Cómo subir el pH de la piscina de forma segura y efectiva
Mantener el nivel adecuado de pH en una piscina es fundamental para garantizar la calidad del agua y proteger la salud de los bañistas cuando nos metemos dentro. Un pH desequilibrado no solo puede dañar el sistema de filtración y otros elementos de la instalación, sino que también puede causar irritaciones en la piel y los ojos. Por eso, es clave entender qué significa el pH del agua, cómo identificar si está bajo y cómo corregirlo de forma eficaz.
¿Qué es el pH del agua y por qué es tan importante en una piscina?
El pH (potencial de hidrógeno) es una escala que mide el grado de acidez o alcalinidad del agua, y se representa con valores que van del 0 al 14. Un valor de pH 7 se considera neutro, mientras que valores por debajo indican acidez y, por encima, alcalinidad. Esto depende del tipo de agua que salga por tu grifo, por lo que de inicio no puedes más que consultar con qué tipo de agua te va a tocar llenar la piscina y estar atento a sus variaciones.
Pero es importante tener en cuenta que en el caso del agua de piscinas, un nivel de pH equilibrado favorece la eficacia del cloro, previene la proliferación de algas y bacterias, y evita daños en la instalación y en los usuarios. Un pH desequilibrado puede, por ejemplo, reducir la efectividad del desinfectante o corroer los elementos metálicos del sistema de filtración.
¿Cuáles son los niveles de pH recomendados para piscinas?
Para disfrutar de un agua limpia, cristalina y saludable, los expertos recomiendan mantener el pH de la piscina en el siguiente rango:
- Entre 7,2 y 7,6: es el rango óptimo para garantizar la calidad del agua y la seguridad de los bañistas.
- Un pH ligeramente inferior (7,0-7,1) puede tolerarse en algunos casos, pero se considera ya un valor de advertencia.
- Valores por debajo de 7 indican acidez excesiva, y es necesario tomar medidas correctoras de inmediato.
Mantener este equilibrio evita irritaciones cutáneas, protege el sistema de depuración y mejora la acción de los productos desinfectantes.
¿Qué consecuencias tiene un pH bajo en la piscina?
Un pH inferior al recomendado puede tener consecuencias negativas tanto para los usuarios como para la propia piscina:
- Irritación en ojos, piel y mucosas.
- Desgaste prematuro de las superficies: revestimientos, juntas, escaleras o accesorios metálicos.
- Mal olor y sensación pringosa en paredes y fondo, causados por el desequilibrio químico.
- Proliferación de microorganismos al reducirse la efectividad del cloro.
Además, una acidez elevada del agua puede atraer partículas contaminantes externas y generar una sensación de agua turbia o sucia.
¿Qué provoca la bajada del pH en una piscina?
Las causas más frecuentes por las que baja el pH del agua de la piscina son:
- Altas temperaturas: la evaporación del agua por el calor puede desequilibrar la química del agua al reducir la concentración de cloro disponible.
- Uso intensivo por parte de los bañistas: el sudor, restos de cremas solares, cosméticos o células muertas afectan directamente a los niveles del pH.
- Exceso de productos químicos incorrectos: un tratamiento de choque mal calculado o un uso excesivo de productos puede alterar el pH.
- Lluvias o tormentas: el agua de lluvia suele tener un pH bajo, lo que puede alterar el equilibrio al mezclarse con la de la piscina.
¿Cómo saber si el pH está bajo?
Para determinar si el pH de tu piscina está fuera del rango adecuado, lo más fiable es utilizar un kit medidor de pH. Existen varios formatos:
- Tiras reactivas de papel.
- Test líquidos con reactivos visuales.
- Medidores digitales más precisos y reutilizables.
Una vez identificado que el pH está por debajo de 7,2, es el momento de aplicar un producto específico para elevarlo.
¿Cómo subir el pH del agua de la piscina?
La forma más efectiva de aumentar el pH de la piscina es mediante el uso de un aumentador de pH, también conocido como elevador de pH. Este producto está disponible en diferentes formatos:
- En polvo.
- Granulado.
- Líquido.
Pasos para subir el pH de la piscina correctamente
Mide el pH con un kit o medidor digital.
Consulta las instrucciones del fabricante del producto elevador para saber la cantidad exacta según el volumen de tu piscina.
Diluye o esparce el producto según la forma recomendada.
Activa la depuradora durante varias horas para que el producto se distribuya uniformemente.
Revisa el pH a las 6-12 horas para comprobar si ya está en valores correctos. Si no, puedes repetir el proceso.
Consejos extra para mantener equilibrado el pH
- Mide el pH al menos dos veces por semana en verano o cuando haya muchos bañistas.
- Vigila tras las lluvias intensas o si añades mucha agua nueva.
- Realiza una limpieza regular del fondo y paredes para evitar acumulación de residuos que alteren la química del agua.
