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Cuánto cuesta cambiar el embrague y 7 malos hábitos que lo rompen antes

Cuánto cuesta cambiar el embrague de un coche y 7 malos hábitos que lo estropean antes de tiempo
NOTICIA de Jessica Pascual
16.01.2022 - 12:41h    Actualizado 24.12.2022 - 09:52h

El embrague del coche es un componente que se encarga de transmitir la potencia del motor hasta las ruedas para que el coche aumente o disminuya la velocidad. Este cambio se realiza de forma automática o manual en la caja de cambios, a través de las marchas. Es en el segundo caso en el que se producen una mayor cantidad de averías de este componente.

Es una pieza que está sometida a un gran esfuerzo y desgaste casi permanentemente y es muy sensible. Por este motivo, si no se utiliza correctamente, puede averiarse fácilmente, aunque el coche tenga pocos kilómetros. En esta información te dejamos una serie de recomendaciones en la conducción para alargar la vida útil del embrague y una horquilla de precios estimada del coste que tiene el cambio del embrague del coche.

Cuánto cuesta cambiar un embrague

La avería de un embrague no es precisamente barata. Por ello, mantener un buen estado de estas piezas y detectar posibles daños en las revisiones periódicas del coche es crucial para evitar la aparición de averías más graves. De hecho, debido a la importancia de este componente en el funcionamiento del coche así como al elevado coste de la avería, es imprescindible que lo revises con especial cuidado, sobre todo, si decides comprar un coche de segunda mano.

En cuanto al precio de cambiar un embrague, depende de varios factores. De entrada, debes saber que es una de las reparaciones de los coches más caras, pero su precio final dependerá de los siguientes aspectos:

  • El tipo de embrague, si es normal o biomasa. El segundo es más caro porque tiene dos discos superpuestos. Esto lo convierte en una avería más compleja de solucionar en la que hay que renovar, además, una pieza más que en los embragues monomasa.
  • Potencia del coche. Los coches de mayor potencia tienen discos más grandes y, por tanto, la avería es más cara.
  • Taller en el que decidas cambiar el embrague. Cada compañía puede poner precios distintos en función del tiempo, empleados, demanda y piezas que utilicen en la reparación.

En cualquier caso, el arreglo no va a bajar de los 800 o los 1.000 euros en el mejor de los casos. Cantidad que a mayor potencia del coche o a gama más alta del fabricante, puede alcanzar fácilmente los 2.000 euros.

La buena noticia es que, en muchos casos, estas averías pueden evitarse porque aparecen a causa de algunas manías o malas prácticas que, sin darnos cuenta, provocan daños y desgaste en los componentes del embrague. Por ello, a continuación te explicamos cuáles son los 7 hábitos que debes evitar a toda costa para alargar la vida de tu embrague.

Los 7 malos hábitos que pueden romper el embrague

Lo primero que hay que tener claro es que un embrague puede durar miles de kilómetros o hasta incluso la vida útil de un coche, pero para ello, es fundamental hacer un buen mantenimiento y evitar acciones que puedan dañarlo. De lo contrario, puede romperse aunque apenas tenga recorrido.

1. ¿Pisas el pedal del embrague hasta el fondo?

Uno de los momentos más delicados, que puede averiar fácilmente el embrague, es la transición entre embragar y desembragar (pisar el pedal para meter la marcha y levantar el pie del pedal).

Para ejecutar este movimiento correctamente, tienes que pisar a fondo el pedal del embrague. De lo contrario, si apoyas el pie sobre el pedal, pero no llegas hasta el final, los discos y piezas que componen el embrague no se separan del todo y se producen fricciones entre ellos que desgastan innecesariamente estos elementos. Y, si esta acción es continuada, acaba rompiendo el embrague por este desgaste.

2. No mantengas el embrague pisado en un semáforo

Puede que al pararte en un semáforo o al frenar tu coche para que alguien se suba dejes el embrague pisado junto con el freno. Error.

Lo mejor que puedes hacer en estos casos para no dañar al embrague es quitar la marcha, desembragar y dejar el coche en punto muerto hasta que reanudes la circulación. Al dejar presionado el pedal del embrague, estás sometiendo a un esfuerzo mayor a todos los componentes y pueden dañarse debido a esta presión continua.

3. Mantén el pie izquierdo lejos del embrague

Si estás en plena autopista y vas a velocidad constante, el embrague no te hace falta para nada. En estos momentos es fundamental que separes el pie izquierdo del embrague y lo apoyes en suelo del coche, al lado del pedal. Pero nunca sobre el embrague.

Hay conductores que tienen la mala manía de dejar el pie izquierdo apoyado levemente sobre el embrague aunque no lo estén utilizando. Y, aunque aparentemente pueda parecer que no tiene efecto, el embrague está sometido a cierta presión de forma constante que provoca que se acabe estropeando.

4. Cuidado en las cuestas

Coger el punto exacto del embrague para salir en una pendiente es complicado, sobre todo para los conductores con menos experiencia. Frenar en una cuesta y tener que salir en primera con calma, sin pisar a fuego los pedales, no siempre es sencillo.

Sin embargo, es crucial hacer esta maniobra de manera correcta. Para ello, hay que practicar y saber cuál es el punto del embrague en el que tienes que pisar progresivamente el acelerador para que el vehículo empiece a moverse sin que se revolucione demasiado o empieces a notar cierto olorcillo desagradable. Si detectas cierto humillo u olor a chamusquina, detén el movimiento porque puedes estar quemando el embrague.

5. ¿Dejas el pedal medio embragado al circular marcha atrás?

Al circular con el coche, tal y como hemos detallado en otras recomendaciones, es importante no dejar el pedal a medias. O lo pisas a fondo para cambiar de marcha o levantas el pie y lo alejas del pedal del embrague. ¿Pero, cómo lo haces cuando metes marcha atrás? Es un error muy común meter esta marcha y dejar el embrague a medias porque los recorridos hacia atrás no son muy largos. Pero, si tienes esta manía, te recomendamos que prestes atención para evitarla cuanto antes. De lo contrario, puede que tengas que ir al taller antes de lo que imaginas.

6. No pises el embrague y el acelerador a la vez

Esta recomendación es una continuación al punto anterior. En la medida de lo posible, hay que evitar mantener los dos pedales pisados a la vez. El juego que hay que hacer con los pedales es una de las claves que van a permitirte alargar la vida de este componente.

Debe ser un movimiento progresivo, con el que a la vez que levantes el pie del embrague, acciones el acelerador.

7. No arranques a gran velocidad

Los cambios bruscos pueden dañar los componentes que forman el embrague. Por ello, tanto si estás en un semáforo, como si estás estacionado y vas a arrancar, haz un movimiento suave. Acelerar al máximo y soltar de golpe el embrague solamente va a generar una presión excesiva sobre estos elementos que pueden acabar con una avería indeseada.

Síntomas de que se ha averiado

Algunos de los síntomas que evidencian que algo en el embrague no está funcionando bien y que, por tanto, tienes que llevarlo a un taller cuanto antes, son:

  • Si al cambiar de marchas notas que el embrague hace un ruido extraño, conocido comúnmente como ‘rascar’, ve al taller porque es un síntoma que evidencia que puedes tener el embrague averiado.
  • Si notas que el pedal del embrague no hace el recorrido completo y se queda como atascado o duro hacia el final.
  • Si el pedal se queda abajo, accionado y no sube, está roto.
  • Si el embrague patina.
  • El embrague vibra aún con el coche parado.