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Pérdida de trabajo o divorcio, causas para quedarse sin hogar

Pérdida de trabajo o divorcio, causas para quedarse sin hogar
NOTICIA de Javi Navarro
06.01.2013 - 15:50h    Actualizado 29.12.2022 - 13:38h

El 45 % de estas personas se quedó sin hogar porque perdió el trabajo y el 20,9 % por separación de su pareja. La mitad de ellos tiene hijos. La Encuesta a las Personas sin Hogar del año 2012 del INE ofrece información sobre las condiciones de vida de las personas sin hogar de 18 o más años que han sido usuarias de los centros asistenciales de alojamiento y/o restauración ubicados en municipios de más de 20.000 habitantes. El 57,7 % de las personas sin hogar tiene menos de 45 años, el 38,4 % entre 45 y 64 años y los mayores de 64 años representan el 3,9 %. La edad media de estas personas se sitúa en 42,7 años. En cuanto a la nacionalidad, el 54,2 % son españoles y el 45,8 % extranjeros. El 98,0 % de los españoles están empadronados en algún municipio, frente al 77,0 % de los extranjeros.

Entre las características sociodemográficas de las personas sin hogar, un total de 22.938 han sido usuarias de centros asistenciales de alojamiento y/o restauración en el año 2012. La mayor parte de estas personas son hombres (80,3 %).

Por lo que respecta a los extranjeros, el grupo mayoritario es el de los africanos (56,6 %), seguido por los europeos (22,3 %) y los americanos (15,2 %). En cuanto al tiempo de residencia, el 57,8 % de los extranjeros sin hogar llevan más de cinco años en España. En la población extranjera sin hogar se observa mayor peso de las edades más jóvenes. El 78,6 % de los extranjeros sin hogar tienen menos de 45 años, frente al 40,2 % de los españoles. Esta diferencia se acentúa en el grupo de edad de 18 a 29 años Si se distribuye la población sin hogar por comunidades autónomas, Cataluña (21,3 %), Comunidad de Madrid (15,4 %) y Andalucía (13,1 %) acumulan los mayores porcentajes. Por su parte, La Rioja (0,5 %), Cantabria (1,1 %) y Comunidad Foral de Navarra (1,4 %) registran los más bajos.

Por cada 100.000 habitantes hay 71,3 personas sin hogar. Las mayores tasas se sitúan en las ciudades autónomas de Melilla (638,4) y Ceuta (549,9), seguidas de las comunidades de País Vasco (141,3) y Galicia (133,0). Por su parte, Castilla- La Mancha (24,4), Comunitat Valenciana (32,8), Región de Murcia (35,4) y Canarias (48,2),) registran las tasas más bajas.

Menos de un año

Desde el punto de vista del tiempo que llevan sin hogar, el 31,9 % de las personas llevan menos de un año sin disponer de un alojamiento, el 23,6 % entre uno y tres años y el 44,5 % llevan más de tres años sin alojamiento propio.

Las personas destacaron como principales motivos por los que se quedaron sin hogar la pérdida del trabajo (el 45,0 %), no poder hacer frente al pago del alojamiento (26,0 %) y la separación de su pareja (20,9 %).

Contexto familiar de las personas sin hogar

Para completar las características sociales de las personas sin hogar es necesario conocer el contexto familiar antes y después de llegar a esta situación. El 16,2 % de las personas sin hogar están casadas o tienen pareja. El 28,2 % están separadas o divorciadas, el 51,7 % solteras y el 3,9 % viudas. Del total de personas con pareja, el 48,6 % comparte su vida con ella. En cuanto a la descendencia, cinco de cada 10 personas sin hogar tienen hijos.

En relación a los antecedentes familiares, se observa que hasta cumplir los 18 años el 77,8 % del total han vivido con sus padres, el 8,8 % solo con su padre o su madre, el 5,8 % con sus abuelos u otros familiares, el 4,2 % en una institución de acogida y el 3,4 % con otras personas que no eran familiares.

Las situaciones familiares más frecuentes vividas por las personas sin hogar hasta los 18 años han sido la falta de dinero (41,5 %) y el fallecimiento de algún miembro de la unidad familiar (41,6 %).

Además, el 36,3 % han vivido situaciones de peleas o conflictos graves entre sus padres o de violencia en la familia, y el 23,6 % han sufrido la enfermedad grave de alguno de sus padres.

Alojamiento de las personas sin hogar

El 89,0 % de las personas sin hogar pernocta todas las noches en el mismo lugar. El 43,9 % ha dormido en alojamientos colectivos (el 43,2 % en un albergue o residencia, el 0,5 % en centros de acogida a mujeres maltratadas y el 0,2 % en centros de ayuda al refugiado).

Otro 20,8 % ha pernoctado en pisos o pensiones facilitados por una ONG u organismo y el 35,3 % restante se ha alojado al margen de la red asistencial existente, bien en espacios públicos (14,9 %), alojamientos de fortuna (12,8 %) o en pisos ocupados (7,6 %).

Entre los que duermen en lugares no previstos para el alojamiento (espacios públicos y alojamientos de fortuna), el 62,7 % se asea en el centro donde acuden a comer, el 61,5 % en baños públicos, el 54,6 % en los servicios de bares y restaurantes, el 34,7 % en parques y descampados, el 29,5 % en la calle y el 22,5 % en la casa de un familiar y/o amigo.

