Almacenamiento de contraseñas en navegadores: el riesgo que no conocías
Aunque los navegadores modernos como Chrome, Edge o Firefox facilitan el almacenamiento de contraseñas, datos de autocompletado e información de tarjetas de crédito, esta funcionalidad, que prioriza la comodidad del usuario, implica riesgos significativos. Un reciente informe de Cybercheck Security alerta que malware del tipo infostealer —como RedLine, Vidar o Raccoon— puede extraer esta información en cuestión de segundos, permitiendo a los atacantes acceder a redes corporativas, cuentas personales y servicios críticos.
Qualiteasy, distribuidor oficial de Faronics en España, enfatiza el creciente peligro de almacenar contraseñas directamente en los navegadores web, una práctica común pero muy arriesgada en entornos corporativos. “Lo más preocupante es que hablamos de ataques silenciosos y extremadamente rápidos”, señala Ignasi Nogués, Chief Growth Officer de Qualiteasy. “Un solo dispositivo comprometido puede otorgar a un atacante acceso directo a aplicaciones corporativas, sistemas internos o datos sensibles. Una práctica aparentemente inocua puede desencadenar un incidente de gran alcance”.
Este aviso se alinea con las tendencias reflejadas en el Data Breach Investigations Report 2024 de Verizon, que indica que el 74% de las brechas de seguridad son atribuibles al factor humano, donde la exposición y el robo de credenciales constituyen uno de los vectores más explotados.
Nogués también destaca que “las contraseñas se han convertido en la llave maestra de la identidad digital. Si quedan expuestas, la resiliencia de la empresa se ve comprometida. Por ello es fundamental revisar y actualizar las políticas internas de gestión de credenciales”.
Recomendaciones de seguridad
Desde Qualiteasy se sugieren una serie de medidas esenciales para fortalecer la seguridad en entornos profesionales:
- No guardar contraseñas en el navegador.
- Utilizar gestores de contraseñas seguros y con cifrado robusto.
- Activar la autenticación multifactor (MFA) en todas las cuentas críticas.
- Mantener los equipos actualizados, tanto en los sistemas operativos como en todo su software de forma automática.
- Formar al personal en buenas prácticas de ciberseguridad, especialmente en relación con el autocompletado y la reutilización de contraseñas.
“La comodidad no puede estar por encima de la seguridad”, concluye Nogués. “Una cultura sólida de protección de credenciales es clave para garantizar la continuidad y la integridad digital de las organizaciones”.
