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Vivir sin cédula de habitabilidad, ¿es posible?

Vivir sin cédula de habitabilidad, ¿es posible?
NOTICIA de Jessica Pascual
24.08.2022 - 08:35h    Actualizado 24.01.2024 - 10:48h

La cédula de habitabilidad es un documento que acredita que una vivienda cuenta con los requisitos mínimos para ser habitada en condiciones de higiene, solidez y salubridad. Por lo tanto, a la pregunta sobre si es posible vivir en una casa sin cédula de habitabilidad, la respuesta es que legalmente no, no está permitido. Del mismo modo, tampoco es legal empadronarse en un local comercial ni vivir en él, porque estos establecimientos carecen de la cédula de habitabilidad que certifica que un inmueble sirve para vivir en el mismo.

De hecho, vivir en un espacio sin tener esta certificación supone un incumplimiento de la ley y conlleva sanciones asociadas. La cédula de habitabilidad es un documento que se gestiona en las comunidades autónomas y que tiene fecha de caducidad.

¿Se puede vivir en un piso sin cédula de habitabilidad?

Según la ley, no es posible. La cédula de habitabilidad es la encargada de certificar que un espacio cuenta con las condiciones mínimas para convertirse en una vivienda. Por tanto, todas aquellas casas que no tengan este documento no deberían usarse como tal, porque no hay un control de si se ajustan a estos parámetros de control o no.

Qué información aparece en la cédula de habitabilidad

En la cédula de habitabilidad aparecen datos básicos de la vivienda que deben ajustarse a las condiciones mínimas marcadas por las administraciones para que pueda ser habitada. En concreto, la información que aparece es la siguiente.

  • Superficie útil del inmueble.
  • Equipamiento mínimo del que debe disponer.
  • Ubicación del inmueble con la dirección.
  • Altura mínima de techos, con distinción entre la altura del baño y la cocina y el resto de estancias de la casa.
  • Número de habitaciones y dimensiones de cada una de ellas.
  • Iluminación y ventilación mínima.
  • Salida de humos.

Tipos de cédula de habitabilidad

Existen tres tipos de cédula de habitabilidad en función de la antigüedad de la vivienda:

  • De primera ocupación, que es la que hay que solicitar para viviendas de obra nueva.
  • De primera ocupación de rehabilitación. Esta es la específica que tiene que pedirse para aquellas viviendas en las que se han realizado reformas o cambios estructurales sustanciales.
  • De segunda ocupación. Es la cédula que hay que pedir para viviendas que necesitan renovar la cédula de habitabilidad, que son viviendas ya usadas.

Fecha de caducidad

El periodo de validez de la cédula de habitabilidad varía en función del momento de la expedición del documento, así como de la comunidad autónoma en la que se solicite. Aunque de manera general, las viviendas nuevas construidas desde 2013 tienen una vigencia de 25 años, mientras que para el resto de casas la duración de la cédula de habitabilidad es de 15 años.

Que una casa tenga cédula de habitabilidad significa que una vivienda cumple con la normativa vigente a fecha de emisión del informe. Por este motivo, es un documento que hay que renovar cada cierto tiempo, para asegurarse de que la vivienda sigue ajustándose a los protocolos de control de las administraciones.

Trámites para los que es necesaria la cédula

La cédula de habitabilidad es un documento obligatorio que hay que tener para algunos trámites indispensables que hay que hacer al entrar a vivir en una casa, como por ejemplo:

Cómo pedir la cédula de habitabilidad

Este es un certificado que debe pedir el propietario de la vivienda. Si es obra nueva, antes de entrar a vivir. En el caso de ser vivienda ya construida y habitada, el futuro propietario debe asegurarse de que la casa cuenta con esta certificación antes de firmar cualquier contrato.

Para pedir este documento, el trámite tiene que hacerse en cada comunidad autónoma y es necesario contar con los servicios de un técnico especialista, aparejador o arquitecto. Tiene que ir a inspeccionar la vivienda para solicitar y expedir dicho certificado.