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Si duermes poco, cómo activarte para estar despierto

Si duermes poco, cómo activarte para estar despierto
NOTICIA de Jessica Pascual
27.03.2021 - 10:20h    Actualizado 14.01.2023 - 11:13h

¿Duermes pocas horas al día y te levantas muy cansado? Si eres de las personas que se activa por la noche y luego le toca madrugar, en este artículo te dejamos una serie de trucos que puedes poner en práctica para activarte por las mañanas y que parezca que has dormido tus 8 horas.

Levántate de golpe de la cama

Si duermes poco, lo mejor que debes hacer es levantarte con toda la energía que te permita tu cuerpo. No te quedes en la cama remoloneando ni esperando a que suene la siguiente alarma. Si nada más oír el despertador te levantas de golpe, te ayudarás a ti mismo a despertarte y activarte antes. No decimos que sea fácil, siempre costará un poco, pero para conseguir activarte por las mañanas tienes que empezar a hacerlo desde que abres los ojos.

Dúchate

Probablemente al levantarte rápido de la cama estés un poco desubicado. Por ello, tienes que continuar con estas pautas y proceder al segundo paso, ducharte. Y si puedes hacerlo con agua fría mucho mejor.

No te decimos que pongas el agua helada para que te entre una hipotermia, pero sí que pongas el agua un poco más fría de lo normal para que tu cuerpo y mente empiecen a activarse. Si no te da tiempo a ducharte antes de ir al trabajo porque te levantas con la hora pegada, entonces lávate bien la cara con agua más bien fría para quitarte las legañas y no llegar con las marcas de la almohada en la cara al trabajo.

Muévete

Es imprescindible que te muevas para obligarte a despertarte. Si te levantas de la cama para sentarte en el sofá sin ganas de nada ni motivación, no te vas a despertar. Tienes que obligarte a ser consciente de que empieza un nuevo día y que tienes muchas cosas que hacer.

Y sí, sabemos que hay días en los que no hay quien nos levante el ánimo. Además, de haber dormido poco, a este hecho pueden sumarse otros factores que hacen el día un poco más cuesta arriba, como por ejemplo darnos cuenta de que estamos en el Blue Monday el día más triste del año.

Si los lunes cuestan, en el Blue Monday este peso es mayor. En estas fechas se junta la nostalgia por las Navidades, la vuelta a la rutina, la temida cuesta de enero… Pero no lo pienses más. Céntrate en el nuevo día y sigue estas pautas para activarte según te levantas y que el día se te haga más ameno.

Tienes diferentes opciones, por ejemplo, antes de ir directo a desayunar te recomendamos que te laves la cara, te vistas y te prepares las cosas del trabajo. De esta forma te empezarás a despejar y después ya podrás sentarte a desayunar sin sentirte tan dormido. Si evitas desayunar en el sofá, mucho mejor porque es inevitable que si estamos cansados y nos sentamos en el sofá acabaremos acomodándonos de más. Si tienes la opción, desayuna en una mesa y una silla.

Si eres de las personas que se levantan con el suficiente tiempo antes de ir a trabajar como para hacer algo de ejercicio, no desaproveches la oportunidad. Activar el cuerpo por las mañanas practicando algo de deporte te llena de energía para que afrontes un nuevo día con ganas. Además, hacer ejercicio a primera hora tiene grandes beneficios porque te sientes más realizado y con la autoestima por las nubes. Después de hacer ejercicio y ducharte, podrás empezar tu día fresco como una rosa.

Beber agua

Mantenerse hidratado es fundamental para llevar un estilo de vida saludable y además, cuando estamos deshidratados, nos sentimos más cansados. Por ello te recomendamos que desde primera hora de la mañana bebas agua. Independientemente de lo que desayunes, compagínalo con tragos o vasos de agua que además de ayudar a despertarte te hidratarán y refrescarán.

Desayuna de forma saludable

Nada de un café o un trago de agua y salir corriendo. Tómate tu tiempo al desayunar para conseguir las energías necesarias y poder empezar el día al 100 %.

El contenido de tu desayuno dependerá de tus preferencias, aunque te recomendamos que apuestes por una combinación de ingredientes saludables. Puedes ingerir además de un café o un té, alimentos como frutas, una tostada con tomate y jamón o con miel y un poco de mantequilla. Si eres muy de salado, incluso una pequeña tortilla francesa es ideal para empezar el día a tope de energía.

Ponte música

Si estás medio adormilado pero empieza a sonar tu canción favorita, quizá te motive para ponerte a bailar y empezar el día de buen humor y con muchas ganas.

Organiza el día con objetivos

Si tienes 8 tareas que hacer en una jornada de trabajo, organízatelas de forma que puedas plantearte franjas horarias y objetivos. De esta forma podrás ir viendo como avanzas en el trabajo e ir animándote por ver que casi has completado el día.

Mantente activo

Intenta moverte todo lo que puedas. Si tienes un trabajo en el que te pasas el día sentado en una silla de oficina, procura no acomodarte. Empieza el trabajo con intensidad, poniendo todo el esfuerzo que puedas para activarte y desarrollar todas las tareas. Si ves que en algún momento te sientes muy cansado, para cinco minutos, despéjate y después continua con tus tareas.

Sal a la calle

Este punto depende más del tiempo que haga. Pero si hace sol, incluso un poquito de viento, te ayudará a despertarte de una forma agradable. Si por ejemplo trabajas desde casa y te levantas muy cansado, te recomendamos que levantes tu persiana y veas que en el exterior hace un día buenísimo y un sol radiante. Aunque no lo creas, te ayudará a sentirte más despierto.

Come ligero

Si una comida copiosa de por sí empacha, cuando hemos dormido poco aún más. Por eso en los días en los que te falten horas de sueño procura comer ligero para no quedarte amodorrado después. No quiere decir que tengamos que comer poco, si no que comamos ligero. Es decir, que no optemos por un cocido o una fabada, si no más bien por pescado con ensalada, o arroz con verduras o carne con acompañamiento por mencionar algunos ejemplos.

Siesta corta

En este punto debe quedar claro que nos referimos a una siesta corta para recuperar, nada de dormirse ni una ni tres horas. Nos referimos a un pequeño descanso de entre 20 minutos y media hora para volver a recargarse con la energía necesaria para continuar con tu jornada.