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Las embarazadas que hacen ejercicio fortalecen el corazón de su bebé

Las embarazadas que hacen ejercicio fortalecen el corazón de su bebé
NOTICIA de Javi Navarro
30.12.2019 - 14:51h    Actualizado 15.03.2023 - 11:17h

Las madres que practican ejercicio durante el embarazo hacen más fuerte el corazón de su bebé. Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Kansas City University of Medicine and Biosciences y realizado en 61 mujeres embarazadas sanas de entre 20 y 35 años, de las que 26 practicaban algún ejercicio físico de manera regular, es decir, alguna actividad aeróbica durante más de 30 minutos y con una frecuencia de tres veces por semana. El resto de mujeres, por su parte, llevaban un estilo de vida activo pero sin realizar ningún tipo de ejercicio, lo que significa que no llevaban a cabo ninguna actividad física de manera constante durante los nueve meses de gestación.


Con motivo este domingo del Día de la Madre, la Fundación Española del Corazón (FEC) señala que hacer ejercicios para embarazadas de manera regular durante el periodo de gestación favorece el desarrollo de un corazón más fuerte y más sano en sus bebés.

A todas las mujeres se les realizó un magnetocardiograma a las 28, 32 y 36 semanas de embarazo con el objetivo de medir el ritmo cardiaco del bebé. Tras evaluar los resultados, y especialmente los correspondientes a la semana 36 de gestación, se observó que el ritmo cardiaco de los bebés cuyas madres habían realizado ejercicio era más bajo que el de los bebés cuyas madres no practicaban actividades aeróbicas constantes.

Salud del feto

El trabajo muestra que el ejercicio físico que practica la madre afecta directamente en la salud cardiovascular del feto. “La taquicardia del bebé durante el parto es signo de sufrimiento fetal, por lo que si el ritmo cardiaco del bebé se mantiene bajo, dentro de los parámetros establecidos, el riesgo de sufrir taquicardias durante el parto es menor, lo que beneficia al recién nacido y evita complicaciones. Por esta razón, un ritmo cardiaco fetal bajo es señal de un corazón más sano”, destaca el doctor José Luis Palma, vicepresidente de la FEC.

En el estudio también se observa que la variabilidad del ritmo cardiaco del feto aumenta en el primer grupo y que el beneficio que reporta el ejercicio materno en el bebé no es circunstancial, sino que se mantiene a lo largo de todo el embarazo y también durante, al menos, el primer mes desde su nacimiento. Otro aspecto observado en el estudio es que el beneficio generado en el corazón del bebé es más evidente entre aquellos cuyas madres habían llevado a cabo más actividad física durante el embarazo.

“Aunque todavía se desconoce la causa exacta por la que el feto adquiere los beneficios del ejercicio materno, se cree que las hormonas segregadas tras la práctica de deporte, las conocidas endorfinas, traspasan la placenta durante la actividad física favoreciendo el desarrollo del corazón del feto y haciendo, en definitiva, que el niño esté más cardioprotegido desde el momento de nacer”, destaca Palma. “La mayoría de hormonas atraviesan la barrera placentaria (la barrera que existe entre los elementos del sistema cardiaco de la madre y del feto) del mismo modo que lo hacen también las hormonas encargadas de regular el gasto cardiaco, la presión arterial y la frecuencia cardiaca. De este modo, se explica que según la actividad materna un feto tenga un nivel más alto de estas hormonas y esté, por tanto, mejor preparado para afrontar situaciones comprometidas”, puntualiza el doctor.

Qué ejercicios hacer

A pesar de que el deporte y la práctica de actividad física son necesarios en cualquier momento de nuestra vida, la FEC recomienda a la futura madre consultar siempre con el obstetra qué ejercicios hacer y en qué intensidad puede realizarlos, puesto que en el caso de aquellas mujeres que hayan sido sedentarias antes del embarazo, el aumento de actividad física durante el mismo puede ser perjudicial. Asimismo, dependiendo del estado de salud de la madre y del mes del embarazo en el que se encuentre, la actividad será más o menos recomendable.

En el caso de que el médico permita la práctica de ejercicio, las actividades más recomendadas para las mujeres embarazadas son las aeróbicas como caminar a paso ligero, practicar yoga durante el embarazo o pilates para embarazadas.

Las mujeres gestantes tienen un estado de circulación hiperdinámica, lo que significa que tienen que bombear más sangre de lo habitual y, por tanto, su frecuencia cardiaca se eleva. “La práctica de ejercicio aeróbico y de flexibilidad no solo disminuye esta frecuencia cardiaca, sino que también ayuda a reforzar el suelo pélvico y la pared abdominal, lo que prepara a la madre gestante a afrontar el momento del parto de manera más segura”, concluye el doctor Palma.

Las embarazadas son vagas, 7 de cada 10 no hacen nada del ejercicio recomendado

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El 68 por ciento de las mujeres embarazadas no realizan el ejercicio físico recomendado durante la gestación. Así lo revela un estudio realizado por investigadores del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada, en colaboración con el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada. En la investigación participaron 1.175 mujeres embarazadas sanas. Estos resultados sugieren, según los científicos de la Universidad de Granada responsables del estudio, “la necesidad de intervenir y fomentar unos estilos de vida saludables en el embarazo, en beneficio tanto de la mujer como de su futuro hijo”.

Éstas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado por investigadores del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada, en colaboración con el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, en el que se analizó el nivel de actividad física en tiempo libre en 1.175 mujeres embarazadas sanas y las modificaciones producidas durante la primera mitad de la gestación, así como los factores asociados.

Para realizar este trabajo, sus autores recopilaron información sobre la actividad física que las mujeres realizaban un año antes y durante la primera mitad del embarazo. Estos datos fueron obtenidos durante una visita programada de estas mujeres al Hospital Universitario Virgen de las Nieves durante las semanas 20-22 de gestación.

Ninguna actividad física

Los principales resultados obtenidos reflejaron que el nivel de actividad física de las mujeres era realmente bajo: el 68 % no cumplía las recomendaciones de actividad física moderada estipuladas (al menos 30 minutos durante 5 días a la semana) ni antes ni durante el embarazo, y un 20 % de las mujeres no participaba en ninguna actividad física en su tiempo libre.

Los investigadores observaron que el nivel de estudios, la presencia de otros hábitos saludables o la adquisición de los mismos durante el embarazo (por ejemplo, dejar de fumar) “favorecen una modificación en sentido positivo del nivel de actividad física en el tiempo libre”.



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