Scammers, estafadoras del amor

Scammers: estafadoras del amor
NOTICIA de Javi Navarro
09.12.2008 - 19:01h    Actualizado 13.01.2023 - 09:47h

La palabra “scammer” significa “estafador” o “estafadora”. Por tanto, cuando hablamos de scammer rusa su sentido cobra significado. ¿Pero estafadoras de qué? Lo aclaramos: ¡estafadoras del amor!  Las scammers se aprovechan de un mal endémico en la sociedad: la soledad. En los últimos años, se ha ido incrementado el número de personas que se inscriben a portales que ayudan en la búsqueda de pareja, como Meetic.


Y ahí es donde entran las scammers. Conscientes de este desarrollo y del interés por la belleza de las mujeres de nacionalidad rusas, las scammers se aprovechan de la ingenuidad de solteros, separados y divorciados en edades maduras.

Su patrón de entrada es muy básico. Buscan hombres de edad avanzada en portales como Meetic. La scammer, a su vez, coloca un anuncio donde sólo se ve una o varias fotografías, sin ningún tipo de texto. Como los gestores de estos portales conocen de la existencia de estas scammers, sí mencionan la nacionalidad rusa, pero señalan como vivienda habitual algún lugar de España para no despertar sospechas.

Cuando establecen contacto con algún usuario de estos portales, la scammer comienza con el envío de largas cartas mal traducidas al español con herramientas como Google Translator. Nunca responden a ninguna de las preguntas de los usuarios de forma directa. Posteriormente, la scammer comienza a enviar fotografías cada vez más sugerentes y eróticas.

Cuando llega el momento en que la scammer afirma querer encontrarse con su víctima, solicita dinero para sufragar los gastos del viaje y los visados que necesita para entrar el país de la víctima, o la víctima para entrar en el de la scammer. El dinero se solicita y envía a través de métodos como los de Wester Union, pero nunca a una cuenta bancaria.

Si la víctima cae en la red llegará un día en que esperará infructuosamente en algún aeropuerto la llegada de su novia virtual. Pero ésta nunca se presentará.

Esta historia clásica en Internet se sigue dando hoy en día. Es por ello que la empresa Seguridad Cero ha puesto en su red social, seguridadinformatica.es, algunos artículos donde se profundiza más en el tema, y un foro donde las víctimas envían sus fotos y comentarios con el fin de que otros no caigan en las mismas redes, reconociendo en las fotos a esas mismas scammers que están contactando con ellos.

Cuando ligar por Internet se convierte en un timo

Un buen día, llega un email fuera de lo normal. En este correo electrónico, una persona -generalmente, una chica- dice al usuario -un varón- que ha visto su perfil en una red social y que le ha resultado muy atractivo y quiere conocerle mejor. Si el usuario contesta, le comenzará a preguntar por sus gustos y le contará que ella está en Rusia o en algún país del Este y que está pensando marcharse del país. Cuando haya intimado un poco más con el usuario le propondrá la posibilidad de irse a vivir al país del que ese usuario sea. Mientras, todos estos emails habrán estado acompañados de diversas fotos de la chica en cuestión…

Llegado a este punto, y cuando parece que la chica está a punto de abandonar su país para reunirse con el usuario, ocurre un imprevisto de última hora (problemas con el visado, sobornos que hay que pagar, etc). Para solucionarlos, la chica pide al usuario una pequeña cantidad de dinero, nunca más de 500 dólares. Ahí comienza el timo, puesto que tal chica no existe, sino que es una invención para obtener ese dinero de los usuarios.

PandaLabs, el laboratorio de detección y análisis de malware de Panda Security, ha detectado un gran número de emails que parecen provenir de un usuario interesado en conocer a quien los recibe pero que, en realidad, son intentos de timo. El incremento en el uso de las redes sociales ha permitido a los ciberdelincuentes hacerse con direcciones y datos para dar más credibilidad a sus intentos de timo.

Si alguno de ellos paga, es probable que la historia se alargue y surjan nuevos problemas que hagan necesario que los usuarios envíen aún más dinero. Por supuesto, la chica o ‘scammer’ (estafadora) nunca llegará a abandonar su país de origen, puesto que no es real.

“Si hace unos años este tipo de técnicas podían ser más sospechosas, en la actualidad los usuarios pueden caer más fácilmente en la trampa al utilizar como excusa las redes sociales. Puesto que muchos perfiles son públicos y van acompañados de una dirección de correo igualmente visible por cualquiera, es perfectamente posible que una persona haya visto nuestras fotos y le hayamos gustado”, explica Luis Corrons, director técnico de PandaLabs.



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