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Qué es el sexting y cómo combatirlo

Sexting entre adolescentes
NOTICIA de Javi Navarro
09.07.2019 - 11:28h    Actualizado 31.01.2023 - 10:54h

El sexting consiste en la difusión o publicación de contenidos gráficos o audiovisuales de tipo sexual, producidos por el propio remitente, utilizando para ello el teléfono móvil u otro dispositivo tecnológico. En España, un 4 % de los menores entre 10 y 16 años reconoce haberse hecho a sí mismos fotos o vídeos en posturas provocativas utilizando el teléfono móvil, y el 8,1 % declara haber recibido en su teléfono fotos o vídeos similares de chicos o chicas conocidos. Una nueva guía sobre el sexting divulga el fenómeno del sexting e informa a adultos y menores acerca de los riesgos que puede implicar, proporcionando pautas para la identificación de los riesgos y su prevención. Te contamos en qué consiste el sexting y sus consecuencias.

Qué es el sexting

El Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) y PantallasAmigas han llegado a un acuerdo de colaboración para la realización de la Guía sobre adolescencia y sexting: qué es y cómo prevenirlo. El director general de INTECO, Víctor Izquierdo, el director de PantallasAmigas, Jorge Flores, y el gerente del Observatorio de la Seguridad de la Información de INTECO Pablo Pérez, han presentado esta guía en la que adultos y menores pueden encontrar consejos y recomendaciones para identificar los riesgos, prevenirlos y minimizar los efectos negativos que puede tener el sexting. Además, proporciona a los adolescentes, padres y madres, pautas de actuación en caso de incidencia y facilita una serie de enlaces de interés, donde el lector puede encontrar información adicional sobre el fenómeno.

El sexting consiste en la difusión o publicación de contenidos (principalmente fotografías o vídeos) de tipo sexual, producidos por el propio remitente, utilizando para ello el teléfono móvil u otro dispositivo tecnológico.

¿Cómo combatir el sexting? La falta de cultura de privacidad entre los adolescentes y la menor consciencia de los riesgos son una serie de circunstancias que determinan la especial vulnerabilidad de los adolescentes en relación con el sexting.

Todo ello, además, en un contexto donde las tecnologías móviles están ampliamente extendidas entre los adolescentes: en España 2 de cada 3 menores de 10 a 16 años (un 64,7 %) posee un terminal de telefonía móvil propio, y en la franja de edad de 15 a 16 años el porcentaje es de 89,2 %. El 88,6 % de estos usuarios hace fotografías con su terminal, el 48,2 % las envía a otras personas, y el 20,8 % las publica en Internet. De este modo, en España, un 4 % de los menores entre 10 y 16 años dice haberse hecho a sí mismos fotos o vídeos en una postura sexi (no necesariamente desnudos ni eróticas) utilizando el teléfono móvil. Y el 8,1 % declara haber recibido en su teléfono móvil fotos o vídeos de chicos o chicas conocidos de similares características.

En muchos hogares, son precisamente los menores quienes tienen el papel de expertos tecnológicos dentro de su entorno familiar (se les ha denominado nativos digitales), situación que les puede conferir un exceso de confianza en el manejo de situaciones de este tipo. Además, la brecha digital existente entre generaciones puede significar que en ocasiones sus educadores no pueden aconsejar a los menores porque no conocen a fondo la problemática derivada de un uso inapropiado de las tecnologías. Los padres se enfrentan a situaciones ante las que no tienen conocimientos suficientes, mientras que los menores parecen creer saberlo todo acerca de ellas.

Los riesgos para el adolescente cuya imagen es difundida son diversos y suelen aparecer interrelacionados: aparte de la evidente amenaza a su privacidad, el menor puede sufrir riesgos psicológicos y ciberbullying, e incluso grooming (si se ve implicado un adulto) o sextorsión (si existe chantaje). Además, las implicaciones jurídicas del sexting son diversas, puesto que puede llevar a acciones que se podrían considerar ilegales, relacionadas en especial con los delitos contra la intimidad y la libertad sexual e incluso delitos relacionados con la pornografía infantil.

