Menos oferta de pisos y precios cada vez más altos, los efectos en el alquiler un año después de la Ley de Vivienda

Alquileres vivienda
NOTICIA de Jessica Pascual
21.05.2024 - 12:15h    Actualizado 25.05.2024 - 12:41h

Menos oferta de vivienda y precios al alza. Doce meses después de la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda, los primeros resultados apuntan a que se sigue destruyendo oferta y a que los precios siguen creciendo, según el análisis que ha presentado Alquiler Seguro, empresa de gestión de viviendas en alquiler, en el informe de conclusiones acera de ‘Un año de la Ley de Vivienda’.

En cifras, este organismo señala que hay un total de 60.000 viviendas menos y que los precios de los inmuebles superan los 1.000 euros de media tras un año de esta nueva normativa. Aunque más allá de la falta de viviendas y el alza de precios, desde Alquiler Seguro recopilan otros efectos negativos que está teniendo esta legislación en el mercado de vivienda en España después de un año de aplicación.

Otros estudios también analizan por qué se reduce el número de viviendas disponibles en alquiler.

Menos oferta y precios al alza con la aplicación de la Ley de Vivienda

Un año después de la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, según el análisis de Alquiler Seguro, “la medida ha resultado ineficaz para lograr su objetivo de aumentar la oferta y reducir los precios“.

Los expertos detallan que esta nueva normativa introdujo numerosos cambios que han precarizado el mercado y perjudicado aún más a los propietarios. De forma específica, señalan que los efectos más nocivos de la Ley se aprecian en Cataluña. Precisamente, “la comunidad autónoma que ha ido más lejos en su aplicación con la declaración de zonas tensionadas“. En datos, las previsiones apuntan a una pérdida de 60.000 viviendas en el mercado. Un dato que contrasta con el hecho de que el precio medio de alquilar ascienda hasta los 1.069 euros.

Los datos del Observatorio del Alquiler, creado por la Fundación Alquiler Seguro en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, muestran que la oferta no ha dejado de caer en este último año. En cifras, el año 2023 cerró con 813.850 inmuebles disponibles, frente a los 855.518 que había en 2022. Datos que muestran una tendencia a la baja que, para este año, según las estimaciones de Alquiler Seguro, se espera que se pierdan unas 60.000 viviendas más.

En contraposición a esta situación, destaca que los precios, por el contrario, no dejan de crecer. Un incremento que achacan al desajuste entre una oferta menguante y una demanda cada vez más alta. Los datos hablan por sí solos. En 2023 el precio medio de alquilar una vivienda en España subió unos 100 euros frente al año anterior, hasta situarse en los 1.002 euros. Para este próximo año se espera que sigan subiendo, puesto que a principios de 2024 ya alcanzaban los 1.069 euros.

El caso de Cataluña

Alquiler Seguro hace especial hincapié en lo ocurrido con el mercado de la vivienda en Cataluña. Esta es la única región donde se ha declarado zona tensionada y en la que se aplican límites de precios. No obstante, detallan, los precios no han cambiado su tendencia al alza, debido también a que muchos propietarios han decidido sacar sus viviendas del mercado del alquiler residencial para optar por otras alternativas.

La presión del alquiler va a seguir creciendo en Cataluña durante este año, según apuntan los datos del Observatorio del Alquiler. En un contexto con tendencia a la baja de la oferta de viviendas y aumento de precios. En la misma línea, otros informes ya han apuntado que, dentro de esta comunidad, Barcelona ha tocado techo con la presión del alquiler. Explican que es la comunidad que ha ido más lejos con la aplicación de la normativa y que, por tanto, es donde más se han desplegado lo que consideran como sus “efectos perniciosos”.

Los efectos negativos de la Ley de Vivienda

La nueva normativa en materia de vivienda nació, explican desde Alquiler Seguro, con la vocación de reforzar el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Y para conseguirlo, se introdujeron una serie de cambios en la legislación. Pero un año después de su aplicación, este organismo recoge cuáles son los efectos negativos que han tenido estas medidas sobre el mercado de la vivienda. Se resumen en los siguientes puntos.

Rechazo de las zonas tensionadas

Una de las medidas estrella de la ley era la definición de zona tensionada. No obstante, esta regulación ha generado escepticismo y rechazo por parte de las comunidades autónomas, a excepción a Cataluña. Señalan que en la gran mayoría de las comunidades se ha considerado esta medida como una propuesta “ineficaz e intervencionista“.

Demonización de propietarios

La clasificación y división de los propietarios en pequeños o grandes tenedores ha contribuido, exponen desde Alquiler Seguro, ha empeorar y estigmatizar la imagen de los propietarios frente a la sociedad que son, en definitiva, según este organismo, quienes generan la oferta.

Menor poder adquisitivo

Desde Alquiler Seguro indican que los límites de la actualización en las rentas han disminuido el poder adquisitivo de los propietarios, aumentando la desconfianza y la incertidumbre.

Aumento de los alquileres de temporada

Los propietarios ya no ofrecen alquileres de larga duración. Es otra de las consecuencias negativas de esta normativa que detalla Alquiler Seguro. Explican que la política de regulación de los precios del alquiler mediante el índice publicado por el Ministerio de Vivienda ha contribuido a destruir oferta. Y han empujado, explican, a muchos propietarios a buscar alternativas al alquiler tradicional, como el turístico o el de temporada.

Precarización del sector

La nueva ley de vivienda ha contribuido a precarizar el sector“. Desde Alquiler Seguro señalan que esta normativa ha perjudicado la profesionalización del alquiler. En concreto, detallan que los cambios introducidos han perjudicado directamente a muchos inquilinos, dificultando su acceso a un alquiler residencial.

Desconfianza en los propietarios

Las medidas inicialmente encaminadas a proteger a los inquilinos frente a posibles desahucios han generado preocupación entre los propietarios por el riesgo de posibles impagos y se han endurecido los requisitos para acceder a un alquiler.

Incremento de la fiscalidad

Por último, señalan, las medidas fiscales no acompañan al estímulo de la oferta. El régimen general de deducciones para propietarios pasó del 60 al 50 % en 2024. A lo que añaden que los beneficios fiscales en zonas tensionadas para los arrendadores que accedan a bajar los precios un 5 % generan inseguridad, puesto que, según consideran, “puede suponer incluso una pérdida de rentabilidad“.



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