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Los hombres suelen sacrificar la familia por un ascenso o más sueldo

Los hombres suelen sacrificar la familia por un ascenso o más sueldo
NOTICIA de Javi Navarro
15.05.2009 - 10:37h    Actualizado 13.01.2023 - 09:47h

Una de las diferencias más significativas entre hombres y mujeres radica en que el 85 % de los varones estaría dispuesto a trabajar lejos de su familia frente a sólo el 15 % de las mujeres. Esta conclusión se desprende de un estudio realizado por la consultora de recursos humanos Ábaco Siglo XXI con 1.000 profesionales de entre 25 y 50 años, en el que el 53 % de los encuestados señaló estar dispuesto a aceptar un puesto de trabajo lejos de su familia si ello conllevase un ascenso profesional o una subida salarial considerable.

Los hombres suelen sacrificar la familia por un ascenso o más sueldoMás de la mitad de los encuestados reconoce que cambiaría su lugar de residencia por un ascenso (53,4 %) o por mejores condiciones económicas (50,6 %). Sin embargo, solo un 4 % lo haría para conocer otros idiomas u otras ciudades.

Si se trata de no mudarse, las razones con más peso esgrimidas por estos profesionales son, sobre todo, una mejora salarial insuficiente, seguida de la diferencia con el lugar de residencia del cónyuge y evitar el desplazamiento familiar.

En cuanto a las ciudades elegidas para trabajar, ganan las grandes capitales como Barcelona o Madrid ya que, en opinión de los encuestados, las oportunidades laborales se concentran en estos núcleos. Por el contrario, sólo el 16 % estaría dispuesto a marcharse al extranjero para cambiar de trabajo.

“Muchos profesionales se escudan en las cargas familiares cuando eligen no aceptar un empleo en un nuevo destino, pero la verdad es que en España, es difícil encontrar jóvenes dispuestos a mudarse, sobre todo si viven en grandes ciudades”, comenta Marta Merino, directora general de Ábaco Siglo XXI. “En ocasiones, las condiciones que se piden, normalmente económicas, son desorbitadas para ciudades más pequeñas, por lo que las empresas optan por contratar a personal local”, prosigue Merino.

Los hombres cambian de empleo para optar a un puesto de mayor responsabilidad, mientras las mujeres buscan mejores condiciones laborales

La preocupación por perder el empleo sigue estando latente en el mercado laboral, pero todo apunta a que mes a mes va aumentando la confianza de los trabajadores según el estudio Randstad Workmonitor, un barómetro sobre la evolución de la confianza ante el empleo y la movilidad laboral de los españoles en comparación con otros 25 países participantes. El estudio de Randstad referente al tercer trimestre del año indaga sobre la confianza en el empleo, la satisfacción con la empresa, la movilidad laboral o los motivos para cambiar de trabajo sobre una base de encuestas online de más de 35.000 participantes en todo el mundo.

La primera conclusión es que ha aumentado levemente la confianza de poder conseguir un empleo. Pasa de un 47,2 % a un 53,1 % el número de trabajadores que se ven capaces de conseguir un empleo similar al que tienen en la actualidad. Y este porcentaje es aún mayor si se trata de conseguir un empleo, aunque no sea en las mismas condiciones económicas o laborales que el actual. En concreto, del 52,4 % en el segundo trimestre asciende al 63,9 % en el tercer trimestre el porcentaje de trabajadores que se ve capaz de conseguir un trabajo si perdieran el que poseen.

Estos porcentajes son más optimistas en el caso de los varones que de las mujeres: hasta un 64,9 % de hombres considera que podría optar a un puesto de trabajo diferente. Y es que parece que los varones están recuperando terreno en el mercado laboral. La confianza también ha crecido en el grupo de personas mayores de 45 años, en especial cuando valoran la posibilidad de encontrar un empleo similar al que ya tienen. Con este dato, destaca que los grados de confianza ante el empleo van recuperándose y se van disipando las diferencias entre grupos de edades.

Junto al estudio de la confianza ante un nuevo empleo, “Randstad Workmonitor” estudia el miedo a perder el trabajo, que durante el tercer trimestre del año comienza a reducirse, aunque todavía a un ritmo muy lento: de un 37,9 % pasa a un 35,1 %. Este miedo es mayor entre las personas con estudios básicos (36 %) o medios (37,1 %) y con remuneraciones menores a 18.000 euros brutos al año, donde los porcentajes superan el 41 %.

Búsqueda activa de empleo
Otra forma de medir la confianza y la movilidad laboral de los trabajadores es conocer su intención de cambio de empleo. En España la búsqueda de empleo es mayoritariamente pasiva, es decir, los trabajadores no están buscando de forma activa un empleo pero no desestiman un cambio si aparece la oportunidad. Tan sólo un 10,6 % de los encuestados reconoce abiertamente estar buscando proactivamente un nuevo empleo, pero sí estaría dispuesto a cambiar de empresa un 78 % de trabajadores.

