Cadenas de alimentación y supermercados estudian el uso de satélites para asegurar la operatividad ante nuevos apagones

El masivo apagón eléctrico del 28 de abril dejó sin suministro a millones de personas en toda la península ibérica, siendo el sector de la gran distribución alimentaria uno de los más impactados. Según datos de Red Eléctrica Española, el corte, que se inició a las 12:33 horas, afectó a aproximadamente el 70% del territorio peninsular, incluidas áreas urbanas y rurales con alto tráfico comercial. Aunque el suministro se restableció de manera gradual, alcanzando al 99% de la demanda en la madrugada del día siguiente, el incidente ha generado una profunda reflexión sobre la resiliencia de los sistemas críticos en la industria retail para asegurar el funcionamiento y cobro a los clientes en momentos sin electricidad ni conexión a Internet.
La necesidad de un respaldo en conectividad
A pesar de que muchas cadenas lograron seguir operativas mediante el uso de generadores eléctricos, la electricidad no fue el único problema. En numerosas ocasiones, la inestabilidad de la conectividad ocasionó que sistemas de alarma, seguridad, cobro, inventario e incluso trazabilidad quedaran inoperativos, lo que generó situaciones de tensión tanto para clientes como para empleados.
El apagón ha dejado clara una lección: la continuidad operativa en un modelo de negocio digitalizado —donde todo, desde la caja registradora hasta el stock, depende de sistemas conectados— es fundamental para evitar paradas operativas. Durante la crisis, aquellas cadenas que contaban con generadores potentes y conectividad por satélite fueron las que lograron mantener sus operaciones sin incidentes significativos. Otras, en cambio, se vieron obligadas a cerrar o experimentaron fallos en sus sistemas de pago y logística, lo que resalta la urgencia de contar con un respaldo de conectividad que no dependa exclusivamente de redes terrestres.
En este contexto, varias grandes cadenas de alimentación están comenzando a considerar la incorporación de sistemas de conectividad por satélite como respaldo ante futuras contingencias. Esta tecnología se convierte en crucial, ya que permite mantener la conexión incluso cuando fallan la fibra óptica o las redes móviles tradicionales.
Desde Serenae, una empresa española especializada en conectividad satelital, aseguran que han comenzado negociaciones con varias cadenas de gran distribución para evaluar la viabilidad de integrar esta tecnología en sus oficinas centrales, almacenes logísticos y tiendas físicas. “Estamos trabajando con varias grandes cadenas del sector para diseñar un sistema de respaldo que garantice conectividad en situaciones críticas”, declaró Rodrigo Ladrón de Guevara, CEO de Serenae. “Hablamos de escenarios como un apagón eléctrico, global o local, pero también ciberataques, fallos en la fibra óptica o catástrofes naturales como una DANA”, añadió.
La empresa enfatiza que, aunque algunas cadenas lograron sobrellevar el apagón con generadores, carecer de conexión significa la imposibilidad de realizar pagos, actualizaciones de inventario o asegurar trazabilidad en tiempo real. “El comercio necesita conexión para funcionar. Lo que proponemos es una red de seguridad por satélite que permita seguir operando cuando todo lo demás falla”, concluyó Ladrón de Guevara.
Un nuevo estándar en resiliencia operativa
Lo que antes se consideraba una solución de conectividad pensada para zonas rurales o situaciones de falta de cobertura ahora se está convirtiendo en un estándar de resiliencia para sectores críticos. Las grandes cadenas de alimentación, que no pueden permitirse interrupciones en tienda ni en sus sistemas logísticos, están liderando esta transformación. En regiones como África y Latinoamérica, donde las interrupciones del suministro eléctrico son frecuentes, el satélite se ha establecido como una red de seguridad confiable, garantizando la continuidad operativa.
En Europa, aunque en el pasado se creía que estos problemas eran un acontecimiento aislado, eventos extremos como el reciente apagón han resaltado la necesidad de prepararse para situaciones de disrupción cada vez más comunes. Según datos de Statista, el sector retail alimentario genera más de 100.000 millones de euros anuales en España, lo que implica que un corte de suministro puede dar como resultado pérdidas significativas.
“El satélite ya no es una opción remota. Es una herramienta clave para cualquier empresa que dependa de la conectividad constante”, agregó Ladrón de Guevara. “Aunque por ahora se trata de planes de contingencia y fases piloto, todo apunta a que la próxima gran revolución del retail no llegará desde los lineales, sino desde los satélites”.