Consejos para adolescentes

El mensaje principal que se debe trasladar a los menores es: “Cuando envías una información pierdes el control sobre ella y su destino. Piensa antes de publicar”. Es decir, una vez que se ha decidido pulsar el botón ya no hay marcha atrás y nunca se podrá estar seguro de que la persona a quien se le ha mandado un mensaje, una imagen o un video los mantendrá en la privacidad.

• Piénsatelo antes de enviar.

• La imagen es un dato personal cuyo uso está protegido por la Ley.

• Recibir o tomar una imagen de una persona no te da derecho a distribuirla.

• No participes con tu acción, tu risa o tu omisión.

• Desnudez y minoría de edad, delito de pornografía infantil.

Consejos para madres, padres y educadores

La prevención pasa por inculcar en los menores una cultura de la privacidad, hay que conseguir que los menores sean conscientes de los riesgos existentes al exponer datos personales públicamente y valoren su privacidad. Es importante que los padres, madres y educadores sean capaces de trasladar a los menores la confianza suficiente como para que, ante una incidencia en la Red, recurran a la opinión experta de un adulto.

• No niegues el problema y toma medidas
• Habla con tus hijos.

• Entérate de con quién se comunican.

• Acuerda unas normas de uso claras
• Infórmate sobre riesgos asociados.

• Que cuenten contigo.

Cómo combatir la moda del ‘sexting’ entre adolescentes

El sexting es una práctica en aumento entre los adolescentes que consiste en el envío de fotografías y vídeos de contenido sexual a través del móvil. Esta “moda” es un peligro para la intimidad de los propios adolescentes, que muchas veces no ven el peligro de sus actos y los problemas que pueden derivarse si esta información cae en manos inapropiadas. Si su caso es el de un padre que quiere observar más de cerca el comportamiento de sus hijos con estos dispositivos, siga los consejos que hace la empresa online de seguridad Trend Micro: para empezar, si está preocupado por el sexting de los adolescentes, recomienda que pague la factura de móvil de sus hijos.

El concepto de sexting se utiliza para hacer referencia al envío de contenidos eróticos o pornográficos a través del teléfono móvil y es fruto de la contracción de las palabras inglesas sex y texting. Inicialmente, esta palabra se acuñó para referirse al envío de mensajes de texto SMS de contenido sexual, pero la evolución de los dispositivos móviles y sus mayores capacidades para enviar fotos y vídeos, ha hecho que el sexting sea un concepto más amplio y una práctica extendida entre los adolescentes.

Según un reciente estudio titulado “Proyecto de Vida Americana e Internet”, realizado por Pew Research Center, solo el 4 % de los adolescentes que poseen teléfono móvil con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años han reconocido haber enviado a otras personas fotos personales, desnudos o semi-desnudos, en actitud provocativa o de contenido sexual a través de mensajes de texto.

Por su parte, el 15 % afirma haber recibido tales mensajes con dicho contenido. Actualmente, hay muchos jóvenes enviando y recibiendo fotografías personales de carácter íntimo.

“Según esto, podemos concluir que, definitivamente, el sexting es un problema, no solo una tendencia que esté en aumento, debido a los riesgos a los que se exponen quienes lo practican, pues estos contenidos pueden distribuirse en Internet, ser motivo de chantaje, acoso, … llegando incluso a conllevar problemas con la justicia”, aseguran los investigadores de Trend Micro.

Sugerencias

Lo primero y más importante, los padres deben encargarse directamente de pagar la factura de teléfono de sus hijos. Según la investigación, el 17 % de los adolescentes que pagan su factura envía “sexts” (mensajes de texto con fotografías de contenido erótico o sexual).

Por su parte, únicamente el 3 % de los jóvenes que no paga su factura, o solamente pagan una parte del coste de la misma, envían estas imágenes.

