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Cómo saber si el pollo está malo

Cómo saber si el pollo está malo
NOTICIA de Jessica Pascual
30.06.2022 - 09:33h    Actualizado 21.12.2022 - 13:44h

La carne de pollo es uno de los alimentos más recurridos y con mayor presencia en las neveras de los hogares españoles. Se trata de una fuente de proteína saludable, ideal para preparar recetas de cena ligera, y, además, es más económica que otras carnes. De ahí su elevado consumo. Pero a pesar de estos beneficios, una mala conservación o una partida defectuosa pueden echar a perder el pollo y hacer que se ponga malo.

Por ello, es fundamental saber identificar si el pollo se ha puesto malo, porque de lo contrario, puede provocar problemas de salud alimentaria al aumentar el riesgo de intoxicación. En esta guía te explicamos cómo saber si el pollo está malo antes y después de cocinarlo, tanto si lo tienes en la nevera, como si lo acabas de preparar y está listo para servir.

Cómo saber si se ha puesto malo el pollo

El pollo es una de las carnes más consumidas en los hogares españoles, con una media por persona y año de 13,65 kilos, según el último Informe de Consumo de Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Motivo por el que el riesgo de intoxicarse por comerlo en mal estado es mayor que con otros alimentos que se consumen menos.

Para evitar este riesgo para la salud, hay que saber identificar si el pollo se ha puesto malo. ¿Pero, cómo? Se dice que el pollo está en mal estado cuando, por diversos motivos, le han salido algunas bacterias, como la Salmonella.

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos señala en un artículo que el pollo es una fuente importante de transmisión de esta bacteria, puesto que según indica, 1 de cada 25 paquetes de pollo de la tienda comestibles o el supermercado está contaminado con Salmonella.

Como prevención, además de que no se ponga malo, desde este organismo señalan otras medidas para evitar la intoxicación. Algunas de ellas son:

  • Usar el termómetro de alimentos para que el pollo alcance la temperatura de 73 grados al cocinarse (165 grados Fahrenheit).
  • No lavar el pollo crudo para evitar que se propaguen las bacterias por el jugo y mantenerlo lejos de otras comidas cocinadas y listas para servir.
  • Lavarse las manos antes y después de manipular la carne de pollo.

El objetivo de estas medidas es evitar esta intoxicación de salmonelosis. Como a simple vista no es posible ver las bacterias en los muslos o pechugas de pollo, debes fijarte en alguno de estos otros síntomas que son indicativos de que el pollo está malo.

Síntomas de que el pollo está malo antes de cocinarlo

Lo primero a tener en cuenta para la seguridad es el momento de la compra. Fijarse en la fecha de caducidad y conservarlo en condiciones óptimas en casa. Si está envasado, puede aguantarte algo más. Si es fresco, debes consumirlo cuanto antes, en los dos días siguientes.

Pollo crudo

La manera de conservarlo es fundamental. Puede que aunque no haya caducado, se ponga malo porque no esté conservado a la temperatura adecuada. Por ello, hay que guardarlo a una temperatura adecuada en la nevera.

Además de estas dos medidas de seguridad y prevención, los síntomas que te advierten de que el pollo está malo son:

Olor

Si el pollo huele fuerte, con matices desagradables, no lo consumas. Puede que al abrir el pollo envasado notes que desprende un olor fuerte, poco característico de este alimento cuando está sano. En estos casos, ante la duda, es mejor no consumirlo.

Moho

Presencia de moho en la piel. El moho aparece en muchos alimentos cuando se ponen malos, sobre todo por tenerlos mucho tiempo en la nevera. Este es uno de los síntomas más fáciles de detectar. Si ves puntitos blancos o verdes en alguna zona del pollo, tíralo.

Textura babosa

Textura babosa. Si al coger una pieza de pollo, notas que tiene una capa de babilla, no es buena señal. Esta capa viscosa no aparece en la carne en buen estado, por lo que es recomendable evitar su consumo.

Color

Por último, otro de los indicadores que pueden hacerte pensar que el pollo está malo es el color. Si notas que empieza a ponerse gris o de colores azulados, no lo comas. El pollo en buen estado es de un color muy claro, rosa, tirando a tonos blanquecinos. Aunque en el caso de las pechugas de pollo es habitual que el color sea más rosa. En el caso de que el pollo sea de corral, el color es totalmente amarillo.

Cómo saber si el pollo está malo una vez cocinado

Los síntomas para saber si el pollo está malo una vez que lo has cocinado son muy parecidos a los descritos en el apartado anterior:

  • Olor fuerte. Si al cocinarlo no huele de la forma habitual, sino que es muy fuerte y desagradable, está malo.
  • El color. Una pechuga de pollo hecha tiene que ser blanquecina o de tonos dorados a causa de cocinarla con aceite. Pero el color que nunca debe aparecer es el gris o azul. Si lo detectas, mejor tíralo.
  • Aunque no es la mejor prueba, hay algunas situaciones en las que el sabor es el único indicativo que puede avisarte de que el pollo está malo. En cualquier caso, si al comer un trozo de carne de pollo notas un sabor desagradable, como pasado y distinto al habitual, no sigas comiéndolo. Independientemente de que a simple vista tenga buen aspecto o no huela raro.

Qué hacer cuando el pollo huele mal

¿El pollo envasado huele mal? No lo consumas. Como hemos explicado, este es uno de los indicadores que alertan de que el pollo no está bueno. Así que ante olores fuertes, lo mejor es evitar su consumo para evitar riesgos innecesarios.



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