Los mayores rompen con la herencia: solo 1 de cada 3 quiere dejar la vivienda a sus hijos
Solo uno de cada tres propietarios mayores de 55 años considera prioritario dejar su vivienda en herencia, según el ‘V Barómetro del Consumidor Sénior’ elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE. El dato —apenas un 34%— refleja un cambio de mentalidad progresivo: cada vez más personas mayores priorizan su bienestar y calidad de vida por encima del legado familiar tradicional.
El informe señala que un 35% de los mayores se plantea obtener más rendimiento económico de su vivienda, y un 26% estaría dispuesto a vender o hipotecar su casa si pudiera seguir utilizándola de forma vitalicia. Esta disposición conecta con el auge de la llamada licuación del patrimonio inmobiliario, un concepto que la propia Fundación MAPFRE desarrolla en su guía “Vivienda y Pensión”, donde explica cómo transformar la vivienda en liquidez sin perder el derecho a residir en ella.
Qué significa monetizar la vivienda
Monetizar la vivienda, explica la guía, consiste en convertir el patrimonio inmobiliario en dinero líquido, una práctica cada vez más relevante entre quienes afrontan la jubilación con ingresos ajustados. La principal novedad de estas fórmulas —frente a métodos tradicionales como vender la casa o mudarse— es que permiten seguir viviendo en el inmueble.
Según el documento, estas opciones se dividen en dos grandes bloques:
- Alternativas que implican transferir la propiedad (como la venta de la nuda propiedad, la vivienda inversa o las rentas vitalicias inmobiliarias). Todas permiten obtener liquidez manteniendo el derecho de uso vitalicio.
- Alternativas que permiten conservar la propiedad (como la hipoteca inversa o el anticipo de alquileres). En estos casos, se recibe financiación sin dejar de ser propietario.
Estas distinciones ayudan a entender por qué crece el interés de los séniors en este tipo de soluciones financieras, especialmente en un contexto de pensiones públicas que —según la guía— suelen ser insuficientes para mantener el nivel de vida previo.
La desconfianza frena su implantación
Pese a su potencial, el estudio confirma una barrera importante: el 76% de los mayores no confía en ninguna fórmula de monetización disponible. Una cifra muy elevada que, de acuerdo con la guía de Ageingnomics, se explica por:
- Desconocimiento del funcionamiento de estos productos financieros.
- Dudas sobre las garantías que ofrecen las entidades.
- Miedo a perder la vivienda, incluso en los productos en los que la propiedad se mantiene.
Entre quienes sí valorarían alguna alternativa (el 24%), las más conocidas son:
- Hipoteca inversa (12%), un crédito que utiliza la vivienda como garantía y se devuelve al fallecimiento.
- Nuda propiedad (9%), que permite vender la titularidad y conservar el derecho de uso.
- Vivienda inversa (7%), que combina compraventa y alquiler vitalicio.
La guía recuerda que factores como la edad del beneficiario o el valor y ubicación del inmueble influyen decisivamente en la cantidad que puede obtenerse, lo que explica que muchos mayores quieran informarse mejor antes de tomar una decisión.
Una herramienta para planificar una jubilación más segura
Con el objetivo de ofrecer esa información clara, la Fundación MAPFRE ha publicado la guía “Vivienda y Pensión. Guía para monetizar la vivienda y mejorar tu pensión”, que explica en lenguaje accesible cómo funcionan cada uno de estos productos, su fiscalidad y sus costes asociados —como comisiones, tasación o gastos notariales—, cuestiones que suelen generar dudas entre los mayores.
La vivienda ya no es solo un legado, es una herramienta de bienestar
El director del Centro de Investigación Ageingnomics, Juan Fernández Palacios, resume este giro social:
“Para los séniors, la vivienda ya no es solo un legado para las próximas generaciones, sino una herramienta que les permite ganar flexibilidad y seguridad económica en la jubilación”.
Añade que la falta de confianza demuestra la importancia de acompañar e informar a los mayores:
“Cada vez más buscan aprovechar su patrimonio de manera activa, explorando alternativas financieras sin perder la tranquilidad de seguir disfrutando de su hogar. Al mismo tiempo, la desconfianza sigue siendo un obstáculo, lo que evidencia la necesidad de informar y acompañarles para que puedan tomar decisiones seguras y adecuadas a sus necesidades”.
