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El champú de caballo con biotina, otro producto milagro cuyas propiedades son falsas

El champú de caballo con biotina, otro producto milagro cuyas propiedades son falsas
NOTICIA de Javi Navarro
22.09.2018 - 09:34h    Actualizado 02.01.2023 - 12:41h

¿Cuál es el champú de caballo para personas? El champú de caballo con biotina es la última moda para cuidar nuestros cabellos. Nos lo venden como la mejor manera de fortalecer el pelo y evitar su caída, pero en el fondo no es más que otro champú cualquiera. Limpiará y acondicionará tu pelo, pero sus mágicas propiedades son mentira y no merece la pena pagar más que por cualquier otro champú, aseguran desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Tan solo se trata de otro producto milagro más.

Champú de caballo con biotina

El último grito en el cuidado de tu pelo es el champú para caballos. De él se cuentan todo tipo de maravillas que se resumen en una sola: si usas este champú tu cabello será fuerte, hermoso y abundante como el de un purasangre. ¿Verdad científica o palabrería?

¿Qué es el champú de caballo?

Hace mucho que existen en el mercado productos específicos para cuidar la higiene de los caballos, animales que a menudo protagonizan exhibiciones y desfiles. Pero en los últimos meses el boca a boca se ha combinado con las campañas de algunos fabricantes y los elogios de los famosos para presentar el champú equino como la mejor solución para los humanos.

El champú de caballo, otro producto milagro que no evita la caída del pelo ni lo fortalece.El resultado es un rumor recurrente: el champú para caballos fortalece el pelo y evita su caída. ¿Por qué? Porque lleva biotina, una vitamina para que para muchas personas es una desconocida y que en este caso sirve como “coartada científica” para vender un nuevo producto.

Los fabricantes han reaccionado rápido, sacando a la venta diversos tipos de champú con biotina que prometen hacer el mismo efecto que el champú de los purasangres.

¿Qué es la biotina?

La biotina, también llamada vitamina B8 o vitamina H, interviene en nuestros procesos vitales y se encuentra en pequeñas cantidades en muchos alimentos (chocolate, coliflor, huevos, leche, levadura de cerveza, nueces…).

Pese a que no hay suficientes evidencias científicas de que funcione, la biotina se ha usado como suplemento vitamínico en casos de caída del cabello o uñas quebradizas. Tampoco hay pruebas de que tenga ninguna propiedad cosmética o farmacológica aplicándola directamente sobre el pelo.

¿Para qué sirve un champú?

Un champú sirve para limpiar el cabello y el cuero cabelludo. Normalmente, lleva detergente que al mezclarse con el agua elimina tanto la suciedad como el exceso de grasa.

Algunos llevan sustancias acondicionadoras que ayudan a dar suavidad al cabello y a compensar los posibles daños del jabón sobre la cutícula o superficie externa del cabello. Otros están especialmente pensados para combatir la caspa.

Los vendedores de crecepelos existen desde hace siglos, pero sus palabras siempre han sido en vano: los cosméticos no sirven para combatir la calvicie y solo determinados medicamentos han demostrado su eficacia para frenar la caída del pelo. Y una vez que el cabello ha caído, la única solución es el trasplante, una intervención quirúrgica que puede funcionar, pero que tiene sus riesgos.

Tomar vitaminas únicamente tiene sentido cuando se sufre una alopecia por déficit de alguna vitamina, pero para que el organismo sea capaz de absorberlas hay que tomarlas en la dieta o como suplemento.

El champú de caballos, verdades y mentiras sobre su uso en personas

Hasta el momento, no existe ningún estudio que avale o desmienta las propiedades del champú de caballo. Sin embargo, el pasado 2 de febrero, la ilusión popular por el milagroso jabón se dio de bruces con la ciencia, cuando la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) emitió un comunicado en el que manifestaba una postura escéptica sobre sus propiedades: “Los champús son unos cosméticos que sirven para lavar el cabello. En algunas ocasiones pueden ser beneficiosos en el tratamiento de patologías de cuero cabelludo, pero en modo alguno tiene eficacia sobre la caída del cabello ni sobre su prevención”.

Mientras tanto, los consumidores alaban sus prodigiosas propiedades aunque los dermatólogos minimicen sus efectos.

Se conoce popularmente como champú de caballo, aunque la loción que se ha comercializado para uso humano está compuesta, entre otras sustancias, por biotina, una vitamina del grupo B que interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas, aminoácidos y purinas.