En segundo lugar, es recomendable limitar el número de mensajes de texto que el adolescente puede enviar.

Solamente el 8 % de los adolescentes que practican sexting tienen restringido el número de mensajes de texto o de otros mensajes que pueden enviar, mientras que, se ha encontrado que el 28 % de aquellos que no practican sexting tienen fijado un límite de mensajes por sus padres.

Todo esto se reduce, una vez más, a la necesidad de implicación de los padres. Cuanto más acceso tengan al teléfono móvil de sus hijos y más control tengan sobre el uso que estos hacen de estos dispositivos, es menos probable que ellos se comporten de una manera poco aceptada socialmente o incluso que puedan verse implicados en algún proceso legal.

Adolescentes amenazadas por la sextorsión

Parece el argumento de una película de suspense: una adolescente se hace fotos provocativas con el móvil o la webcam y las envía a su novio o amigo online, como parte del juego de seducción y para cumplir con el deseo de este. A partir de entonces, se desata la pesadilla, con amenazas de publicar los contenidos eróticos en redes sociales, enviarlas por mail a los contactos de la víctima o subirlos a redes audiovisuales si no entrega más material de tono cada vez más subido. La chica de turno ha caído bajo las redes de la sextorsión.

PantallasAmigas, una iniciativa que promueve el uso seguro de las nuevas tecnologías en la infancia y la adolescencia, alerta de aumento en España de casos de sextorsión, un delito que lleva implantado ya un tiempo en Estados Unidos, y cuyo aumento está relacionado con el auge de Internet y las nuevas tecnologías.

El perfil de la víctima de sextorsión es el de una adolescente recién entrada en la pubertad, que comienza con sus primeros escarceos de índole sexual, y que tarda demasiado en denunciar el caso por vergüenza. Sin embargo, los chicos no están fuera de peligro, y ya se han denunciado casos de jóvenes víctimas de este chantaje también en España, habitualmente por creer que estaban relacionándose con una chica que, al final, resultaba ser un hombre.

“La manera como el extorsionador consigue esas imágenes es muy diversa. Puede haber sido una antigua pareja con la que se ha practicado sexting (intercambio de SMS de contenido sexual), puede haberlas robado de un teléfono móvil o de un ordenador o, y esto es demasiado frecuente, haberlas obtenido al grabar una sesión íntima de webcam consentida o conseguida mediante engaño”, explica Jorge Flores, director de PantallasAmigas. El objetivo del chantajista es variado: puede querer más contenido sexual, cada vez más explícito, bajo amenaza de mostrar el existente al entorno de la víctima o hacerlo público en redes sociales; pero, asimismo, puede exigir dinero e, incluso, solicitar un encuentro sexual real.

En España, este verano se dio a conocer el caso de Luis Mijangos, un sextorsionador que había infectado los ordenadores de más de cien mujeres, la mayoría de ellas adolescentes, con software que controlaba las webcams. Así conseguía grabaciones de las que ellas no eran conscientes y con las que luego las chantajeaba, por lo que ha sido condenado a seis años de cárcel.

Aunque se trata de un delito poco implantado aun en España, está creciendo de modo alarmante, según denuncia PantallasAmigas, que ha creado el portal www.

sextorsion.es para informar y aconsejar a víctimas y potenciales presas de los ciberchantajistas. Un estudio realizado en 2010 por INTECO concluye que el 8 % de los menores españoles recibe fotos o vídeos de amigos y amigas en actitud provocativa o poco apropiada. No grabar (y menos aún enviar, si ya existe) este tipo de contenido audiovisual es, como advierte Jorge Flores, la mejor manera de evitar caer en las garras de la sextorsión.

