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El éxito de una empresa depende de la motivación de sus trabajadores

El éxito de una empresa depende de la motivación de sus trabajadores
NOTICIA de Javi Navarro
02.06.2011 - 20:37h    Actualizado 21.03.2023 - 11:29h

Hay una gran diferencia entre un empleado con un enfoque transaccional del trabajo, que hace el mínimo esfuerzo posible para cobrar la suma de dinero acordada, y otro que se siente motivado e inspirado para colaborar con el crecimiento de la organización, pensar creativamente, relacionarse con otros compañeros y dar lo mejor de sí mismo, según un estudio realizado por ISIS, Institute for Service Innovation Strategy para Sodexo.

El éxito de toda organización depende esencialmente de la motivación de sus colaboradores. Sin embargo, la motivación es aún un tema complejo.

¿Qué es exactamente la motivación y cómo se puede desarrollar o impulsar en el lugar de trabajo? Son preguntas a las que el estudio “Valorar a las personas para crear valor” responde de acuerdo con dos puntos de vista – una perspectiva teórica y las mejores prácticas recogidas en las empresas del mundo. La conciliación de estas dos perspectivas resulta en un enfoque innovador que identifica nueve incentivos universales de la motivación laboral, que conforman un novedoso modelo de motivación.

Aún cuando estos nueve incentivos son universales, cada individuo es único, así como también lo es cada organización. Las organizaciones de éxito son aquellas que saben construir su propia estrategia de motivación de acuerdo con sus objetivos particulares, las necesidades individuales de sus colaboradores y de su entorno. Motivar a una población joven y ambiciosa para que esta innove constantemente en los mercados tecnológicos tendrá una cultura y prácticas completamente diferentes a las de una estructura que sobre todo necesita colaboradores dedicados a servir de la mejor manera a una clientela tradicional y fiel.

Hoy, más que nunca, las empresas se enfrentan con nuevos retos, cuya traducción a hechos es una verdadera prioridad estratégica. La empresa debe mantener su competitividad en un mundo globalizado y al mismo tiempo responder a la creciente búsqueda de sentido de los individuos en su trabajo y conducir sus actividades de manera responsable ante la sociedad y su entorno. Para poder responder a esos retos y convertirlos en “catapultas” de crecimiento durable, se debe contar con personas que se sientan particularmente involucradas en el éxito de la organización, y que estén dispuestas a dar lo mejor de ellas mismas, en una palabra, con mujeres y hombres motivados. Pero la motivación no se hace por decreto, se construye.

Las respuestas de este estudio pueden servir de inspiración tanto para los responsables de Recursos Humanos, como para los directivos. Antes que nada, deberán recordar que la motivación se desarrolla en un ambiente positivo y que necesariamente tiene que ser personalizada. Es por eso, que es necesario comprender los nueve incentivos de la motivación y el impacto que pueden tener en un individuo para crear condiciones idóneas y saborear un éxito colectivo. La motivación no se impone, sino que se construye día a día. Conciliar la búsqueda de resultados con el bienestar de las personas es la clave: dos objetivos que no sólo son compatibles sino que son interdependientes.

Motivación = rendimiento, algunas cifras y hechos elocuentes

Una encuesta de Towers Perrin* llevada a cabo entre casi 90.000 empleados de todo el mundo, en 2007, mostró que las empresas con plantillas con bajos niveles de compromiso, sufrieron una disminución del 33 % anual en los ingresos y una caída de 11 % anual del aumento de las ganancias.

Por el contrario, aquellas con empleados con un alto nivel de compromiso mostraron un aumento del 19 % en los ingresos y un aumento del 28 % de los beneficios.

De acuerdo con Gallup, los equipos con alto nivel de compromiso muestran medias superiores con respecto a las de los equipos menos comprometidos en áreas distintas como: la fidelidad del cliente (56 %), la productividad (50 %), la retención de los empleados (50 %), los parámetros de seguridad del negocio de la empresa (50 %) y la rentabilidad (33 %).

Un estudio de Watson Wyatt Worldwide demostró que establecer prácticas de colaboración y flexibilidad va de la mano con un aumento del valor de las acciones de un 9 % en promedio.

Por otra parte, una encuesta encargada por Investors in People en 2004 mostró que el 49 % de las personas encuestadas consideraban la posibilidad de dejar su trabajo en los siguientes 12 meses a causa de un sentimiento de desmotivación en el puesto que desempeñaban.

La buena gestión de una empresa es responsable de un 30 % del crecimiento

¿Por qué en tiempos de crisis como el actual hay unas empresas que crecen y otras empresas que mueren en el intento? En la consultora Babel creen tener la respuesta. Aseguran que una de las claves es la buena gestión y afirman que para ello es imprescindible apostar por los empleados y por la aplicación de unos altos estándares de calidad.

Casi todo depende de la gestión en el éxito de cualquier empresa. Según la consultora babel, una buena dirección puede generar hasta un 30 % de los beneficios de una sociedad. La clave está en los empleados y en la apuesta por la calidad.

“El hecho de que una de cada cinco empresas en España haya tenido que echar el cierre en los últimos tres años indica que se impone buscar soluciones empresariales de crecimiento sostenible”, incide Salvador Fontán, Director General de la consultora BABEL Sistemas de Información.

Los últimos datos oficiales muestran que el 12,7 % de las empresas ha desaparecido desde el año 2007, en su mayoría pymes. Un drama tanto para el tejido productivo, como en términos de desempleo.

El Director General de Babel hace varias recomendaciones a los empresarios. Recuerda que un cliente se merece unos resultados que superen sus expectativas. Por eso la mejor inversión comercial es estar por encima de las expectativas de los clientes.

Además apunta que atraer talento está bien, pero es imprescindible retenerlo. Por eso una buena opción sería convertir a los directivos en líderes altamente motivados. En cuanto a la inversión consideran que es un reto pero aseguran que la expansión de las compañías implica riesgos.