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Encender un cigarrillo puede suponer 4 segundos de distracción y 120 metros sin control

Encender un cigarrillo puede suponer 4 segundos de distracción y 120 metros sin control
NOTICIA de Javi Navarro
30.05.2011 - 17:22h    Actualizado 24.06.2021 - 16:47h

Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el simple hecho de encender un cigarrillo implica una distracción mínima de cuatro segundos respecto a la carretera, lo que a una velocidad de 110 kilómetros por hora supone recorrer más de 120 metros sin control, equivalente a la longitud de un campo de fútbol.

El 53 % de los españoles considera que fumar mientras se conduce es ‘una distracción peligrosa’ y vería, por tanto, con buenos ojos la prohibición de esta práctica al volante, según un estudio difundido por AutoScout24 con motivo del Día Mundial sin Tabaco que se celebra el próximo 1 de Junio. A su juicio, el consumo de tabaco durante la conducción pone en riesgo tanto la seguridad de los ocupantes del vehículo como la de quienes circulan a su alrededor, puesto que acciones como buscar el paquete de cigarrillos, encender el mechero, disfrutar de una bocanada, eliminar la ceniza o vaciar el cenicero distraen al conductor de lo que ocurre a su alrededor.

Las distracciones, en el punto de mira
Los partidarios de prohibir fumar al volante señalan que este tipo de distracciones son similares a las que provocan los teléfonos móviles y dispositivos de navegación GPS, cuya manipulación al volante ya es sancionada por la DGT.

En este sentido, los datos recogidos por el organismo responsable de política vial inciden en que la desatención en la conducción es una de las principales causas de accidentes en nuestro país, hasta el punto de estar detrás del 35 % de los accidentes registrados durante la pasada Semana Santa.

Sin embargo, el debate suscitado en torno a la prohibición del tabaco al volante también cuenta con numerosos detractores -un 47 %, según la consulta de AutoScout24-, para quienes la decisión es estrictamente personal y, como tal, “debe recaer sólo en el conductor del vehículo”.

Algunos, incluso, van más allá al afirmar que una hipotética restricción no sólo no mejoraría la seguridad en carretera, sino que causaría precisamente el efecto contrario, puesto que aumentaría significativamente la tensión de los conductores adictos al tabaco y, por tanto, el nerviosismo al volante.

El 80 % no permite fumar en su coche
Con independencia de la postura de la Administración sobre este asunto, ocho de cada diez conductores españoles se niegan ya a que los pasajeros fumen en el interior de su vehículo por considerarlo molesto, aunque un 20 % de ellos estaría dispuesto a transigir en función de quién sea la persona que se lo pida.

Aparte de las razones sanitarias y de seguridad derivadas de las molestias que causa el humo, otro de los motivos de este rechazo es su efecto negativo sobre el “buen ambiente” en el interior del vehículo, especialmente a causa del mal olor. Tal es así que, según el informe, un 42 % de los españoles nunca compraría un coche usado que hubiera pertenecido anteriormente a un fumador.