Las entrevistas de trabajo: tres de cada cinco responsables carecen de formación para evaluar al candidato
Un reciente estudio de la empresa de soluciones de talento Robert Walters revela que el 73% de los profesionales ha decidido no aceptar una oferta de trabajo debido a experiencias insatisfactorias durante las entrevistas. A pesar de esta preocupante cifra, tres de cada cinco responsables de selección admiten no haber recibido formación formal sobre cómo llevar a cabo entrevistas, lo que evidencia una notable desconexión entre las expectativas de los candidatos y las prácticas de las empresas.
Los datos del estudio muestran que los profesionales identifican diversas señales de alerta –comúnmente conocidas como red flags– durante el proceso de selección. Entre ellas destacan:
- 38% – Procesos desorganizados: Una falta de claridad en los horarios de las entrevistas o en los pasos siguientes puede generar inseguridad en los candidatos sobre la gestión del proceso.
- 28% – Explicación deficiente del cargo: Si las responsabilidades y expectativas no se describen adecuadamente, los candidatos pueden tener dificultades para comprender su posible papel.
- 20% – Impresiones negativas sobre la cultura corporativa: La alineación con los valores de la empresa es fundamental para los profesionales; por ello, mensajes inconsistentes o la falta de claridad pueden llevar a la desconfianza.
“Las entrevistas de trabajo suelen ser la primera interacción real que un profesional tiene con la empresa en la que le gustaría trabajar, y los pequeños errores pueden hacerles preguntarse si la oportunidad es adecuada para ellos”, afirma Gerrit Bouckaert, CEO – Recruitment a nivel global en Robert Walters.
Además, Bouckaert advierte que “los responsables de selección que no han tenido la formación adecuada pueden rechazar a candidatos que sí son idóneos para el cargo. Esto puede afectar a los tiempos y costes de contratación y a la capacidad para incorporar al equipo al mejor talento. Igual de importante es que esto puede provocar que la marca empleadora sea percibida negativamente”.
Un dato revelador señala que el 47% de los profesionales considera que la impuntualidad de un entrevistador podría modificar su percepción acerca de la empresa. Alcanzando una mayor profundidad en este aspecto, 1 de cada 4 encuestados indica que solo requiere unos minutos de entrevista para decidir si querría o no formar parte de esa organización.
La importancia de la optimización del proceso
La estructura de las entrevistas no es un aspecto que deba subestimarse. Según Robert Walters, el 73% de los profesionales cree que dos rondas de entrevistas son suficientes para un puesto intermedio, mientras que solamente el 36% considera que tres o más son necesarias.
“Muchos de estos errores son evitables. Una estructura clara y concisa en las entrevistas refleja profesionalidad y respeto por el tiempo del candidato, además de aumentar la probabilidad de que el mejor talento elija tu empresa antes que otras de la competencia”, añade Bouckaert.
Cómo evitar las red flags más comunes en las entrevistas
Para las empresas interesadas en mejorar sus procesos de selección, Robert Walters ofrece una serie de consejos prácticos:
- Revisar previamente las especificaciones de la vacante y el perfil del candidato para estar completamente informados.
- Seguir una estructura clara con tiempos y temas definidos, manteniendo las conversaciones enfocadas.
- Hacer preguntas relevantes, consistentes y justas para evaluar habilidades y encaje cultural.
- Adaptar el proceso de entrevistas según el formato, sin perder la estructura.
- Proporcionar feedback y realizar seguimiento para mantener el interés del candidato.
“Las empresas tienen la oportunidad real de convertir las entrevistas de trabajo en una ventaja competitiva”, concluye Bouckaert. “Equipando a los responsables de contratación con la preparación y formación adecuadas, las organizaciones pueden involucrar mejor a los candidatos, aumentar las tasas de aceptación y reducir el riesgo de perder talento frente a competidores. Incluso pequeñas mejoras, como llegar puntual a la entrevista, dar información clara y estructurar bien el proceso, pueden tener un impacto positivo medible”.
