Qué son las biopiscinas naturales que apenas necesitan mantenimiento

Las biopiscinas son piscinas naturales que se construyen en zonas privadas, como casas y hoteles, y cuya principal característica es que emulan el aspecto de un estanque o laguna. Tienen plantas que emergen en el propio vaso, como en la propia naturaleza, y el agua adopta un tono verdoso, muy similar al de los ríos o pozas naturales. ¿Pero, qué ventajas tienen este tipo de piscinas? ¿Cómo funcionan y cuáles son sus características?

Qué es una biopiscina

Las biopiscinas, conocidas también como piscinas naturales o ecológicas, son creaciones cuya construcción y diseño busca imitar y recrear el funcionamiento y ciclos de un ecosistema. Motivo por el que se posicionan como una alternativa más sostenible frente a otros modelos de piscinas. Consecuencia de ello, no necesitan usar productos químicos en su mantenimiento y tampoco renovar el agua.

Ofrecen una experiencia distinta, al igual que al bañarse en un entorno natural. Porque están formadas por un vaso en el que se introduce el agua que está rodeado y en armonía con una zona de vegetación, simulando una charca de un pantano o piscina natural. Por ello, son piscinas que trasladan a los usuarios entornos naturales y que se convierten en un espacio que permite la proliferación de la biodiversidad y vida animal en espacios inicialmente no dedicados a ello.

Cómo es una biopiscina

De manera general, una biopiscina tiene un aspecto similar al de cualquier estanque o pequeña laguna que puede encontrarse en los espacios naturales.

Todas ellas cuentan con dos zonas diferenciadas en su estructura. Por un lado, el área de baño y, por otro, la específica que se encarga de la regeneración del agua. ¿Pero, qué es esta zona de regeneración? Es la parte de la piscina encargada del mantenimiento y la depuración del agua. Es, por tanto, la zona en la que se encuentran distintos ejemplares de plantas y seres vivos que se encargan de eliminar las impurezas del agua.

La circulación y flujo del agua entre la zona de baño y la de regeneración puede hacerse de forma natural, a través de una disposición estratégica del terreno, o mediante una bomba.

Cómo se realiza el mantenimiento del agua en las biopiscinas

A diferencia de las piscinas convencionales, en este modelo ecológico apenas se necesita intervención humana para asegurar la buena calidad del agua. Por el contrario, son las plantas acuáticas colocadas en la zona de regeneración las encargadas de absorber las impurezas presentes en el agua y devolverle su buena calidad, al igual que sucede ríos, pantanos o zonas de baño naturales.

En concreto, estas se encargan de purificar el agua de manera natural, aunque dependiendo de los ejemplares que se pongan, puede que la zona sea más propensa a la aparición de algas y de determinados ejemplares de bichos e insectos, de la misma manera que en entornos naturales.

Junto con las plantas, estas estructuras cuentan con sistemas de filtración con arena para garantizar el buen estado del agua. Gracias a la acción de estos dos elementos, el agua no necesita cloro para su mantenimiento, ni tampoco productos químicos para su mantenimiento o limpieza. Tampoco hay que controlar los niveles de pH del agua.

Por todo ello, el mantenimiento regular que deben hacer las personas de estos espacios es el de asegurar el buen estado de las plantas, así como eliminar aquellas raíces o zonas muertas o en mal estado, junto con limpiar la superficie del agua o el fondo de manera esporádica si se ensucia.

Una de las grandes ventajas de este tipo de biopiscinas es que permite un gran ahorro en costes de mantenimiento y permite prescindir del uso de productos químicos en el agua. Como resultado, es posible disfrutar de un baño completamente natural, rodeado de naturaleza, donde prime la relajación y conexión con el entorno.

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