Los consejos de profesionales para fotografiar a tus hijos con una cámara

Consejos para fotografiar a tus hijos.
NOTICIA de Javi Navarro
02.06.2024 - 11:34h    Actualizado 02.06.2024 - 11:48h

Fotografiar a niños es una de las mejores maneras de inmortalizar y conservar para siempre las instantáneas de cuando están creciendo. Hoy, cualquiera podemos hacer una foto rápida con el móvil. Pero si quieres ir un paso más allá, ¿cómo sacar fotografías de tus hijos como si fueras un profesional?

Una cámara réflex permite hacerlo todo manualmente, y muchas de ellas también de forma automática, pero de un modo u otro permiten configurar muchas opciones para conseguir desenfoques, mejorar la profundidad de campo o dotar de una luminosidad especial una instantánea. A continuación recogemos una serie de consejos de los expertos de Canon, la marca de productos para la fotografía, que desvelan las técnicas que te ayudarán a inmortalizar imágenes de tus hijos ahora que son pequeños.

Elige el mejor momento

A excepción de los recién nacidos, los bebés son criaturas de hábitos. Casi todos están acostumbrados a llevar a cabo ciertas rutinas en momentos determinados del día. Con un poco de atención, sabrás cuándo el pequeño se encuentra más contento, así que aprovecha esos instantes para enfocar la cámara y disparar. Por ejemplo, puede que el bebé esté más tranquilo después de la toma o tras la siesta de media mañana.

Dispara a la altura de los ojos

Las fotos clásicas de recién nacidos incluyen primeros planos de sus diminutos pies y manos o retratos mientras duermen sobre el hombro de su madre o su padre. En el caso de los bebés que empiezan a andar y de los niños un poco más mayores, las imágenes que incorporan movimiento, como cuando juegan, se convierten en recuerdos para toda la vida. La regla de oro para este tipo de tomas consiste en disparar a la altura de los ojos para crear sensación de intimidad. También es buena idea planear las tomas que vas a capturar. Nunca sabes cuánto va a durar el buen humor del pequeño.

Configura la cámara antes de fotografiar

Asegúrate de tener la cámara a mano cuando sepas que tu hijo está aprendiendo algo nuevo. Es importante captar los momentos irrepetibles, sobre todo aprovechar al máximo el tiempo que está contento.

Por eso el tiempo es un factor crucial cuando quieres fotografiar a los más pequeños. En los momentos de calma, quizás cuentes con 10 minutos para tomar la fotografía.

Por supuesto, los niños se mueven, por lo que será inevitable que tengas que ajustar la configuración durante la sesión. No obstante, tener configurados previamente lo básico, como el objetivo, el modo de exposición y el modo de avance, entre otros, te permitirá tener más tiempo para disparar. Con cámaras con modo automatizado, como la EOS R100, es fácil, simplemente hay que cogerla y apretar el botón. Gracias a los modos automatizados de las cámaras réflex, las pantallas y los menús guiados te ayudarán con la configuración, para que puedas concentrarte en lo que es importante: el valioso momento que deseas captar y conservar durante años. O también optar por hacerlo todo de forma manual, tú decides.

Trabaja con luz natural

A veces, los mejores momentos para hacer una fotografía ocurren mientras haces algo cotidiano, como preparar la comida para el bebé en la cocina. Por eso es importante tener la cámara lista para disparar. Por eso debes sacar el máximo partido a la luz natural.

Una técnica sencilla consiste en utilizar un reflector para rebotar la luz de una ventana. No es necesario utilizar uno profesional, una sábana blanca o una cartulina o cartón de color blanco de gran tamaño pueden ser suficientes. Coloca al pequeño junto a una ventana y pide a un amigo o familiar que dirija el reflector para que la luz de la ventana ilumine las sombras del lado del rostro que queda alejado de la ventana.

Cuando tengas el encuadre deseado, asegúrate siempre de que el enfoque está en el ojo del pequeño y pulsa rápidamente el disparador para conservar ese recuerdo fugaz.

Prepara los objetivos

El objetivo que vayas a utilizar dependerá del tipo de fotografía que desees realizar. Para hacer fotos generales, prueba un objetivo de focal fija de 50 mm porque funcionan muy bien en entornos con baja iluminación, como en los dormitorios; o un objetivo tele para retratos de 85 mm, con una rápida velocidad de enfoque automático que podría serte útil para captar movimientos como gatear o comer. Ambos objetivos son una excelente elección para captar primeros planos nítidos de los pequeños rasgos del niño, como sus manos, dedos de los pies o pestañas de los ojos.