El sexting, una moda que arrasa entre los menores

El fenómeno del sexting se extiende de forma imparable. Menores de edad, en su mayoría adolescentes, crean y difunden imágenes de alto contenido sexual de sí mismos o de terceros por medio de su teléfono móvil. Cuando esas imágenes salen del contexto privado y llegan a ser de dominio público o incluso aparecen colgadas en Internet, el daño es irreparable. La intimidad de la persona que protagoniza las fotografías o vídeos se ve seriamente afectada y, con ello, suelen llegar otras cuestiones como el linchamiento social del entorno próximo en forma de ciberbullying. Por otro lado, estos acontecimientos tienen no poca trascendencia legal, puesto que son imputables como delitos relacionados con la pornografía infantil, ya que, al fin y al cabo, se trata de un menor de edad en situación pornográfica.

La etapa vital de los adolescentes se caracteriza, entre otras cosas, por un elevado nivel hormonal y por una escasa percepción del riesgo en términos generales. De esta forma, el sexting es observado como algo divertido y sensual, sin tener en cuenta sus potenciales consecuencias. La inmediatez del teléfono móvil y sus posibilidades audiovisuales hacen el resto, con lo que grabar y enviar es posible en menos de un minuto y en cualquier momento y lugar.

Prevención
Si antes del verano ya se trataba de una cuestión significativa, en los últimos meses los datos que llegan son más preocupantes. Valgan algunos ejemplos de las últimas semanas:

* En el estado de Kentucky, 44 alumnos han sido expulsados del centro escolar en dos meses por estar implicados en prácticas de sexting.

* En Montana, las fuerzas de seguridad especializadas en los delitos contra los menores en Internet se han visto obligadas a hacer el pasado mes un llamamiento público por el considerable aumento de esta práctica.

* En Argentina, el striptease de una niña de 14 años grabado con un celular y transmitido a cientos de aparatos por MMS, bluetooth e infrarrojos ha conmocionado a la opinión pública.

Informar, sensibilizar y educar para prevenir
Según Jorge Flores, responsable de la iniciativa PantallasAmigas “es preciso comenzar a actuar. No podemos esperar al primer caso grave para empezar a pensar qué hacer para prevenir el siguiente. Sabemos que es una amenaza cierta y tenemos la responsabilidad de tratar de minimizar su impacto cuanto antes”.

Detenidos 6 menores por subir un video sexual de dos niñas a YouTube y difundirlo

Detenidos 6 menores por subir un video sexual de dos niñas a YouTube y difundirlo

La Policía Nacional ha detenido a seis menores por distribuir un vídeo y fotografías de contenido sexual protagonizado por dos niñas. Una de ellas, de 13 años de edad y, por lo tanto, no imputable penalmente, realizó una grabación en la que también participaba una niña de muy corta edad. Una vez grabado el vídeo, la joven lo envío a través de una aplicación de mensajería instantánea para smartphones a un amigo, también menor de edad, quien a su vez lo divulgó entre sus contactos. Además, de a través de teléfonos inteligentes, el video fue rápidamente compartido por miles de internautas en la Red. Entre los arrestados se encuentra el presunto responsable de subir la grabación a YouTube. Su difusión fue rápidamente eliminada gracias a la rápida y coordinada actuación del Grupo de Redes Sociales de la Policía y de la BIT, con lo que se consiguió frenar su viralización en Internet. Los investigadores han identificado además a otros dos menores de 14 años, inimputables penalmente, que también reenviaron las imágenes.

Si reciben por cualquier medio un material de este tipo, no lo compartan, denúncienlo de forma privada a denuncias.pornografía.infantil@policia.es

El pasado día 13 de mayo, agentes adscritos a la Jefatura Superior de Policía de Castilla La Mancha iniciaron una urgente investigación tras recibir en la comisaría de la demarcación policial donde se había realizado la filmación varios avisos de ciudadanos que alertaban de la difusión de un vídeo de contenido sexual protagonizado por dos niñas.

