Uno de cada 10 españoles tiene deudas impagadas de más de 11.000 euros

El 9 % de los españoles tiene dos deudas impagadas por un valor medio de 11.088 euros, según el estudio de Experian sobre “El comportamiento de impago de los españoles”, que refleja que el 39 % de todos los morosos mantiene una deuda con entidades financieras, mientras que el 20 % se pueden considerar “morosos profesionales”. Formación, inmigración, desempleo y juventud son algunos de los factores que inciden en el aumento de la deuda.

El estudio, elaborado estadísticamente a partir de la morosidad que declaran las compañías en el Bureau de Crédito de Experian, ofrece un mapa completo de la morosidad (deudas impagadas y reclamadas) en nuestro país, así como las claves que inciden en mayor medida en el riesgo que presentan para las compañías los distintos perfiles como potenciales clientes o consumidores. Experian producirá “El comportamiento de impago de los españoles” una vez al año con la finalidad de ayudar a sus clientes a través del suministro de información crediticia, crítica para que las compañías mejoren sus resultados financieros.

Tipos de deudas
Por tipo de deuda, el 8,7 % de los españoles está clasificado como moroso con una media de dos deudas contraídas que suman un importe medio de 11.088 euros. Los datos corresponden a ciudadanos mayores de edad (los únicos que legalmente pueden contraer una deuda). Dentro de este tipo de morosos, el 59 % de ellos solo tiene contraída una deuda. Un 40 % de los deudores debe menos de 500 euros y tan solo el 16 % pasa de los 10.000. El 58 % de los deudores ha desatendido pagos de compromisos financieros: un 39 % con cajas y bancos y el 19 % restante con otras entidades como cooperativas de crédito, emisores de medios de pago (tarjetas), otras entidades de crédito o SGR (Sociedad de Garantía Reciproca).

Impagos de facturas a seguros, energía y telecomunicaciones
Además de las del sector financiero, las deudas que más se impagan son las de telecomunicaciones, seguros, renting y energía, que acumulan un 66 % de las mismas. Dentro de este grupo, los sectores de seguros, renting y energía tienen un volumen de reclamaciones residual sobre el conjunto. Por último, entre los morosos que tienen reclamados más de 10.000 euros, la categoría más numerosa es la que tiene compromisos con bancos y cajas, destacando un 5 % de ciudadanos que adeuda una media de 45.235 euros proveniente de cuatro compromisos distintos y otro 3,5 % que supera las cinco deudas de distinta procedencia, con un importe medio de 34.179 euros.

Por perfil del deudor, el mayoritario, que afecta a un 49 %, es el del moroso con una pequeña deuda, menor de 500 euros, contraída mayoritariamente con un operador telefónico y que no aumenta. En este perfil hay mayor número de extranjeros que en el resto.

Morosos ‘profesionales’
Un 20 % de los morosos se pueden considerar como “morosos profesionales”, aquellos son los que han contraído más de dos deudas de distinta procedencia, algunas antiguas (el 71 % de ellas tiene más de dos años) e inmersas en procesos judiciales, que van en aumento y su importe es superior a la media, puesto que el 37 % debe más de 10.000 euros y el importe medio supera los 5.000. Dentro del perfil del deudor de hipoteca, el informe desvela que son deudas elevadas (el 62 % más de 5.000 euros y el 48 % más de 10.000), compartidas, en diversos estados judiciales (72 %) y con avalistas en un 35 % de los casos.

Por lo que respecta a los hogares con mayor morosidad, el estudio establece varios índices analizando el comportamiento de los hogares con impagos. Algunas variables como la menor formación, la existencia de más inmigración, el desempleo y la menor edad de sus miembros inciden de forma significativa en el aumento de la deuda que soportan las familias. También destaca entre los morosos un mayor índice de hogares unipersonales.

En cuanto a la distribución regional, el análisis de la mora por comunidades autónomas, muestra un mapa en el que la mayor parte de la deuda impagada se concentra en el noroeste, centro y levante. En general, las zonas rurales y las grandes ciudades presentan un menor índice de deudores.

Por importe de la deuda, las comunidades que destacan con mayor porcentaje de deuda son: Almería, donde un 14,2 % de los deudores aumenta el importe de los impagos a 13.546 euros y Murcia, en la que el importe medio del 13,1 % de los deudores asciende a 11.909 euros.

Según el porcentaje de morosos, Canarias, Huelva, Almería, Murcia, Alicante y Baleares son las provincias con mayor porcentaje de personas con deudas impagadas. Huelva concentra el 12,3 % de los morosos con un importe medio de deuda impagada de 7.104 euros. En Canarias, la segunda comunidad con mayor número de morosos, los principales datos se desglosan en Santa Cruz de Tenerife, con el 12,7 % e importe medio de 7.456 euros y Las Palmas, 14,4 % de morosos y 7.473 euros. Alicante tiene un porcentaje de morosos del 12,4 % con un importe medio de deuda impagada de 9.753 euros. Finalmente, en Baleares, el número de deudores se eleva al 12,7 %, mientras que la mora media se sitúa en 7.964 euros.

El estudio “El comportamiento de impago de los españoles” está realizado sobre la deuda reclamada por las compañías (con reclamación previa, según marca la legislación). Aunque ofrece una idea muy ajustada de la situación de los impagos en nuestro país, todavía existen muchas compañías en España que ofrecen servicios y créditos a sus clientes sin tener en cuenta su situación de solvencia y que están soportando una elevada cantidad de impagos sin iniciar las vías pertinentes para su reclamación.

Pablo Ruiz Díez del Corral, director Comercial y Marketing de Experian España, explica que “un entorno tan duro y recesivo como el actual ha hecho que cada vez más empresas consideren la gestión del riesgo como una prioridad. De forma tradicional, el sector financiero ha sido el más activo en esto, pero desde hace tiempo ya los sectores de Telecomunicaciones y Energía integran información de este tipo en sus procesos de toma de decisiones. Es importante tener en cuenta que las empresas han ajustado mucho sus márgenes para ser más competitivas, cada contrato supone un gran riesgo si no se conoce bien al cliente. Estoy convencido de que llegaremos en España a considerar la gestión del riesgo como uno de los elementos básicos en la planificación de cualquier empresa y que los propios ciudadanos, como ocurre en otros países, exhibiremos nuestra trayectoria personal para ser acreedores de crédito con mejores condiciones”.

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