva sería disfrutar con el buen juego de la selección, que no dejaría dudas a la victoria.



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