¿Cuál es el champú cola de caballo? De un uso exclusivamente veterinario, para conseguir un aspecto suave y sedoso de la crin y la cola del caballo, ha pasado, tras un boca a boca voraz y su comercialización en varias grandes superficies, a ser recomendado por los gurús de la moda y la estética por sus supuestos efectos en el cabello: mayor brillo, más fuerza, protección contra la caída, etc.

Sin embargo, las virtudes de este champú han sido ensalzadas de forma recurrente por miles de consumidores en foros y blogs. Hasta se le ha atribuido la capacidad de acelerar el ritmo de crecimiento del cabello.

Es ahí donde se ha desatado la polémica. “La biotina no se absorbe a través del cuero cabelludo, por tanto, no sirve añadir esta sustancia a ningún champú, puesto que este no tendrá ninguna propiedad”, afirma Ramón Grimalt, dermatólogo y coordinador del Grupo Español de Tricología de la AEDV.

“Hacer creer a la gente que el champú de caballo les va a mejorar la salud del pelo es falso”.

La culpa la tiene la biotina, pero ¿de verdad se ha anunciado este champú de caballo como un milagro contra la caída del cabello? Guillermo Picabea, portavoz de los laboratorios Bilper y veterinario de su gama de cosmética animal Menforsan, que comercializa uno de los champús de caballo más vendidos, no entiende la controversia: “Siempre hemos dejado claro que se trata de un efecto capilar, de la raíz a la punta. En ningún caso se ha afirmado algún efecto sobre la caída”.

La historia del éxito

“Tras años de comercializar el champú para caballos, registrado para consumo zoosanitario, y dado el interés de algunas grandes compañías, se adaptó la fórmula al consumo humano. Sabemos que su venta es buena, los comerciantes están contentos”, aclara Picabea. “Queremos dejar claro que en ningún caso se ha vendido como crecepelo ni anticaída, sino para mejorar ciertas cualidades cosméticas, como anuncia el envase”.

Lo cierto es que en la publicidad del champú, acusada de fraude por algunos expertos, no hay ningún tipo de alusión sobre la caída o el crecimiento del cabello. El envase, que lleva una etiqueta con una cabeza de caballo, tiene un lema directo y conciso: “Protege, fortalece y abrillanta”.

“Parece que todo se debe a la opinión de los usuarios descrita en numerosos foros y blogs, pero son opiniones personales de los consumidores que nosotros en ningún caso hemos hecho públicas”, continúa Picabea. “Tenemos claro que se trata de una moda, como fue la baba de caracol o la queratina. El problema es que no se meten con otras marcas ni otros tipos de champús que sí anuncian efectos milagrosos”.

Ninguna contraindicación en su uso

Desde el laboratorio quieren dejar claro a los consumidores que no existen efectos secundarios ni perjudiciales en el uso de esta loción en humanos. Este parece ser el único punto en común con los expertos. “¿Contraindicaciones? No, que yo sepa, aunque si no conocemos su composición y pH no lo podemos asegurar”, subraya Juan Ferrando, miembro de la AEDV.

Las cualidades cosméticas no preocupan a los dermatólogos. “Es como si alguien se quiere poner una mascarilla -aclara Grimalt-. Esto no afecta a la salud del pelo, sino que mejora el aspecto. Mientras que se tenga esto claro, no hay problema”.

Efectos no contrastados

Hasta el momento, no existe ningún estudio que avale o desmienta sus propiedades. “Es cosa de los dermatólogos empezar a investigar si los efectos que miles de usuarios achacan al champú tiene fundamentos científicos”, comenta el veterinario de los laboratorios Bilper.

“Sus propiedades se podrían estudiar fácilmente mediante microscopía electrónica, con microanálisis de rayos X, por ejemplo”, apunta Ferrando, aunque los expertos se mantienen firmes en que en ningún caso la biotina se absorbe por el cuero cabelludo.

¿Y qué hacer si lo que le preocupa es la caída?

“Ante la pérdida de cabello, se debe acudir al médico para que analice por qué se cae el pelo y, si existe una causa corregible, seguir un tratamiento”, insiste Grimalt. “El especialista tiene que ser el que diagnostique y luego, si es necesario y posible, aplicar el tratamiento y no perder el tiempo en darse lociones supuestamente mágicas”.



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