Cómo detectar si mi hijo se siente solo: primeras señales

Un niño en la calle con un teléfono móvil.
NOTICIA de Javi Navarro
23.07.2024 - 11:38h    Actualizado 23.07.2024 - 12:24h

El verano y las vacaciones brindan mucho tiempo de ocio para los más jóvenes al no tener que ir al colegio. El momento ideal para quedar con los amigos, hacer planes y excursiones, viajar con la familia… o no. Porque tanto tiempo libre puede suponer para muchos jóvenes que caigan en las redes de la hiperconectividad a través de teléfonos móviles, videoconsolas o tablets que cubran las horas de ocio —para que estén entretenidos—, provocando un efecto perverso: el aislamiento.

El problema de la soledad entre los jóvenes

Hemos consultado a la experta Gabriela Paoli, presidenta de Nexum, asociación dedicada a promover la socialización y la creación de nuevos vínculos entre personas, además de psicóloga experta en adicciones tecnológicas y redes sociales, que destaca la urgencia de abordar esta problemática y subraya que “el tiempo libre durante las vacaciones puede agravar la sensación de soledad en muchos jóvenes”.

Paoli añade que “la soledad no deseada es una experiencia subjetiva que duele, que hace sufrir; incide negativamente en la calidad de vida de las personas que la padecen a través de conductas de riesgo, aumenta el sedentarismo, el riesgo de padecer un amplio abanico de enfermedades, un descenso del sistema inmune e incluso incrementa un 26 % el riesgo de mortalidad prematura”.

Primeras señales que deben tener en cuenta los padres

¿Y cómo podemos saber que un adolescente está empezando a aislarse y que puede caer en una soledad no deseada? Paoli destaca algunas señales:

  • Aumento del tiempo online (redes sociales, videojuegos, series, YouTube…)
  • Reducción de la comunicación e interacción con la familia y amigos
  • Falta de interés en actividades sociales y deportivas
  • Cambios en los patrones de sueño
  • Bajo interés y compromiso hacia los estudios o trabajo
  • Cambios en la apariencia personal, dejadez en higiene y vestimenta
  • Cambios en el apetito y en el estado de ánimo
  • Apatía, desmotivación, tristeza, desesperanza

Efectos de la soledad en adolescentes y jóvenes

“El vínculo con personas significativas y la pertenencia a grupos sociales es fundamental para el desarrollo cognitivo y afectivo de los adolescentes y jóvenes”, afirma Paoli. Y, por tanto, la falta de estas relaciones puede provocar tristeza, malestar, aburrimiento, emociones positivas reducidas, sentimientos de vacío, aislamiento social y angustia.

Estos sentimientos pueden ser perjudiciales para el desarrollo de su autoestima, autoconfianza y bienestar emocional. “Además, la soledad en la infancia y adolescencia tiene consecuencias negativas para la salud mental en etapas posteriores de la vida”, señala la experta. Varios estudios han demostrado que la soledad es un factor de riesgo para la salud mental y física, afectando además la calidad de vida, asociada a problemas como ansiedad, depresión, aumento del riesgo de suicidio, mala calidad del sueño y cambios fisiológicos.

Soledad en España

Según el ‘Barómetro de la Soledad No Deseada en España 2024‘, elaborado por la ONCE y la Fundación AXA, el 20 % de los españoles sufre actualmente de soledad no deseada, y otro 30 % asegura haberla padecido en algún momento de su vida.

Las cifras son preocupantes: el 13,5 % de la población afirma sentir esta soledad de manera crónica, es decir, desde hace dos años o más. Los jóvenes son los más afectados por este problema, seguidos de las personas mayores de 75 años. Además, la incidencia es más alta en mujeres que en hombres y está directamente relacionada con un conjunto de variables sociales.

‘Amigos’ a la carta con la IA y las apps

Por otro lado, este creciente aumento de la soledad y el aislamiento social produce que los jóvenes busquen alternativas en la compañía artificial y se descarguen aplicaciones como Paradot o Chai para mantener conversaciones y crear un amigo a la carta, incluso también hay aplicaciones para tener una pareja virtual, como Replika.

Tal y como señala Paoli, “es importante recordar que la IA per se no es mala o negativa, sino que depende del uso que le demos. Y como profesional de la salud mental debo insistir en sus consecuencias sobre un mal uso o abuso, llegando en muchos casos a crear una dependencia o adicción”. Entre los efectos negativos que puede tener la IA en la salud mental, se encuentran: aislamiento social, problemas de autoestima, merma en las habilidades socio-afectivas, pérdida de interés por actividades placenteras, sobrecarga de información o ansiedad o estrés.



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