De forma paralela los internautas alertaron igualmente a través del perfil en Twitter de @policia de la circulación en la red de este mismo video en el que participaba una niña de muy corta edad. Inmediatamente, el equipo de Redes Sociales de la Policía se puso en contacto con la Brigada de Investigación Tecnológica para que se iniciaran las pesquisas de cara a identificar a los posibles responsables y víctimas de la denigrante grabación, quienes a su vez contactaron con la comisaría en la que ya habían iniciado las actuaciones.

De forma urgente, la Policía Nacional reiteró a los ciudadanos a través de sus perfiles en redes sociales que la difusión de este vídeo constituye un delito tipificado en el Código Penal, y que, por tanto, podría procederse a su detención. Además, la Policía se puso en contacto con diversas plataformas tecnológicas con lo que se logró frenar la distribución del material pornográfico infantil.

Identificada la menor
Los investigadores de la localidad donde se grabó y comenzó la difusión del vídeo, inicialmente a través de smartphones, lograron identificar a la menor autora de la escena, que fue citada en comisaría junto con su madre. Allí entregó a los agentes el teléfono desde el que se había grabado y enviado inicialmente, así como varias fotografías de la menor desnuda. Con autorización del Fiscal de Menores, los policías se entrevistaron con la chica, quien a lo largo de su declaración manifestó haber realizado todas las fotografías ella misma en el domicilio donde reside con su madre y un hombre enfermo al que cuidan. Según manifestó, ella fue quien dio las indicaciones de lo que tenía que hacer a la otra niña que aparece en el vídeo, hija de un familiar del varón con el que viven que algunas veces va a la casa.

Una vez grabado, compartió los archivos con un amigo, de 14 años de edad, que fue citado para declarar y posteriormente detenido como presunto autor de un delito de distribución de pornografía infantil. Las investigaciones posteriores han permitido identificar a otras cinco personas que han sido igualmente arrestadas por la divulgación de las imágenes.

La investigación continúa abierta con objeto de identificar a todos los jóvenes a los que la menor envío las fotos y el vídeo, así como por los canales por los que ha sido distribuido.

No compartir, ni para denunciar
La Policía Nacional recuerda que producir, vender, distribuir, exhibir, ofrecer, poseer o facilitar por cualquier medio material pornográfico en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de edad es delito. Si en algún momento reciben por cualquier medio un material de este tipo, no lo compartan, denúncienlo de forma privada a denuncias.pornografía.infaltil@policia.es

Formación en seguridad a escolares, profesores y padres
La Policía Nacional imparte más de 100.000 horas formativas al año en cerca de 5.000 centros escolares de toda España. Información y formación para alumnos, profesores y asociaciones de padres en materia de drogas, alcohol, acoso escolar, seguridad ciudadana y, especialmente, en el uso seguro y privacidad en empleo de las nuevas tecnologías. Estos encuentros formativos se pueden solicitar en la dirección de correo electrónico cgsc.pdirector@policia.es

Consejos para los menores

– Tener especial cuidado con las fotos, vídeos y contenidos de todo tipo que se comparten en Internet.

– Hacerse fotos de carácter erótico y/o compartirlas es siempre un error. Puede ocasionar situaciones de chantaje o ciberacoso sexual o acoso en el entorno escolar (grooming o bullying).

– Grabar o “pasar” este tipo de imágenes de otras personas con el fin de perjudicarles es delito.

Consejos para los padres

– Cree con su hijo un clima de confianza para hablar sobre estos temas.

– Dé a los hijos pautas para el correcto uso de redes sociales y smartphones

– Esté presente cuando su hijo se conecta a Internet para ver a qué contenidos accede.

– Utilice programas que filtran el acceso a determinados contenidos.

– Conciencie a su hijo de las ventajas, pero también de los riesgos, que ofrece Internet.

– Alerte a su hijo del riesgo de intimar por Internet con personas desconocidas. Explíquele que no debe quedar con nadie que haya conocido a través de la Red sin consultárselo a un adulto.

– Si su hijo le informa de contenidos que le han hecho sentir incómodos (de tipo sexual) dele la importancia que realmente tiene y denúncielo.

