Los 2 aspectos clave para evitar incidentes con las baterías de litio
La explosión de una batería de un patinete eléctrico en el metro de Madrid ha hecho saltar todas las alarmas. Una situación que llamó particularmente la atención y ante la que se propusieron medidas tajantes, como la prohibición de meter estos vehículos de movilidad personal en el metro para que no vuelva a suceder. El objetivo, en cualquier caso, es minimizar los riesgos de explosión de patinete por problemas en la batería.
¿Pero, cómo saber si una batería es segura? ¿Qué deben tener estos elementos para minimizar riesgos por explosión o fugas? Los expertos fabricantes de baterías de litio para vehículos de la empresa NCPower, explican que es fundamental tener en cuenta algunos aspectos clave que permitan garantizar la seguridad de estos elementos, que pasan por los controles de calidad y sistemas de fabricación de las mismas.
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Sistema de gestión de batería y certificaciones, lo que garantiza la seguridad
Los expertos señalan que los dos puntos clave para la seguridad de las baterías de litio pasan por un sofisticado sistema de la gestión de la batería, así como por la obtención de las certificaciones de seguridad. Estos son los dos elementos que es crucial revisar y analizar para evitar posibles incidentes relacionados con este elemento. ¿Pero, en qué consiste este sistema de gestión de la batería? Este es un sistema de control que, tal y como detallan desde NCPower, llevan a cabo de manera estricta y bajo un control rigurosa que va desde la fase de diseño hasta la producción final.
Para empezar, señalan, es crucial tener en cuenta cuáles son los principales factores que pueden provocar una fuga térmica y, por tanto, una posible explosión. Entre los principales, se encuentran los mecánicos, sobrecarga eléctrica, sobre descarga, cortocircuito externo e interno, envejecimiento del elemento, diseño o hasta fabricación de la misma.
Qué partes de la batería pueden provocar una explosión
Para miniar los riesgos de la explosión de una batería hay que revisar una de las partes fundamentales de la misma, que son los electrolitos. Esta es una parte que actúa como catalizador para conducir la electricidad. El peligro es que estos electrolitos pueden ser inflamables y reaccionar de forma violenta si se exponen a las altas temperaturas o experimentan un cortocircuito. Para evitarlo y no exponerse a riesgos, solamente hay que evitar que se sobrecalienten.
Por otra parte, la carga de las baterías también conllevan riesgos específicos que es importante conocer. Y para entenderlo, hay que tener en cuenta las diferencias entre el sistema de carga de las baterías tradicionales de plomo ácido o las de litio. Porque a diferencia de las clásicas, las de litio no necesitan una carga de oportunidad y pueden permanecer dentro del equipo durante la carga.
Una vez completa la recarga, en el caso de las de plomo ácido, estas pueden expulsar gases de hidrógeno y oxígeno, lo que requiere de una estación de carga ventilada. En el caso contrario, podrían producirse sobrecargas. Mientras que en las baterías de litio, esto no sucede y se reducen los riesgos al ser más seguro y eficiente.
Cómo evitar una fuga de la batería y el riesgo de explosión
La explosión de una batería por fuga térmica es una reacción de la misma a un aumento de temperatura que se produce cuando se sobrecaliente la batería. De manera general, todas las baterías pueden ser susceptibles de fugas si quedan expuestas a temperaturas extremas o sufren daños físicos o eléctricos.
En concreto, los expertos en baterías explican que esta fuga térmica puede llevar a una reacción descontrolada, generando más calor y liberando gases inflamables. Motivo por el que, si no se controla adecuadamente, esto puede dar como resultado una combustión y una posible explosión. Y, precisamente por ello, es fundamental contar con un buen sistema de gestión de batería para monitorearla y prevenir situaciones que deriven en esta fuga.
Sistema de Gestión de la Batería o BMS
El BMS o Sistema de Gestión de la Batería es una parte esencial de estos elementos de litio, dado que actúa como el cerebro de la misma. Es la parte encargada de monitorizar la seguridad de la batería y de otras funciones, como las siguientes:
- Supervisar y controlar el estado de cada celda de la batería, equilibra la carga y descarga y evita situaciones peligrosas.
- También es capaz de desconectar la batería ante sobrecalentamiento o de detectar condiciones anormales.
- Ofrece también información detallada de las baterías y permite optimizar aspectos clave como la densidad de energía, tasa de carga, capacidad de ciclado, temperatura o geometría, entre otros.
Certificaciones de seguridad
Es otro de los aspectos esenciales que permiten evitar y minimizar los riesgos. En este caso, la certificación R100.2 es la específica que garantiza que las baterías que la tienen han sido sometidas a rigurosas pruebas de seguridad y que cumplen con los estándares europeos necesarios para circular de manera segura en carretera.