Seis de cada diez ciudadanos quieren conocer la procedencia de los alimentos que consumen

El lugar de origen de los alimentos que consumimos es uno de los criterios principales de los consumidores, además del precio, a la hora de hacer la compra en el supermercado. Este es el principal resultado de una encuesta sobre el etiquetado relacionado con el origen de los productos realizada por la Asociación Europea de Consumidores (BEUC). Confirmando los datos del Eurobarómetro, el 70 % de los encuestados señalaron que el origen de los alimentos es un factor importante a la hora de comprar comida. Los resultados de la encuesta también revelan que una clara mayoría de compradores quiere conocer el país concreto de donde proceden los alimentos y sólo un 10 % indicó que se conformaría con que la etiqueta muestre únicamente si el producto es de dentro o de fuera de la Unión Europea.

Además, señala la CECU, seis de cada diez ciudadanos quieren conocer tanto el país en el que son cultivados y/o generados los productos primarios de un alimento procesado como el país en el que se acaba manufacturando. Esta demanda buscaría evitar prácticas como el etiquetado de un producto como del propio país en el que se procesa y vende cuando el elemento primario es de un segundo Estado.

Por tanto, los consumidores demandan una información más precisa sobre la procedencia de los alimentos que consumen, (al igual que sobre otros aspectos sobre el etiquetado de los alimentos) por lo que es importante tenerlo en cuenta al ser un tema de discusión entre los Estados Miembros y la Comisión Europea en la actualidad.

Encuesta de la OCU sobre el origen de los alimentos
El 66 % de los encuestados por la OCU está interesado en averiguar si lo que compra procede de España. Estos resultados coinciden con los arrojados por otros estudios en otros países europeos: Italia, Portugal, Bélgica, Francia Polonia, Suecia y Austria. Más información en la revista OCU-compra Compra Maestra del mes de enero.

Conocer la procedencia de los alimentos es básico por muchas razones: por trazabilidad, por apoyar productos de una localidad, región o país, por cuestiones éticas, por apoyar a ganaderos, pescadores o agricultores, etc. Y muchos consumidores, casi la mitad, estarían dispuestos a pagar un 5 % más por obtener esta información.

La OCU quiso saber también qué entienden los consumidores por origen y parece claro que mayoritariamente se refiere al país de procedencia, otras posibilidades como la región o informaciones generales como de dentro o fuera de la UE no son la mejor opción para informar sobre el origen.

Productos preparados

Otro aspecto relevante es saber a qué se refiere el consumidor por origen de los alimentos. En los productos frescos parece muy claro (tanto en carnes como en frutas y verduras se entiende por el lugar donde el animal ha sido criado; y no tanto dónde ha nacido o dónde se ha sacrificado o envasado). Sin embargo en productos elaborados como nuggets, salchichas o platos preparados es menos claro. Algunos consumidores quieren saber el origen del o los ingredientes principales y otros dónde se ha elaborado.

Por último, la OCU quiere recordar que hay una serie de productos en los que ya es obligatoria la indicación del origen como es el pescado fresco o congelado, frutas y verduras frescas, carne de vacuno, vino, aceite, miel…

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