El Gobierno aprueba el Estatuto del Becario: se prohíbe sustituir a trabajadores por becarios

El Gobierno aprueba el Estatuto del Becario: se prohíbe sustituir a trabajadores por becarios
Foto del periodista Javi Navarro
NOTICIA de Javi Navarro

El Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de Ley del Estatuto de las personas en formación práctica no laboral —comúnmente conocido como el Estatuto del Becario— con el objetivo de establecer un marco normativo que regule las condiciones de las prácticas formativas en empresas, instituciones y organismos. Esta medida, promovida por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, busca garantizar derechos y deberes tanto para los participantes como para las entidades donde se desarrollan estas actividades.

Derechos y garantías para los formadores

Entre las más de 1.655.000 personas que actualmente realizan prácticas en España —de las cuales el 56% son mujeres y el 22% superan los 30 años—, se establece el derecho a la compensación de gastos relacionados con la formación, como transporte y alimentación. Además, cada persona en prácticas contará con un plan individualizado y un tutor, que no podrá tener a su cargo más de cinco participantes, garantizando así un seguimiento adecuado y personalizado de su proceso formativo.

“La realización de prácticas en las empresas no puede constituir una fórmula que degrade las condiciones de trabajo ni superar el 20% de la plantilla de la empresa”, ha resaltado la vicepresidenta segunda y ministra de Empleo y Trabajo Social, Yolanda Díaz. Asimismo, enfatizó que “la experiencia formativa no puede estar basada en la precariedad”, indicando que los derechos de estos individuos deben ser reconocidos y respetados.

Normativas y limitaciones establecidas

La nueva legislación especifica y delimita lo que se considera formación práctica y lo que son funciones laborales. Tal y como lo explica Díaz, “tiene que estar destinada sencillamente a aprender y a nada más, a formarse y no a sustituir a personas trabajadoras”. Además, cualquier actividad que exceda el plan de formación establecido será clasificada como una relación laboral ordinaria.

Las empresas también tienen la obligación de no segregar a los estudiantes en los espacios laborales, garantizando su inclusión en el ambiente laboral general, como el acceso a salas de descanso y comedores. Además, la formación a distancia se limitará al 50% del total de horas, y no se permitirán prácticas en turnos nocturnos.

Un cambio que fomenta la igualdad de oportunidades

Este Estatuto llega para corregir la situación de precariedad en la que ha estado sumido el colectivo de personas en prácticas en España. Se espera que evite situaciones de “falsos becarios” y promueva la equidad en el acceso a oportunidades de formación, beneficiando a hombres y mujeres por igual.

La ministra Díaz ha subrayado que “es la reforma laboral para las nuevas generaciones” y ha agradecido a los agentes sociales y a las comunidades autónomas por su participación en el diseño de la norma. “Volvemos a hacer algo clave: mejorar la vida de nuestro país”, concluyó.

Infracciones y sanciones

Para asegurar el cumplimiento de esta norma, el texto prevé sanciones que pueden llegar hasta los 225.000 euros en caso de infracción. La Inspección de Trabajo y Seguridad Social tendrá acceso a la documentación relacionada con estas prácticas, incluyendo la planificación y ejecución de las mismas.