Violencia económica: tres de cada cuatro mujeres la desconoce
La violencia económica supone una de las formas más desconocidas y silenciosas de maltrato en parejas y exparejas. De hecho, una investigación reciente apunta a que tres de cada cuatro mujeres españolas reconocen que no saben identificar la violencia económica y que solo el 63% ha oído hablar de este término, de acuerdo con el estudio titulado ‘La deuda de ser mujer: Radiografía de la brecha financiera en pleno siglo XXI’, que fue presentado esta semana durante la Cumbre Mujer al Mando, celebrada en Dubái.
La investigación ha sido realizada por la especialista en finanzas personales Laura Encina, que encuestó a más de 5.000 mujeres de diversas edades y condiciones sociales para determinar el grado de libertad financiera que tienen las mujeres españolas.
Pagar las deudas de otras personas
“Los resultados del estudio denotan que el desconocimiento es todavía muy profundo y que la violencia económica, aunque común, sigue siendo invisible para muchas mujeres”, afirma Encina. Entre los hallazgos más destacados, se revela que el 23% de las encuestadas han tenido deudas o préstamos a su nombre que, en realidad, fueron adquiridos o utilizados por otra persona. “Esta situación se enmarca dentro de la violencia económica”, recuerda Encina, “estamos ante un hecho que afecta negativamente el historial crediticio de la mujer, dejándola atrapada financieramente o forzándola a mantener la relación para evitar el impago”.
Este estudio también revela que el 47% de las mujeres se han sentido atrapadas en relaciones por motivos económicos. Además, el 83% de aquellas que decidieron poner fin a su relación, reportan que su situación económica ha empeorado tras la ruptura. “Este empeoramiento se debe, en muchos casos, a que las mujeres siguen siendo las que más limitan sus avances profesionales al formar una familia”, explica Encina.
La investigación revela que el 54% de las encuestadas ha realizado renuncias profesionales, a veces de forma total, para atender las responsabilidades familiares. Esta renuncia se hace aún más evidente tras una separación. “Nos encontramos con mujeres que, ya separadas, siguen viendo condicionada su vida financiera por su expareja y por la decisión de este de cumplir o no con sus responsabilidades económicas. Y esto es algo muy serio, porque el 91% de las encuestadas nos dicen que su expareja ha dejado de pagar pensiones o gastos compartidos como forma de castigo hacia ellas”, afirma Encina.
Finalmente, el estudio también destaca la falta de conocimiento y seguridad que muchas mujeres sienten en el ámbito financiero. Un 72% de las encuestadas entre 28 y 40 años señala no sentirse segura a la hora de tomar decisiones sobre su dinero. “Esa inseguridad contribuye a que, incluso cuando se busca una igualdad en la pareja, el rol de gestor principal siga recayendo en el hombre”, concluye Laura Encina.
