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La mayoría de ropa donada en contenedores o tiendas de Zara y Mango no llega a reutilizarse

Montana de ropa sin utilizar
NOTICIA de Jessica Pascual
23.11.2023 - 09:17h    Actualizado 23.11.2023 - 09:17h

¿A dónde van las prendas de ropa de los contenedores de recogida? Una investigación elaborada por Greenpeace señala que la realidad del destino de las prendas de ropa que se dirigen a una segunda vida no llega a reutilizarse.

Las conclusiones de este estudio no dejan lugar a dudas: “Gran parte de la ropa usada no llega a tener una segunda vida tras meses de rastreo mediante geolocalizadores”, denuncia Sara del río, responsable de la investigación.

A dónde van las prendas de los contenedores de segunda mano

Para realizar esta investigación, la organización ecologista ha seguido durante varios meses el destino de un total de 29 prendas de ropa usada que tenían localizadores y que fueron depositados en los contenedores municipales y en tiendas de Zara y de Mango.

El estudio se ha efectuado con prendas de ropa depositadas tanto en contenedores de la vía pública de los ayuntamientos, como en los específicos de algunas tiendas. En este caso, de Zara y de Mango. El objetivo de depositar la ropa que ya no se usa en estos espacios es que tenga una segunda vida y que alguien pueda sacarle provecho y usarla.

¿Pero esta es la realidad? Los resultados del informe no lo respaldan. Por tanto, tal y como denuncian desde Greenpeace, la economía circular que promueven las marcas dista mucho de los resultados obtenidos: “Tras cuatro meses de investigación, solamente se ha podido confirmar la reutilización de una prenda de casi una treintena de piezas de ropa“, indican. Los datos son esclarecedores: Solo una de las 29 prendas motorizadas se pudo reutilizar, puesto que fue adquirida en una tienda de segunda mano en Rumanía.

Muchas de las prendas siguen moviéndose tras meses de seguimiento y parece que todavía no han llegado a su destino, añaden desde Greenpeace. En concreto, estas prendas han recorrido miles de kilómetros hasta llegar a lugares como Chile, Pakistán, India o Togo. O se encuentran en almacenes en polígonos industriales de España o siguen sin dar señal.

Desde Greenpeace señalan que tanto las grandes marcas, como los ayuntamientos, usan los mismos gestores, que “en buena medida pasan por exportar la ropa a miles de kilómetros a países de Asia, África o Sudamérica, donde la reutilización de la misma no está asegurada”.

Denuncian la política comercial sobre la economía circular de las empresas

Es una investigación que se enmarca en las puertas de la campaña de ofertas por el Black Friday, momento en el que la organización ha querido publicar los resultados para compartir el seguimiento que está efectuando a determinadas prendas de ropa.

Denuncian que han comprobado que la economía circular que promueven las empresas dista mucho de la realidad. Señalan que en el modelo actual la intervención de países del Sur Global es necesaria para producir ropa y luego gestionar los residuos que se generan al desecharla, viajando miles de kilómetros.

Concluyen que mientras esto no cambie, la “segunda vida de la ropa será más una estrategia de la industria para seguir comprando ropa sin remordimientos en días como el Black Friday que una realidad“.

Cómo se efectuó la investigación de Greenpeace

Entre julio y agosto la organización ecologista colocó dispositivos de seguimiento de tipo botón en 29 prendas para darles una segunda vida, en ropa y calzado. Y las depositó en contenedores de 11 provincias españolas, situados en la vía pública, como en tiendas de Zara y Mango.

La primera sorpresa, explican, fue que en ambas vías se sigue el mismo proceso porque las empresas de gestión son las mismas. Consecuencia de ello, las prendas procedentes de ambos sistemas de recogida han aparecido en Emiratos Árabes Unidos y en Pakistán, que cuentan con centros de recepción internacionales de ropa ubicados en zonas francas, lo que facilita su reexportación.

Las prendas también han sido localizadas en Egipto, Togo y Marruecos. Según la Agencia Europea del Medioambiente, el 46 % de los textiles usados exportados desde la UE tienen a países africanos como destino, donde son revendidos alrededor del 60 %, mientras que el resto es desechado. Según los datos de la investigación, la ropa usada procedente de España, que se envía a países europeos, suele tener un valor económico muy superior a la que se envía a países como Marruecos o Pakistán.

Ha detectado un circuito irregular de gestión de residuos textiles que se escapan a la gestión autorizada por los ayuntamientos. Llama la atención que la mitad de los dispositivos de seguimiento no han salido de España, aunque sí se han movido una o varias veces de lugar. Ello, explican, es consecuencia de que los cuatro meses no son suficientes para a realizar el seguimiento completo.

Los datos, según explican, son un claro indicativo de la “necesidad de cambiar radicalmente el modelo de producción y consumo de ropa para no caer en falsas soluciones o parches que retrasen el cambio”.



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