Un video erótico de una menor difundido por WhatsApp acaba con 4 personas detenidas

Un video erótico de una menor difundido por WhatsApp acaba con 4 personas detenidas

Todo empezó con un video erótico de una menor en WhatsApp que se propagó a gran velocidad. La joven había enviado las imágenes de manera voluntaria a otro menor, uno de los arrestados por la Policía, quien inició la difusión del video, lo que permitió una propagación en cadena del mismo sin el consentimiento de la menor. La madre de la víctima denunció que estaba circulando una filmación con contenido sexual en la que aparecía su hija. La Policía recuerda que hacerse fotos de carácter erótico y/o compartirlas es siempre un error. En el caso de los menores puede ocasionar situaciones de chantaje o ciberacoso sexual o acoso en el entorno escolar (grooming o bullying). Redistribuir este tipo de imágenes de otras personas con el fin de perjudicarles es delito.
La investigación
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos adultos y dos menores por distribuir un vídeo erótico de una menor a través de WhatsApp. Tras recibir la denuncia de la madre, los agentes iniciaron una investigación para identificar a los responsables de difundir estas imágenes. Tras realizar las primeras pesquisas, los policías averiguaron que la menor, de 15 años, había grabado estas imágenes de manera voluntaria y las había enviado a un amigo, sin ningún tipo de coacción por su parte. Posteriormente, el receptor de la filmación envió a varios de sus contactos el vídeo, sin consentimiento de la joven, a través de la aplicación de mensajería instantánea para teléfonos móviles WhatsApp, lo que originó una difusión en cadena e, incluso, su publicación en una red social.
Detenidos
Tras llevar a cabo diversas indagaciones los agentes lograron identificar, localizar y detener a las primeras personas que distribuyeron ese vídeo, al considerar que su actuación fue el origen de la enorme difusión alcanzada. Entre los detenidos se encuentra el menor al que la joven envió las imágenes, de la misma edad que la víctima.
Sexting
El sexting es una práctica que consiste en enviar imágenes con contenido sexual o erótico por medios electrónicos, principalmente a través del teléfono móvil. Generalmente, este tipo de contenidos se comparten entre personas que mantienen algún tipo de vínculo afectivo, o bien en el marco de relaciones “virtuales” para demostrar interés hacia la otra persona. En algunos casos de contactos conocidos a través de Internet existen verdaderos “expertos” en estas prácticas que suplantan identidades para, mediante engaños, obtener imágenes comprometedoras de otras personas. Los problemas surgen cuando la relación se termina y alguna de las partes conserva archivos comprometedores en su poder y los difunde.

Ante este tipo de situaciones la Policía Nacional aconseja a los internautas menores que acudan a sus padres y educadores o bien a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Asimismo se recomienda tomar una serie de medidas básicas a adoptar por parte de los padres y por los propios menores.

Consejos para prevenir el sexting

Hacerse fotos de carácter erótico y/o compartirlas es siempre un error. En el caso de los menores puede ocasionar situaciones de chantaje o ciberacoso sexual o acoso en el entorno escolar (grooming o bullying). Redistribuir este tipo de imágenes de otras personas con el fin de perjudicarles es delito.

Los padres deben crear un clima de confianza con los hijos para tratar estos temas e informarles de los riesgos y de las consecuencias que entraña facilitar datos personales o enviar fotografías y vídeos comprometidos a otras personas, incluso aunque sean sus amigos, puesto que pueden perjudicar su honor.

La prevención es esencial, si su hijo le informa de contenidos que le han hecho sentir incómodos (de tipo sexual) dele la importancia que realmente tiene y denúncielo.

Si un menor sufre alguna situación de este tipo, debe informar a sus padres y denunciar los hechos ante la Policía. La Policía recuerda que si se recibe por cualquier medio un material de este tipo, no hay que compartirlo y, acto seguido, denunciarlo de forma privada a: denuncias.pornografia.infantil@policia.es

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