Desmontando mitos: Las verdades sobre los vehículos eléctricos y la movilidad eléctrica

Desmontando mitos: Las verdades sobre los vehículos eléctricos y la movilidad eléctrica
Foto del periodista Javi Navarro
NOTICIA de Javi Navarro

En un contexto de creciente movilidad eléctrica en España, donde en 2025 las matriculaciones de coches eléctricos han aumentado un 64,6 % —representando el 11 % de todos los nuevos coches vendidos—, aún persisten mitos que obstaculizan su aceptación. Hemos querido resolver las típicas dudas que circulan entre las conversaciones consultando a los expertos de Powerdot, uno de los principales operadores europeos de recarga para vehículos eléctrico. Esta es la información científica que destacan con datos actualizados para contrarrestar estos equívocos y ofrecer claridad para todos quienes quieran estar informados.

«El vehículo eléctrico ya no es una promesa de futuro. Es una opción real, eficiente y cada vez más accesible y económica», asegura Laura Gonçalves, directora general de Powerdot en España. La empresa recalca que, a pesar de la desinformación existente, hoy en día cargar un coche eléctrico es sencillo y rápido, sin necesidad de cambiar los hábitos del usuario.

1. Los coches eléctricos aún tienen poca autonomía

La creencia de que los coches eléctricos tienen limitada autonomía se desdibuja con los avances tecnológicos. Actualmente, la mayoría de los modelos nuevos ofrecen autonomías que oscilan entre los 400 y 600 km según el protocolo WLTP (Worldwide Light Vehicles Test Procedure), y algunos incluso superan los 650 km. Así, los vehículos más compactos suelen situarse entre 350 y 450 km, lo que es más que suficiente para la mayoría de los viajes diarios. Según el III Anuario de la Movilidad Eléctrica de AEDIVE, el 95 % de los desplazamientos realizados por conductores en España son inferiores a 50 km. Esto confirma que, para la mayoría, la autonomía no es un impedimento real.

Es importante destacar que, para quienes requieren recorrer largas distancias de forma habitual, una mayor autonomía puede ser crucial. No obstante, algunos modelos aumentarán aún más estos rangos.

2. En España no hay suficientes puntos de recarga

A pesar de las preocupaciones sobre la infraestructura, España ha avanzado notablemente en la red de recarga pública. Actualmente, existe un punto de recarga por cada 22 vehículos eléctricos en circulación, en comparación con los 47 que se registran en Portugal. Esto indica que la red actual es razonablemente adecuada dada la penetración del vehículo eléctrico en el país.

Empresas de carga de vehículos eléctricos continúan con su inversión en el aumento de la red de recarga ultrarrápida, mejorando su capacidad y distribuyendo estaciones en puntos clave, particularmente en vías principales y áreas con menor cobertura. Esto optimiza la experiencia del usuario y fomentará el uso del vehículo eléctrico.

3. Cargar un vehículo eléctrico lleva demasiado tiempo

Otra idea persistente es que cargar un coche eléctrico implica largas esperas. Sin embargo, los cargadores ultrarrápidos pueden restaurar del 20 al 80 % de la autonomía en aproximadamente 20 minutos. Esto es un tiempo razonable, considerando que muchos vehículos recorren entre 350 y 500 kilómetros antes de necesitar recarga.

La mayoría de las veces, la carga se realiza cuando el vehículo está estacionado por motivos cotidianos: en el trabajo, en las compras o durante actividades de ocio. De este modo, cargar el coche se convierte en una tarea cotidiana que no requiere tiempo adicional del usuario.

4. Los coches eléctricos son más caros y difíciles de mantener

La percepción de que los vehículos eléctricos son más costosos es incorrecta. Según ANFAC, las matriculaciones de coches eléctricos han subido un 64,6 % interanual, claro reflejo de la sólida confianza de los consumidores en este tipo de vehículos. Un estudio de Boston Consulting Group indica que el 75 % de los vehículos eléctricos en Europa son más económicos que sus contrapartes de combustión, incluso con un litro de gasolina a un euro. Esto es gracias a los menores gastos de mantenimiento, menores costes de energía, las ventajas fiscales y la creciente gama de modelos asequibles, muchos de los cuales están disponibles por debajo de los 25.000 euros.

5. Las baterías se degradan muy rápido

Los mitos sobre la rápida degradación de las baterías también son desmentidos por la evidencia. Según un estudio de Geotab, las baterías de nueva generación conservan más del 80 % de su capacidad tras diez años de uso. La tasa de degradación se sitúa en solo un 1,8 % anualmente, mejorando respecto al 2,3 % registrado en 2019. Así, incluso tras diez años de uso intensivo, estas baterías podrían seguir siendo funcionales más allá de los 15-20 años, que es la vida típica de muchos vehículos.

Además, el Reglamento Europeo 2023/1542 asegura la trazabilidad y el reciclaje de materiales críticos en las baterías, garantizando que elementos como el litio y el níquel puedan tener una segunda vida industrial.

6. Los vehículos eléctricos contaminan más

Este mito se encuentra entre los más escuchados, pero los datos lo contradicen claramente. Un estudio técnico respaldado por Boston Consulting Group demuestra que un vehículo 100 % eléctrico emite hasta 3,2 veces menos CO₂ a lo largo de su vida útil que un coche de combustión. Este análisis incluye la fabricación de la batería, la producción de electricidad y su uso a lo largo del tiempo, reafirmando que los vehículos eléctricos son la opción más ecológica y respetuosa con el medioambiente. Con el crecimiento de las energías renovables y la mejora en la tecnología de baterías, esta diferencia se amplificará.