Por lo general, los objetivos con longitudes focales fijas, como estos de 50 u 85 mm, son ideales para entornos oscuros porque dejan entrar una gran cantidad de luz gracias a su gran valor de abertura. No obstante, también es posible que desees utilizar un objetivo que baila entre un gran angular y un zoom potente para aquellas situaciones en las que el pequeño esté activo, como uno de entre 18 y 150 mm y que te permiten mantener el encuadre a medida que se vaya moviendo.

Dispara en el modo de prioridad al obturador

En los modelos de las cámaras Canon, en el modo TV, que da prioridad al obturador, puedes ajustar la velocidad de obturación que desees y la cámara calculará la mejor abertura para dicha velocidad. Este modo te brinda la libertad necesaria para trabajar de una forma rápida y creativa, sin tener que preocuparte por llevar a cabo muchos ajustes durante la sesión.

Por ejemplo, la velocidad de obturación debe ser lo suficientemente rápida para evitar que el movimiento aparezca borroso, así que, para fotografiar a un niño en movimiento, 1/250 s —la 250 parte de un segundo— es un buen comienzo. A partir de ahí, hace los ajustes precisos en función de la actividad.

Normalmente, quieres que la totalidad del rostro del bebé aparezca enfocado, así que es importante comprobar que la profundidad de campo no sea demasiado reducida.

Por otro lado, dejar la sensibilidad ISO en modo automático también te ayudará a lograr la velocidad de obturación y la configuración de apertura deseadas, pero ten en cuenta que cuanto menor sea el valor ISO, mayor será la calidad del grano de la imagen.

Utiliza el modo de disparos en serie o graba vídeos

En la mayoría de tus capturas fotográficas, es probable que dispares un fotograma cada vez, pero, cuando se trata de fotografiar a los más pequeños de la casa, deberías probar la configuración de disparo continuo, también conocido como modo ráfaga. Es muy útil para fotografiar un sujeto en movimiento. Te ayudará a seguir todos sus movimientos repentinos y te proporcionará la mejor oportunidad de captar ese momento perfecto, porque es muy probable que él no se quede en la postura deseada durante mucho tiempo.

O aún mejor, ¡haz un vídeo! Las cámaras como la EOS R100 cuentan con una excelente estabilización de imagen de vídeo y un enfoque automático que te ayudarán a mantener la cara del pequeño protagonista nítida mientras da sus primeros pasos hacia ti. Esos momentos merecen la mejor calidad y, si grabas en 4K, incluso puedes tomar una instantánea de la grabación de vídeo para imprimirla.

Experimenta con los puntos de enfoque

Por lo general, en los retratos, se busca enfocar a los ojos del sujeto. Pero en el caso de los retratos a niños también puedes conseguir imágenes impactantes incumpliendo esa regla de vez en cuando. Por ejemplo, como los bebés son tan pequeños, las partes de su cuerpo, como las manos y los pies, pueden convertirse en sujetos interesantes.

También puedes jugar enfocando o desenfocando otros elementos que aparezcan en la fotografía para darle más protagonismo al pequeño. Si tu cámara dispone de una pantalla táctil con la que elegir la parte que quieres enfocar, utiliza una gran abertura del obturador para desenfocar el resto de la imagen y mantén el enfoque sobre la característica que deseas destacar.

En color o en blanco y negro

El color puede ser una distracción y los detalles se ven más intensos cuando se captan en blanco y negro. Puedes comprobar si la foto que hiciste de tu bebé se ve mejor en blanco y negro desde la cámara en Estilos de imagen o puedes cambiarla en el postprocesamiento si disparas en formato RAW.

Si te han sabido a poco estos consejos, también te dejamos más trucos para hacer mejores fotografías.

Conecta la cámara y saca partido a las apps

Si tu cámara tiene wifi, puedes utilizar la app gratuita Canon Camera Connect para controlar la cámara de forma remota desde tu dispositivo Android o iOS y acceder a la visión en directo de la cámara en el teléfono para activar el obturador cuando llegue el momento decisivo.

También puedes utilizar la aplicación para importar fotos directamente al teléfono de forma rápida y compartirlas con facilidad. Incluso algunas cámaras, como la EOS R100, admiten la transferencia automática, para que puedas revisar y compartir tus imágenes desde tu dispositivo móvil, justo después de la sesión de fotos.

Así que, ya sabes, si quieres realizar fotos que capten los momentos con los más pequeños del hogar, coge la cámara y empieza a disparar bajo estas premisas. Y no olvides que, en lugar de dejar las fotos en la tarjeta SD, merece la pena imprimir las fotografías para tenerlas siempre a mano o incluso hacer un álbum de fotos digital con los momentos más especiales.



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