En España, buscan empleo proactivamente más los varones que las mujeres (10,7 % frente a 10,5 %), puesto que los varones están sufriendo algo menos el desempleo que las mujeres. También buscan más proactivamente las personas de entre 25 y 34 años (12,3 %), en su segunda etapa profesional y por tanto con la capacidad de aportar cierta experiencia laboral. Y por último, destaca en la búsqueda activa el colectivo de trabajadores con estudios bajos (14,1 %), puesto que se ven abocados a puestos con una remuneración menor o con condiciones económicas menos atractivas y es habitual el deseo de mejora.

Por qué cambiamos de empleo
La creencia popular de que el español busca un trabajo “para toda la vida” ya no tan es cierta. No todos los sectores sufren el mismo nivel de movilidad ni todas las personas se mantienen en el mismo puesto durante el mismo periodo. La mayoría de españoles pasa entre 3 y 5 años en su puesto de trabajo (un 24,6 % de consultados así lo afirman) y hasta un 21,7 % reconoce que lleva trabajando en su empresa menos de dos años. El resto de porcentaje se distribuye de la siguiente manera: un 18,3 % lleva entre 6 y 10 años; un 18,6 % lleva de 11 a 20 años; y un 16,9 % lleva más de 20 años en el mismo trabajo.

El sector servicios es el que cuenta con mayor movilidad, puesto que hasta un 36,3 % de sus trabajadores lleva menos de dos años en el puesto actual. Por el contrario, los más longevos en su puesto son los empleados públicos, que hasta en un 32,2 % llevan más de 20 años trabajando en la misma posición.

En España, las dos principales razones para decidir cambiar de trabajo, ambas con un 29,2 %, son: por un lado, la posibilidad de encontrar un empleo mejor y, por otro lado, las circunstancias organizativas por motivo de la crisis (reestructuraciones de plantilla, fusiones, etc.). El tercer factor mayoritario para cambiar de empleo son las ganas de buscar algo diferente, que llega hasta el 22,5 %; la ambición por un puesto de mayor responsabilidad, en un 15,7 %; desavenencias con la actual empresa o empleador, un 13,5 %; circunstancias personales, con un 12,4 %; o insatisfacción del empleado con mi trabajo, en un 2,2 %.

Sin embargo, las razones que llevan a unos y otros a un cambio de empleo muestras claras diferencias. Mientras hasta un 18,2 % de varones busca una posición de liderazgo, el deseo de una mayor responsabilidad en su trabajo sólo atrae a un 6,3 % de mujeres. Ellas son todavía las que llevan el mayor peso y responsabilidad en la unidad familiar, por eso cuando cambian de empleo lo hacen pensando mayoritariamente en mejores condiciones laborales (31,3 %). La misma desigualdad que se da en el mercado laboral se observa también en las razones para buscar un empleo, tal y como demuestran estos datos.

Dentro de los factores que se incluyen para cambiar de empleo pueden estar factores de motivación personal, como la aspiración a una promoción o la necesidad de hacer algo totalmente diferente.

En el tercer trimestre del año, tan sólo un 15,8 % de encuestados españoles reconocía estar pensando firmemente en una promoción y sólo un 11,4 % menciona la necesidad de algo diferente.

En la mayoría de los casos, los encuestados se mueven en términos intermedios en motivación personal, ni están plenamente cansados del trabajo que realizan ni buscan sobremanera una promoción o un ascenso. Pero son los jóvenes menores de 25 años los que más se van a los extremos, tanto en la necesidad de hacer algo diferente (un 17,4 % de encuestados), como en la idea de ascender profesionalmente (un 23,9 % del total).

Satisfacción en el empleo
Todos los factores mencionados hasta el momento influyen en el grado de satisfacción del empleado respecto a su empleador y, como consecuencia, en su motivación. El hecho de que en el mercado laboral escaseen las oportunidades laborales, parece que aumenta la valoración del puesto de trabajo. De hecho, tal y como se recogía en los resultados relativos al segundo trimestre del año, la tónica general es que los trabajadores se declaran satisfechos con su empleo. Un 47,9 % reconoce que está satisfecho en su puesto y hasta un 20,4 % afirma estar muy satisfecho, en total, un 68,3 % de españoles afirma estar a gusto en su puesto de trabajo.

En general, las mujeres son más extremistas en sus afirmaciones, tanto en satisfacción como en insatisfacción y parecen estar algo más desmotivadas que sus compañeros varones. Sin embargo, el nivel de satisfacción se reduce de forma general con la edad, pero aumenta considerablemente a mayor nivel retributivo.