Formación y situación laboral de las personas sin hogar

En lo relativo a los estudios terminados, el 60,3 % de la población ha alcanzado un nivel de educación secundaria, el 22,2 % de estudios primarios o inferiores y el 11,8 % estudios superiores. El 5,7 % de las personas se declara sin estudios. La diferencia por sexo no es significativa. La edad media de abandono de los estudios fue 15,5 años.

Desde el punto de vista de la situación laboral, lo más destacable de la población sin hogar es su baja participación. Así, un 77,8 % manifiesta no tener empleo sin estar jubilada ni incapacitada para trabajar (este porcentaje incluye tanto las personas que buscan empleo como las que no).

Por edades, el 73,7 % de las personas de 18 a 29 años y el 76,6 % de 45 a 64 años no tienen empleo, frente al 85,6 % del grupo de edad de 30 a 34 años.

Más de la mitad de estas personas declaran estar buscando empleo (52,1 %). El 38,0 % lo llevan buscando entre uno y tres años, y el 17,0 % desde hace más de tres.

Fuentes de ingresos y gastos de las personas sin hogar

Las principales fuentes de ingresos de la población sin hogar son las prestaciones públicas (Renta mínima de inserción, prestaciones por desempleo, pensiones contributivas y no contributivas y otros tipos de prestaciones públicas) que son percibidas por el 32,0 % de las personas; el dinero que les da la gente de la calle (9,5 %); los amigos o conocidos (8,3 %) y las ONG (7,5 %).

La Renta Mínima de Inserción (RMI), prestación pública más específica para personas con problemas de integración, es percibida por el 11,4 % de las personas. Otro 6,5 % recibe pensiones no contributivas.

Respecto a los bienes y servicios en los que gastan mayoritariamente su dinero destacan la comida, bebida y ropa, y los servicios de transporte y alojamiento.

La salud de las personas sin hogar

En cuanto a la cobertura sanitaria, el 80,2 % del colectivo de personas sin hogar afirma que dispone de tarjeta sanitaria. Los extranjeros en menor medida que los españoles. El 58,6 % de las personas sin hogar declara tener buena o muy buena salud, mientras que el 14,2 % la percibe como mala o muy mala.

La percepción del estado de salud es mejor en los hombres que en las mujeres. El 60,7 % de los hombres declara tener un estado de salud bueno o muy bueno, frente al 49,7 % de las mujeres. El 30,7 % de las personas manifiesta tener alguna enfermedad crónica. Cabe destacar la categoría de trastornos mentales en la que se ha clasificado el 16,6 % de las personas con alguna enfermedad crónica. Estas enfermedades tienen mayor peso en las mujeres (22,3 %) que en los hombres (15,0 %). También es importante destacar que el 15,2 % tiene alguna discapacidad reconocida.

Respecto a hábitos de vida relacionados con la salud, el 86,4 % de las personas sin hogar señala que no consume alcohol o lo hace ligeramente. Solo un 4,1 % de personas manifiesta un consumo alto o excesivo de alcohol. Entre las mujeres hay más abstemias y consumidoras ligeras de alcohol que entre los hombres.

En relación con el consumo de drogas, el 62,7 % dice que nunca ha consumido y el 37,3 % que lo ha hecho alguna vez. La proporción de mujeres que consumen (24,5 %) es menor que la de hombres (40,5 %).

Servicios sociales a las personas sin hogar

Los servicios sociales dirigidos a personas sin hogar, especialmente vulnerables y excluidas o en riesgo de exclusión social, tienen como finalidad cubrir sus necesidades básicas.

Las personas sin hogar solicitan principalmente, además de los servicios de alojamiento (60,2 % de las personas) y comedor (67,3 %), incluidos en la definición de persona sin hogar a efectos de esta encuesta, otros servicios sociales como los de información, orientación y acogida (56,7 %) y los servicios de higiene (53,6 %).

Los servicios más concedidos a las personas sin hogar son los de comedor (64,2 %), el de orientación, información y acogida (55,2 %) y el alojamiento (49,5 %).

En cuanto a la opinión que tienen las personas sin hogar sobre las ayudas que han recibido, el 55,6 % opina que le ayudaron bastante o mucho, mientras que el 44,4 % opina que le ayudaron poco o nada.

Igualdad y relación con la justicia

Un factor importante asociado a las situaciones de vulnerabilidad y exclusión social de las personas sin hogar es su exposición a las agresiones o delitos. El 51 % de las personas sin hogar han sido víctima de algún delito o agresión. Los delitos y agresiones más frecuentes han sido los insultos y amenazas, robos y agresiones.

Por otra parte, el 76,1 % de las personas sin hogar se sienten poco o nada discriminadas. El 9,8 % manifiesta sentirse muy discriminada. Por nacionalidad, el 71,3 % de los españoles se sienten nada o poco discriminados, frente al 81,9 % de los extranjeros.

Por último, y respecto a su relación con la justicia, cabe destacar que el 44,7 % de las personas sin hogar han sido detenidas o denunciadas alguna vez. De ellos, casi la mitad ha sido condenada por los tribunales.

Por nacionalidad, los españoles superan a los extranjeros (el 55,2 % de los españoles ha sido condenado alguna vez, frente al 32,3 % de los extranjeros).



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