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La estatura de los españoles se incrementó 10 centímetros durante el pasado siglo

La estatura de los españoles se incrementó 10 centímetros durante el pasado siglo
NOTICIA de Javi Navarro
12.11.2011 - 08:31h    Actualizado 22.03.2023 - 16:41h

Según un estudio dirigido por Julio Pérez, investigador del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la altura media de los españoles se incrementó en 10 centímetros en el pasado siglo XX, fruto de los cambios socioeconómicos, productivos y demográficos. En el mismo estudio también se alude a la peculiaridad de que la estatura de la mujer española se estancó para las nacidas entre 1939 y 1958, justo en el periodo posterior a la Guerra Civil.

Según los datos consultados por los investigadores para un estudio elaborado por el CSIC, los españoles nacidos en 1982 miden, de media, 10 centímetros más que aquellos que nacieron en 1910. De esta forma, los varones adultos nacidos en 1982 miden, de media, 177 centímetros, mientras que a la misma edad, los nacidos en 1910 tenían unos 166 centímetros de estatura. En el caso de las mujeres, las cifras se mueven entre los 155 centímetros para las nacidas en 1910 y los 162 centímetros para las que lo hicieron en 1982.

Los investigadores apuntan que el análisis de la estatura se ha convertido en las últimas décadas en una de las alternativas más fructíferas para estudiar la salud media de la población, en lugar de mirar solo la esperanza de vida, debido a la influencia de factores ambientales como la alimentación y las condiciones sanitarias en este parámetro.

La evolución de la estatura de los españoles ha sido más rápida que en otros países por la velocidad a la que se han producido los cambios socioeconómicos, productivos y demográficos. “A principios del siglo XX España tenía la mortalidad más alta de Europa y ha llegado al siglo XXI siendo uno de los países con la mayor esperanza de vida del mundo”,explica Julio Pérez, investigador del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Además, las generaciones de mujeres que nacieron en España entre 1939 y 1958 no superaron los 160 centímetros de altura, mientras que las generaciones de varones nacidos en esos mismos años experimentaron un proceso de crecimiento sostenido. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el estudio dirigido por Julio Pérez.

El estudio repasa los cambios generacionales de la estatura en España a lo largo del siglo XX e incluye por primera vez un análisis conjunto de hombres y mujeres. Toma como base los datos de la Encuesta Nacional de Salud, realizada por el Estado desde 1987. “Hasta ahora la estatura se venía estudiando con los datos del Ministerio de Defensa de los hombres llamados a filas. En este caso, al tener los datos sobre las generaciones hemos podido comprobar que la evolución del crecimiento no se produce de forma paralela entre hombres y mujeres. Ya se sabía que existe un cierto dimorfismo sexual, que las mujeres miden algo menos, pero ahora hemos visto que hay un grupo de generaciones femeninas en las que la estatura apenas aumentó”, explica Pérez.

El estudio, realizado en el Centro de Estudios Demográficos de Barcelona, no se aventura en dar una explicación concreta para este fenómeno. “La estatura se ve condicionada por factores ambientales durante la infancia, especialmente la alimentación y las condiciones sanitarias, sumadas a la influencia de los genes. Este estancamiento en las mujeres podría tener muchas causas, pero con dos datos de los que disponemos ahora no podemos confirmar ni desmentir ninguna hipótesis aún”, concluye Pérez.

La estatura media de los españoles ha aumentado 9 centímetros hasta 1,76 m en los últimos 50 años

La talla baja constituye uno de los motivos de consulta más frecuentes en pediatría. Sin embargo, como señala la doctora Mª José Martínez Sopena, pediatra endocrinóloga del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, en muchos casos, su preocupación es infundada. En los últimos cincuenta años, nuestro país ha registrado una notable aceleración en la talla media, aumentando en casi diez centímetros desde principios del siglo XX. De hecho, la talla media de los reclutas en 1965 era de 167,7 centímetros, mientras los jóvenes actuales de 18 años tienen una estatura media de 176,2 centímetros.

“Este fenómeno, conocido como un proceso de “aceleración secular del crecimiento”, se debe a las mejoras de las condiciones sanitarias, alimenticias y al desarrollo de la sociedad del bienestar en el que vivimos”, explica esta pediatra. “La evolución de estos factores ha situado a España en los niveles de Francia y Reino Unido, cuando hace 30 años estábamos por debajo de la media europea”. El ranking lo encabezan Suecia, Alemania y Holanda, país este último en el que la media de la talla entre los varones no baja de 1,84 metros, superando en las mujeres el 1,70.

En opinión de la doctora, el interés de los padres atiende en alguna ocasión a razones estéticas más que a determinar si existen alteraciones médicas. “Hoy en día no está bien visto tener una estatura baja-media ya que no responde al prototipo estético y social predominante, y el problema, en algunos casos, es que una situación con talla inferior a la media, pero dentro del intervalo de normalidad, afecta impropiamente, no sólo a los niños, sino también a los padres”.

Por definición y considerando el sistema de percentiles normales para una determinada población, tan sólo el 3 % de los menores españoles no llegaría a los intervalos de normalidad. En estos casos, la causa no siempre es un déficit en la hormona del crecimiento, sino que diversas patologías pueden ocasionar la problemática. “Patologías hematológicas, cardiológicas o renales influyen directamente en el organismo del niño y consecuentemente alteran su ritmo de crecimiento, al igual que ocurre con otras enfermedades digestivas, como la enfermedad celiaca”, señala la doctora Martínez Sopena, quién insiste en la importancia de la detección precoz.

“La actual organización del sistema sanitario español en el que se incluyen revisiones periódicas y donde se monitoriza el crecimiento permite adelantarse a cualquier problema y determinar el riesgo de complicaciones en la curva de crecimiento. Ante la menor sospecha, el niño es remitido por su pediatra a la consulta de endocrinología”, subraya esta pediatra.

El tratamiento del déficit de crecimiento varía en función de la patología responsable. “Disponemos desde hace 30 años de hormona de crecimiento biosintética y está aprobado también su uso en el Síndrome de Turner, o en niños con retraso de crecimiento intrauterino que no hayan recuperado percentiles normales a los cuatro año de edad”. En el caso de los menores con talla baja idiopática, en los que no se encuentra una causa para la talla baja, “no existe posibilidad de tratamiento con GH por el momento”.