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Los problemas de visión son incompatibles con las películas en 3D

Los problemas de visión son incompatibles con las películas en 3D
NOTICIA de Javi Navarro
11.05.2011 - 16:36h    Actualizado 15.12.2022 - 09:50h

Tras la revolución en cines, el 3D también ha llegado a la televisión a las consolas de videojuegos. Y sólo es el principio. Pero no todo el mundo puede experimentar la increíble sensación de sentirse dentro de la pantalla. Algunas personas tienen molestias o pesadez al acabar la proyección, y otras ni tan siquiera son capaces de apreciar el efecto tridimensional. La causa no está en la tecnología, sino que debe encontrarse en un problema de visión no diagnosticado que se manifiesta de forma evidente ante las imágenes en 3D. Un problema que afecta a un 12 % de la población, es decir, a uno 900.000 catalanes, y más de cinco millones de españoles.

Mareos, dolores de cabeza, cansancio o hasta visión doble son algunos trastornos que pueden aparecer viendo una película en 3D. Pero esto no es debido a un efecto perjudicial de esta tecnología, sino a un déficit de la función visual.

Concretamente, de la visión binocular, de la visión conjunta y coordinada de los dos ojos, las imágenes respectivas de los cuales llegan al cerebro donde se combinan dando lugar a una única imagen tridimensional.

Basta con que uno de los dos ojos no funcione correctamente, o con que ambos pierdan su coordinación, para impedir esta fusión de las imágenes monoculares y que desaparezca la visión en 3D o estereoscópica.

“De hecho, la Asociación Americana de Optometría calcula que hasta un 56 % de las personas entre los 18 y los 38 años podrían tener problemas en su visión binocular”, explica el presidente del COOOC, Alfons Bielsa. “Un leve mareo al principio es normal, pero si persiste, es una señal muy probable de presencia de un trastorno visual”. Es suficiente con una pequeña disparidad en la coordinación entre ambos ojos o en la presencia “de una diferencia de agudeza visual entre un ojo y el otro, por una graduación errónea por ejemplo”, para que la visualización de la película en 3D no sea óptima”.

Si tenemos molestias, sensación de fatiga “o nuestros hijos ponen una cara inexpresiva ante los espectaculares efectos del cine en 3D, casi podemos tener la certeza que estamos ante una alteración binocular”.

Cuando esto sucede, lo más conveniente es visitar a un óptico-optometrista “para que realice un análisis optométrico completo, no sólo para detectar si hay miopía, hipermetropía o astigmatismo, sino también para revisar la visión binocular”. El problema suele tener solución en la mayoría de los casos, tratándose con terapia visual y/o lentes prismáticas, acompañadas de recomendaciones ergonómicas y posturales.

Por lo demás, ver el cine en 3D “no perjudica la visión. De hecho, hasta puede ser beneficioso, puesto que obliga a ejercitar las habilidades fusionales en aquellas personas que tienen una visión binocular poco consolidada“. En este sentido, Bielsa añade que “muchos padres piensan que ver una película o jugar a un videojuego en 3D puede ser perjudicial para la visión de sus hijos. Pero podemos afirmar rotundamente que el sistema en sí no perjudica la visión. Una cuestión bien distinta es la de aquellas personas que no pueden percibir o tolerar los efectos visuales en 3D”.

Precisamente para informar y concienciar a la población sobre estos temas, el Col•legi Oficial d’Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC) tiene previsto llevar a cabo una serie de acciones divulgativas sobre la visión binocular a lo largo de este año. Entre ellas se incluye un pase especial coincidiendo con el estreno de una película en 3D, donde los asistentes podrán realizar una prueba básica de autodiagnóstico para comprobar el estado de su visión binocular. La campaña también incluye una serie de conferencias en escuelas, que serán impartidas por profesionales ópticos optometristas.

La clave está en una buena visión binocular
Para entender por qué se manifiestan los problemas en la visión de una película en 3D, es necesario ser conscientes de la importancia de ver bien con los dos ojos, de manera conjunta y coordinada.

Los diferentes sistemas de cine en 3D imitan el modo en que nuestros ojos registran las imágenes del mundo real y se basan en el mismo principio: la visión estereoscópica o visión binocular, “que representa la máxima expresión de calidad, comodidad y eficacia del sistema visual”. Gracias a la visión binocular “podemos calcular distancias con precisión, seguir sin esfuerzo objetos en movimiento, disponer de un mayor campo visual, leer con rapidez y comprender mejor el texto; en definitiva, disfrutar de una percepción del mundo real más precisa y útil para desenvolvernos con éxito en nuestro entorno”.

Sin embargo, el examen de la visión binocular no siempre forma parte del procedimiento de valoración de la salud visual. Es bastante frecuente valorar el estado visual de cada ojo por separado, sin contemplar la visión de los dos ojos al mismo tiempo.

De este modo, “el examen de la visión binocular se suele reservar para trastornos evidentes, como los estrabismos manifiestos”. En este sentido, según explica Bielsa, “la desviación ocular propia de los estrabismos podría hacer pensar que si no existe desviación ocular aparente tampoco hay problema binocular, y así las disfunciones binoculares menos evidentes pueden pasar desapercibidas”

Más que un problema, un síntoma
Las personas que no toleran los efectos en 3D son, justamente, quienes padecen este tipo de alteraciones menos evidentes. “Si es lógico que una persona con visión en un sólo ojo no pueda percibir los efectos en 3D, podríamos entender también como lógico que una persona con una buena agudeza visual en ambos ojos pueda percibirlos perfectamente. Pero esto no es necesariamente así”, explica Alfons Bielsa.

Puede darse la posibilidad de presencia de una de las disfunciones binoculares más frecuentes: la disparidad de fijación. Se produce cuando, en posición de reposo, los ojos no miran hacia el mismo punto del espacio, es decir, “cuando los ejes visuales no se cruzan sobre el objeto de atención visual, sino un poco antes, por encima o por debajo. Pero cuando los ojos pasan a la posición activa, compensan la disparidad”.

A mayor disparidad de fijación, mayor será el esfuerzo requerido para mantener la visión binocular.

“Como en la vida diaria miramos con ambos ojos, podemos prescindir de la misma si el sistema no es capaz de mantenerla de manera continuada. El cerebro podrá suprimir, de manera más o menos eventual, la visión central de un ojo, evitando la visión doble consecuencia de la pérdida fusional”.

Sin embargo, como las películas en 3D obligan al uso simultáneo de los dos ojos para que se produzca el efecto tridimensional, según Bielsa, “las disparidades de fijación deben compensarse de manera continuada e intensa durante un tiempo prolongado, provocando molestias y cansancio visual”.

En otros casos, como el estrabismo o la ambliopía (ojo vago), el problema de visión binocular sí es evidente. En el estrabismo no se puede compensar este defecto, de modo que la persona no es capaz de ver las películas en 3D porque habitualmente tampoco tiene visión en relieve. Mientras, en el ojo vago, el cerebro trabaja con la imagen de un solo ojo, haciendo imposible la fusión de las imágenes e impidiendo así la imagen tridimensional.



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