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Una de cada diez mujeres con problemas de fertilidad se debe a que son celiacas y no lo saben

Una de cada diez mujeres con problemas de fertilidad se debe a que son celiacas y no lo saben
NOTICIA de Javi Navarro
15.12.2012 - 12:12h    Actualizado 10.09.2020 - 12:36h

La tasa de enfermedad celíaca sin diagnosticar en mujeres con problemas de fertilidad de causa desconocida, es mayor que el número de mujeres celíacas sin problemas para concebir. Según demuestra un estudio realizado por el Departamento de Inmunología del Hospital Gregorio Marañón y la Clínica Tambre de Madrid, “aproximadamente el 11 % de las mujeres con problemas de fertilidad eran celiacas y no lo sabían”, – comenta la doctora Silvia Sánchez-ramón, inmunóloga clínica. “La investigación analizó el caso de 188 mujeres con fallo gestacional recurrente (92 con abortos involuntarios y 96 con fallo de implantación); 21 de ellas dieron positivo en las pruebas serologicas de enfermedad celiaca”, revela la experta.

La enfermedad celiaca es una enfermedad autoinmune relacionada con la producción de autoanticuerpos que se activan a nivel intestinal por la presencia de gluten. Según datos de la Asociación de Celiacos de Madrid, se estima que el número de personas que padecen esta enfermedad en España es aproximadamente de 500.000, aunque sólo unos 50.000 casos están diagnosticados.

“Al ser el género femenino el más afectado por la celiaquía es fundamental que se realicen controles durante el embarazo. Sin embargo, existen muchas mujeres que padecen esta enfermedad, y no están diagnosticadas. Si no lo saben o no están tratadas, generalmente producen abortos espontáneos o bien tienen bebés de muy bajo peso al nacer”, añade la doctora Sánchez-ramón. “Sorprendentemente, en general con sólo eliminar el gluten de su dieta, muchas se quedan embarazadas”.

Factores inmunológicos
Debido a que el embrión no tiene el mismo material genético que la madre, es un elemento extraño para el sistema inmunitario o de defensa. Por ello, para implantar y desarrollarse en el útero materno, se debe desencadenar y mantener desde la más temprana etapa de la gestación un fenómeno de inmunotolerancia bidireccional entre la madre y el embrión, haciendo que el sistema inmunitario, que es quien se encarga de combatir y rechazar cualquier sustancia o tejido extraño al organismo, lo acepte.

Una de las grandes incógnitas en el campo de la reproducción asistida es el caso de los llamados “fallos de implantación” -más de tres transferencias embrionarias sin embarazo ni causa explicable-, un problema en el que las pacientes no logran quedarse embarazadas cuando tienen embriones de buena calidad y endometrios aparentemente sin problemas o incluso que logran el embarazo pero se produce una pérdida del mismo.

Tal y como explica la inmunóloga “hasta un 50 % de estos casos de infertilidad en los que no conocemos la causa por la que se produce el fallo de implantación pueden asociarse con alteraciones inmunológicas, cifra que aumenta hasta un 70 % en el caso de los abortos naturales recurrentes”.

Resultados positivos
Desde el año 2010 la Clínica Tambre junto con los Servicios de Inmunología y de Ginecología y Obstetricia del Hospital Gregorio Marañón pusieron en marcha un estudio encaminado a definir nuevos factores de riesgo en pacientes con abortos de repetición o con fallos de implantación recurrentes, que permitiesen seleccionar mejor qué grupo de pacientes podría beneficiarse de un tratamiento inmunomodulador o de otro tipo.

A lo largo de estos dos años, las investigaciones han demostrado que las células Natural Killer (NK) son un factor de riesgo independiente de la edad materna en el supuesto de una nueva pérdida gestacional. Este año se ha propuesto un modelo de decisión clínica basado en el porcentaje de células NK circulantes y en la edad materna, que ha sido aceptado para su publicación en la revista American Journal of Reproductive Immunology, y que permite definir el riesgo personalizado de aborto subsiguiente en una nueva gestación.

“En la actualidad es una prioridad personalizar los tratamientos y el uso racional de los fármacos, para obtener el máximo beneficio clínico en las tasas de gestación y de recién nacido vivo, junto con datos de seguridad de las terapias utilizadas”, añade la doctora. “Para ello es fundamental definir criterios rigurosos de selección de las pacientes que van a beneficiarse de estas terapias y evitar la administración de aquellas que sabemos no van a funcionar”, afirma la inmunológa.

Primera Unidad de Inmunología La importancia creciente de los factores inmunológicos como responsables de los casos de esterilidad y descubrir que éstos pueden tratarse de forma terapéutica, hizo que la Clínica Tambre de Madrid incorporara entre sus servicios una Unidad de Inmunología Reproductiva que estudia, evalúa y trata las parejas cuya infertilidad está causada por estos factores. “Fuimos los primeros en ofrecer este servicio”, concluye la especialista.



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