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Cómete la verdura que es buena para la vista… ¿verdadero?

Cómete la verdura que es buena para la vista... ¿verdadero?
NOTICIA de Javi Navarro
28.04.2012 - 16:55h    Actualizado 26.03.2024 - 12:32h

Los padres llevan toda la vida intentando convencer a sus hijos de que coman verduras como las zanahorias con la promesa de que estas son buenas para la vista, pero ¿es verdad esta vieja cantinela? Esta es la pregunta que tratará de responder un investigador irlandés a quien el Consejo Europeo de Investigación (CEI) acaba de conceder una subvención. La visión tiende a deteriorarse a medida que envejecemos, pero el doctor John Nolan, del Instituto Tecnológico de Waterford (Irlanda), va a investigar si los cambios en la dieta pueden ayudar a reducir el número de personas a las que se diagnostica degeneración macular asociada a la edad (DMAE) al llegar al crepúsculo de sus vidas.

Aproximadamente 15 millones de europeos sufren actualmente de DMAE, y esta cifra se va a disparar durante la próxima década a causa del envejecimiento de la población.

Ahora que va a recibir una subvención de inicio (Starting Grant) de 1,5 millones de euros para los próximos 5 años de investigación del proyecto que dirige, CREST (Enriquecimiento del pigmento macular y su impacto en la visión y la ceguera), el doctor Nolan tiene como objetivo desarrollar un enfoque específico con el que se podría optimizar la nutrición del ojo.

Se espera que dicha investigación permita mejorar la situación de las personas que sufren de problemas de visión. Pero, además de ayudar a los enfermos de DMAE, la afección responsable de más de la mitad de los casos de ceguera que se registran en el mundo desarrollado y que, dejando aparte sus consecuencias físicas, también trae importantes consecuencias sociales y psicológicas. ¿Ejemplos? Soledad y depresión. Los resultados del proyecto también podrían resultar útiles para aquellos que se considera que disfrutan de una visión ‘normal’.

El doctor Nolan es el investigador jefe del Grupo de investigación sobre pigmentos maculares del Instituto Tecnológico de Waterford, cuya misión es estudiar el papel de la nutrición del ojo en la visión y la prevención de la ceguera.

El problema se deriva en gran medida del deterioro de una zona situada en la parte central de la retina denominada mácula. Conforme envejecemos, las células de los ojos van acumulando los daños provocados por los efectos de los productos químicos oxidantes, como los radicales libres, y de la luz azul. Cada vez hay más pruebas de que la falta de pigmento macular (PM) en esta parte del ojo está asociada con mayores daños en la retina relacionados con dichas fuentes y, en la misma medida, con un mayor riesgo de DMAE.

“La cuestión que nos planteamos es cómo podemos optimizar este pigmento en la parte posterior del ojo. Nuestro enfoque consiste en buscar la manera de mejorar la nutrición de los ojos, lo que esperamos que sirva para proteger la retina durante el proceso del envejecimiento, e incluso para producir una supervisión mejorada para las personas con vista normal”, explicó Nolan.

La clave parece radicar en unas sustancias químicas llamadas carotenoides, de los cuales sesenta se encuentran en la dieta típica occidental. Sin embargo, solamente tres de ellos se encuentran en el PM de la retina: la luteína (L), la zeaxantina (Z) y la mesozeaxantina (meso-z). Y las concentraciones de estos pigmentos varían de un individuo a otro.

Además de contribuir a dañar la retina, la luz azul es también la parte del espectro luminoso con mayor tendencia a la dispersión, lo que provoca el deslumbramiento. Para contrarrestar esto, el pigmento macular absorbe la luz azul, proceso que el doctor Nolan describió como un ‘filtro solar para los ojos’.

“En nuestro estudio vamos a enriquecer el PM a través de la dieta y de suplementos, y luego mediremos el efecto que tiene en la mejoría de la visión. Estos pigmentos son además antioxidantes, así que su aumento podría tener un doble efecto protector”, añadió.

La financiación del CEI también ayudará al doctor Nolan a medir cualquier mejoría de la vista y a combatir las limitaciones de los métodos actuales de medición de la visión. La subvención del CEI ya ha servido al equipo del doctor Nolan para reunir el equipamiento avanzado necesario para efectuar nuevas pruebas. En las pruebas estándar se utilizan fondos blancos y letras negras, que no son lo suficientemente sensibles como para medir mejorías en la vista de los jóvenes o de los adultos con visión normal. Las nuevas pruebas que desarrollará el doctor Nolan irán más allá de este formato de prueba clásico y evaluarán la necesidad de prescribir lentes correctivos. Para ello estudiarán los efectos del color y los contrastes.

El doctor Nolan fue uno de los seis beneficiarios de subvenciones del CEI irlandeses que se reunieron con la Comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn, en septiembre de 2011. Durante aquel encuentro, la Comisaria declaró: “Las subvenciones del Consejo Europeo de Investigación son muy valoradas en la comunidad científica, especialmente entre los investigadores jóvenes que a menudo tienen dificultad para encontrar financiación. La diversidad y calidad de los ganadores que trabajan en Irlanda son muy alentadoras, y sus investigaciones contribuirán a nuestros esfuerzos por construir una Europa más innovadora y, por lo tanto, más competitiva”.



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